(Mapuexpress).-
En estos días se ha levantado con fuerza todas las atrocidades relacionadas al golpe de estado chileno, sin embargo, los actos de corrupción y saqueo no han sido tratados y los principales responsables de dicha intervención continúan en impunidad. Hasta el “Mamo” Contreras salió hablando, pero los conspiradores siguen en silencio. Pero, más allá del golpe de estado de 1973 bueno es mirar también el contexto de historias de genocidio, de ataques bélicos y de conspiraciones perpetuados desde el estado en su devenir en el marco de estos 203 años de “Chile”, los 132 años de invasión al Wallmapu y los 11 años de ataques orquestados a las movilizaciones Mapuche donde se vuelven a repetir los mismos conspiradores del golpe.
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EL GOLPE DE 1973: LOS 40 AÑOS
El “Mamo” Contreras, el que fue designado por Augusto Pinochet como jefe de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), cargo a través del cual dirigió una serie de actividades de represión política (incluyendo tortura, secuestro y asesinato) a los opositores del régimen y que por dichas violaciones a los derechos humanos, fue condenado a cadena perpetua, salió hablando en “exclusiva” en una entrevista realizada por el canal CNN – Chile momentos antes de cumplirse un nuevo aniversario del Golpe.
Paradójico que esta calaña de sujetos tenga tribuna donde por supuesto, este ex oficial salió al paso con soberbia, tratando de esconder su cobardía y deshonra, no como oficial, sino como ser humano, sin ningún tipo de arrepentimiento ni acto que contribuya al respeto de quienes fueron víctimas de la dictadura. Una amiga lectora, Marisol, describió de mejor forma su postura “Sórdido, trucho, miserable, mal parido, deshumanizado, ignorante, sinvergüenza, careraja, indecente, mentiroso......ASESINO…”
Sin embargo, más allá del efecto mediático a estas miserias humanas así como lo tuvo tiempo atrás el “guatón Romo”, la cobardía también se esconde en las profundidades del capital. Mientras sectores políticos conservadores avanzan en reconocer las atrocidades e incluso pedir perdón, grupos conspiradores, responsables directos del golpe de estado en Chile para el correspondiente saqueo del País guardan absoluto mutismo, como es el caso del empresario Agustín Edwards dueño del diario el mercurio y su cadena de diarios del holding Emol. En efecto, la portada de su principal diario no tuvo alusión alguna al golpe este 11 de septiembre.
Agustín Edwards, según develan numerosas fuentes, junto a otros sectores empresariales, hiper ideologizados, conspiraron para que Richard Nixon, la CIA y todo el aparato represivo y de inteligencia de Estados Unidos de la época intervinieran en Chile: Lo hicieron y pusieron a la cabeza a Augusto Pinochet Ugarte, con todos los poderes y atribuciones.
En este contexto, no es posible desprender el golpe de estado con los principales grupos económicos beneficiados por la dictadura militar en la industria energética, minera, forestal y bancaria, como tampoco la fortuna del dictador. Según el autor del Libro “Pinochet, el gran comisionista”, la riqueza del dictador superó los 29 millones de dólares, pero hay voces que dicen que esta suma es muchísimo mayor: departamentos en Valparaíso, Reñaca, Iquique, Santiago, propiedades en el Molocoton, Parcelas en Quintero, autos, entre otros. ¿Fortunas propias que se ganan en una carrera militar y de servicio a la “patria”?
De acuerdo a los informes de la Comisón de Verdad y Reconciliación (Informe Rettig) y la Comisión Nacional sobre Prisión Política y Tortura (Informe Valech), la cifra de víctimas directas de violaciones de los Derechos Humanos en Chile, ascendería, al menos, a unas 35 000 personas, de los cuales unos 28 000 fueron torturados, 2279 de ellos ejecutados y unos 1248 continúan como Detenidos desaparecidos. Además unas 200 000 personas habrían sufrido el exilio y un número no determinado (cientos de miles) habría pasado por centros clandestinos e ilegales de detención.
LA INVASIÓN BÉLICA DEL ESTADO CHILENO A WALLMAPU: LOS 132 AÑOS
En términos generales la invasión bélica se perpetúa en el año 1881 y previo a esto una serie de “intelectualidad” influyente en el estado chileno conspiraba para animar el asalto al territorio al sur del Bio Bio que era parte del Wallmapu (País Mapuche) y que en el lado oeste de su territorio se denomina “Ngulumapu” donde existía autónomamente toda una organización social, política, cultural, espiritual, filosófica propia.