"Entre la política y lo político"
“Si podemos afirmar, que en todo lugar donde
hay poder hay resistencia, es preciso también reconocer que
las formas de resistencia pueden ser extremadamente variadas.
Es solamente en ciertos casos que las resistencias adoptan un
carácter político y pasan a constituirse en luchas encaminadas a
poner fin a las relaciones de subordinación en cuanto tales.”
LACLAU Y MOUFFE
Nos hemos esforzado en difundir la terrible represión de Jujuy, dando cuenta de lo cruel e inhumano que puede ser un gobierno de derecha, desconociendo las leyes, incumpliéndolas y realizando actos descriptos como delitos de lesa humanidad. Se impuso en Jujuy un terrorismo de Estado que escribió la reforma constitucional, para avalar esos mismos delitos que comete; volviéndolos legales.
Hemos denunciado que todo esto es porque vienen a saquearnos y no habrá saqueo con licencia social, entonces lo habrá con represión y persecución judicial. Estos políticos violan acuerdos internacionales, como el Convenio 169 de la OIT, ratificado por Argentina, que dice claramente que los Estados parte, se comprometen al reconocimiento de la pre-existencia de los pueblos originarios y que, por tanto; deben respetar su territorio; siendo un derecho la consultada previa libre e informada ante cualquier modificación del mismo. El gobierno de Morales, no sólo desconoce estas leyes, sino que además explicita en la reforma constitucional, que hará primar el derecho privado a la tierra, avalando así las usurpaciones estatales, "legalizándolas" al darle títulos a privados por tierras y territorios que no son ni fiscales, ni privados; son territorio de comunidades de pueblos originarios.
Así vemos cómo la política es en primer lugar, el conflicto acerca de la existencia de un escenario común, la existencia y la calidad de quienes están presentes en él. Hay política porque quienes no tienen derecho a ser contados como seres existentes, irrumpen y se hacen escuchar, evidenciando y poniendo en común la distorsión; el enfrentamiento mismo, la contradicción de dos mundos alojados en uno solo: el mundo en que son y aquel en que no existen.
Pudimos dar cuenta de cómo los gobiernos intentan manipular y conseguir avales para la explotación de los territorios (minería, petróleo, hidrógeno verde, litio) con extorsión a trabajadorxs estatales, a quienes dicen que les aumentarán el salario sólo cuando den acuerdo para el saqueo (en Jujuy, pero también en Chubut, Mendoza, La Rioja, San Luis, Catamarca, etc).
Hemos mostrado el cinismo del sistema electoral, del mal menor, del voto que habilita cualquier rumbo posterior, explicando cómo funciona y sigue funcionando. Así, riéndose de quienes pareciera que les hacemos campaña a la derecha de la derecha, mostrando eso de lo que serán capaces si son electos. Riéndose de nosotres que intentamos mostrar lo terrible, cuando es eso mismo lo que ellos toman para conseguir votos. Han dado vuelta el sentido común y lxs explotadxs elegimos a quienes más nos van a explotar. Nos han sacado la risa y nos mantienen preocupades, sosteniendo procesos legales para no terminar en cana; laburando el doble para subsistir; aislándonos para descansar.
En el corazón de la política hay una doble distorsión, un conflicto fundamental y nunca librado como tal, sobre la relación entre la capacidad del ser político y la capacidad de hacer política.
Entre el lenguaje de quienes tienen un nombre y el ruido de los sin nombre, no hay situación de intercambio que pueda constituirse. y tampoco reglas ni código para la discusión. Este veredicto no refleja simplemente el empecinamiento de los dominadores o su enceguecimiento ideológico; sino que expresa el orden que organiza su dominación, que es la dominación misma
¿Hemos llegado a un punto sin retorno? ¿Es hora de empezar a actuar de otra manera? ¿Cómo acumulamos fuerza para generar otro camino? ¿Ese otro camino, no se define con fuerza sino con acciones diferentes, que tienen potencia en su acción, pero no en su imposición?
Hacer lo que es impensable instituye otro orden, otra división de lo sensible al constituirnos como sujetos con las mismas propiedades que se nos niegan. Descubrirnos en la modalidad de la transgresión, como seres con voz, dotados de una palabra que no expresa meramente la necesidad, el sufrimiento y la angustia; sino que manifiesta la articulación de las luchas, la construcción de otras relaciones, prácticas políticas del cambio.
El carácter político de nuestras acciones, se establece en las prácticas articulatorias que permitan pasar de una resistencia aislada; a un movimiento que haga posible la reivindicación de una transformación de la relación social que construye a un sujeto en relación de subordinación.
La interrupción es un dato fundante de la política. La misma supone la emergencia de una parte que hasta entonces no era contada, no tenía existencia. La política, en este sentido, es algo muy distinto a la lógica que cuenta y reparte las partes ya existentes. La política hace escuchar como discurso lo que no era escuchado más que como ruido. La política es la única actividad que puede deshacer el orden de lo policial, haciendo visible el desacuerdo y que a partir de un acto de rebelión; se lleve a cabo una ruptura que conduzca a una nueva representación del espacio donde se definen y reparten las partes.
Somos seres políticos, construyamos la política que transforme las relaciones de dominación que nos oprimen en todos los órdenes.
Editoriales ANP
