Facsímil: Entre los insumos de Alumbrera: 700 toneladas de cianuro.
Datos para entender
El debate se da en el contexto de algunas noticias que por alguna extraña razón no son la tapa de todos los diarios o el encabezamiento de cualquier noticiero, incluso oficial:
1) La ciudad de Andalgalá está literalmente sitiada por patotas pro mineras que amenazan a los vecinos y funcionan como frontera interna que deja o impide el paso a quienes intentan llegar o salir.
2) Las patotas son apoyadas por la policía, que obedece sus directivas. De creerle al gobierno catamarqueño y a Minera Alumbrera que no tienen vínculo con esos grupos de choque, es más asombroso todavía que nadie haga algo al respecto.
3) La policía catamarqueña y el grupo antimotines Kuntur reprimió e hirió a las vecinas y vecinos que reclamaban pacíficamente en Tinogasta. Reprimió a mujeres y niños en un ambiente con todos los síntomas de ser una provocación contra las comunidades que reclaman ser escuchadas.
4) El jefe de policía catamarqueño Juan Palomeque reconoció que se están realizando trabajos de inteligencia interna (espionaje) sobre las comunidad de Belén (que también sufrió su dosis represiva la semana anterior, con 30 detenidos), Andalgalá y Tinogasta, lo cual se suma a las provocaciones a los vecinos que tuvieron otro punto culminante en Famatina (La Rioja) cuando se pudo acceder en diciembre a los documentos de la minera Osisko, con los nombres de vecinos, calificativos como “cabecillas” y “agresivos”, en lo que terminó siendo una abortada maniobra de espionaje sobre la comunidad, ante el silencio oficial.
5) La sanción de la llamada Ley Antiterrorista que puede ser aplicada a vecinos como los que actualmente reclaman contra la minería por cualquier juez provincial lo suficientemente dócil al poder político y/o económico.