Con un artículo armado por la empresa y que nos envían a nuestra redacción, la empresa mixta pretende mostrar un perfil de crecimiento y de interés en la educación.
"Las escuelas continúan visitando las plantas de Aguas Rionegrinas
Las instalaciones permanecen de puertas abiertas y en esta temporada
aumenta el número de visitas producto de que, las escuelas primarias y
secundarias, abordan la temática del agua y las cloacas en algunos
cursos y piden permiso para ingresar.
En los últimos días, Aguas Rionegrinas
recibió un contingente de estudiantes de cuarto y sexto año del CET 6 de
Viedma, en la planta potabilizadora de San Carlos de Bariloche.
La visita se produjo en el marco de un viaje de estudio que realizaron a
la ciudad lacustre y allí pudieron ver el funcionamiento de la planta,
dónde y cómo se capta el agua, el proceso de decantación, filtrado y
desinfección.(...)"
Sin embargo, escuelas como la rural 103 de Mallín Ahogado, continúa sin agua desde hace más de cuatro años. Con un par de amparos iniciados por padres, y docentes; con leyes que obligan al gobierno a proveer de agua potable; con la constatación de que el agua que sale por las canillas, y con la que se cocina, NO ES APTA PARA EL CONSUMO HUMANO, la escuela 103 continúa dando clases. Hoy no. Hoy, debió suspender en ambos turnos las clases, una vez más, porque ni siquiera agua contaminada salía por las canillas. De hecho, en esta escuela rural, el gobierno provincial viene anunciando soluciones que no termina de concretar. Hace más de dos meses, una empresa perforadora, contratada por el Ministerio de Educación provincial realizó una perforación de 22 metros y llegó a una napa que durante este tiempo ha hecho brotar agua por un caño de 110 sin cesar. Cada vez sale menso agua, y toda la napa terminó anegando una reciente plantación de árboles frutales que pertenece a un proyecto agrícola de dicha institución. El agua, aún no llega a las canillas, y se va extinguiendo innundando el campo. El derroche, la dejadez, la supuesta falta de recursos a la hora de asegurar derechos, no son sin dudas factores que den un buen ejemplo a la hora de hablar de educación. Ni la empresa de aguas ni el gobierno han cumplido aún con su obligación. Pero si uno estaciona mal, o no paga el seguro, una multa cae implacable sobre uno. ¿Quíen es responsable de este gravísimo incumplimiento? ¿Pagarán con una multa de proporción en forma personal? ¿Creerán que cuentan con impunidad?
A nivel localidad, la planta de aguas, tampoco realiza la provición de agua potable por red a los barrios, ni siquiera a los más cercanos a la planta urbana. Las inversiones que debiera haber realizado el sector privado, brillan por su ausencia. Pero hoy, lo mediático soluciona las faltas y delitos graves. Una publicidad de una empresa hablando sobre su interés por la educación le permiten dejar a las escuelas sin agua potable. Un funcionario mentiroso habla de la verdad en la tv y tapa con eso sus delitos. Vivimos en una época donde la justicia no responde a los derechos de las personas, sino a los intereses de lso empresarios que mejor puedan pagar.
En este contexto, hablar de educación, es una vergüenza.
Editoriales ANP
