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viernes, 16 de abril de 2010

LA COMARCA ANDINA EN DEFENSA DE LA LEY DE MEDIOS

El Bolsón (ANPP).- En un marco de fiesta, con la certeza de que no hay que callarse màs y que la defensa del derecho a estar informado como corresponde se debe defender en la calle, se manifestaron ayer en El Bolsòn, Lago Puelo y El Hoyo cerca de 700 personas en total desde las 17 y hasta las 20.
La marcha comenzò a las 17 en El Bolsòn con aproximadamente 400 personas que se movilizaron por el centro del pueblo y que participaron de las actividades previstas, entre ellas la de una radio abierta que contò con las voces de la Petü Mogeleiñ, La Negra, Telemaco, entre otros.
La Caravana siguiò por El hoyo y Lago Puelo haciendo sentir en la Comarca Andina que al pueblo no se lo calla màs.
Los medios de comunicaciòn y organizaciones sociales que convocaban fueron:
TELÉMACO-COMUNICADORES DE LA COMARCA. PRENSA DEL PUEBLO. RADIO LA NEGRA.ASOCIACIÓN CIVIL ALAS PARA LA COMUNICACIÓN POPULAR. FM RADIO ACTIVA. ATE PROMOCION FAMILIAR. UnTER. COLEGIO DE ARQUITECTOS DE EL BOLSON. PROMOTORES TERRITORIALES PARA EL CAMBIO SOCIAL. AUTOCONVOCADOS 678 DE LA COMARCA ANDINA.AGRUPACION ROJINEGRA. MOVIMIENTO POR LA TIERRA Y EL TRABAJO. MESA DE GESTION DEL CIC. HABITAT EL BOLSON. PAYS. ASOCIACION CIVIL QUEM QUEM RED. CONCEJAL RAUL GARCIA. COMERCIANTES Y TRABAJADORES DE LA COMARCA

BUENOS AIRES: MARCHA POR LA LEY DE MEDIOS


Buenos Aires (Página 12).- Una multitud desbordó ayer por la tarde la plaza Lavalle, frente al Palacio de Justicia de la Nación, para reclamar la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, aprobada por amplia mayoría en ambas Cámaras del Congreso entre septiembre y octubre del año pasado y suspendida por la decisión de un tribunal mendocino. Siguiendo la convocatoria realizada por más de 300 organizaciones de todo el país, entre ONG, sindicatos y partidos políticos, y con una fuerte difusión boca a boca y a través de Internet, la marcha que comenzó frente al Congreso de la Nación fue encabezada por las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, legisladores de numerosas fuerzas políticas, funcionarios del gobierno nacional, dirigentes sindicales, periodistas y figuras de la cultura y el espectáculo. Hebe de Bonafini, la encargada de cerrar el acto, llamó a “empujar desde la calle” para defender la nueva norma y agradeció a la Presidenta por haberla impulsado. “Cristina, nos pusiste una ley en nuestras manos y la vamos a defender con nuestra vida si es necesario”, infló pecho.
El sol caía sobre las palmeras de la plaza e iluminaba la fachada del Teatro Colón, que ultima los detalles para volver a abrirse al público. Frente a losTribunales la gente comenzaba a amontonarse, confundida con abogados, secretarias y che pibes que pululaban por la zona, aún a última hora de la tarde. Mientras tanto llegaban los primeros desprendimientos de la columna principal de la manifestación, con la agrupación Túpac Amaru como vanguardia. Algunos grupos por la calle Libertad, otros por Lavalle. Entre oficinistas recién salidos del trabajo y militantes de base se podía ver a actores como Daniel Fanego y Federico Luppi, periodistas como Eduardo Aliverti y Pedro Brieger, al vocero de la AFA, Ernesto Cherquis Bialo, y a buena parte de la plana mayor de la CTA. Entonces llegaron las Madres, escoltadas por un cortejo de aplausos, y la multitud se abrió para dejarlas pasar hasta el escenario. Ya estaba todo listo para comenzar con el acto.

“Estamos en democracia. Hoy no hay ningún obstáculo para que las leyes se cumplan. El pueblo argentino no acepta cuando no se cumplen las leyes”, advirtió Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo y encargada de inaugurar la lista de oradores. “Queremos libertad de expresión”, pidió. Concluyó con un llamado a “darse la mano con persistencia, con tozudez y coraje para vencer a los que se interponen al cumplimiento de la ley. Hoy la ley es nuestra, a luchar todos juntos”. Junto a ella, en el escenario estaban el titular de la Autoridad de Aplicación de la nueva ley, Gabriel Mariotto; el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde; el director del Sistema Nacional de Medios Públicos, Tristán Bauer, media docena de diputados nacionales y otros personajes públicos que se acercaron a dar su apoyo a la iniciativa, como la actriz Florencia Peña o el guitarrista del grupo de rock El Otro Yo, Cristian Aldana.

Aunque al promediar el acto ya era de noche, la gente seguía sumándose a la marcha y los organizadores festejaban haber superado ampliamente “los 50 mil asistentes”. En el backstage, la dirigente social Milagro Sala parecía Madonna, perseguida por cámaras y fanáticos antes de subir al escenario a dar su discurso. “Apoyo a la TV pública porque gracias a ella nos empezaron a conocer bien –le explicó a Página/12–. Esta ley la defienden en cada pueblo y en cada localidad, porque ellos son los verdaderos beneficiados.” La titular de la organización Tupac Amaru enfrentó al público para pedir “desde las comunidades aborígenes y desde las organizaciones sociales” que se escuche a los que tienen una voz distinta al mensaje hegemónico.

Más tarde, Hugo Yasky, secretario general de la CTA, increpó a “los que pensaban que pagándole a un juez podían frenar la ley”. “Se equivocaron”, les dijo y prometió “seguir en la calle hasta que la ley se aplique”.

A continuación, el diputado Julio Piumato, dirigente del sindicato de trabajadores judiciales, apuntó contra los “jueces serviles ante los poderes monopólicos” y los intimó a “cumplir con la Constitución”. Sus palabras hacían eco a las declaraciones matutinas de Cristina Fernández, que había denunciado la existencia de una “Justicia cautelar” que intenta “defender y proteger intereses minoritarios pero muy poderosos”. La Presidenta, tras un acto en el Banco Nación, había señalado a la prensa que los sectores concentrados de poder “pretenden que siga vigente una ley de la dictadura y con actividades monopólicas”. En ese sentido, Piumato concluyó sosteniendo que “si no hay libertad de expresión ni justicia social, no hay democracia”. Y, luego, el titular del Foro Argentino de Radios Comunitarias (Farco), Néstor Busso, completó: “Defender esta ley es defender la posibilidad de construir un país con Justicia”.

Entonces hubo un breve intervalo musical, a cargo de Ignacio Copani, y después vino el plato fuerte. Hebe de Bonafini dio una de sus habituales arengas sin filtro. “Señores jueces: pongan las bolas donde hay que ponerlas”, exigió, y terminó increpando al tribunal de Mendoza que suspendió la aplicación de la nueva norma. “Si la Justicia no funciona, hay que empujarla desde la calle, desde las manifestaciones y les decimos a los mendocinos que, si es necesario, vamos a hacer una marcha como ésta allá”, avisó la titular de Madres, que incluso desafió a la Corte Suprema. “Les exigimos que voten a nuestro favor. Alguna vez voten para el pueblo, las Madres estamos hartas de la injusticia de ustedes, de esta Suprema Corte, de los jueces corruptos”, dijo Bonafini, que dio final al acto diciendo que “nadie más que el pueblo movilizado puede arrancar esta ley.”

Informe: Nicolás Lantos.

jueves, 15 de abril de 2010

ROSARIO: CARCEL PERPETUA Y COMÚN EN LA CAUSA GUERRERI AMELONG


Rosario (Redacción).-
Por Pablo Bilsky.

15/04/2010-12.12. La sucesión de números no constituye un mensaje cifrado. Es una marca histórica que señala el momento en que se hizo realidad una contundente victoria de la militancia popular. En un mediodía especialmente diáfano y luminoso, el Tribunal Oral Federal Nº1 de Rosario leyó la sentencia a los genocidas Oscar Guerrieri, Jorge Fariña, Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo: prisión perpetua y cárcel común para todos. Y fuera del tribunal, en la calle, en el lugar de la lucha cotidiana, miles de personas dejaron claro que la sentencia fue el resultado de una paciente y ejemplar construcción colectiva. La Justicia llegó, finalmente.

El gesto fue breve, pudoroso, casi secreto. La mujer acarició apenas la foto que llevaba colgada al cuello. Fue como saludar, levemente, pero como una emoción difícil de describir, a su ser querido, desaparecido y extrañado durante años. Fue como decirle “presente, compañero”, sin palabras, con un movimiento apenas perceptible de los dedos, mientras las lágrimas se colaban por debajo de los lentes de sol y formaban un minúsculo río que iba a desembocar en la fotografía en blanco y negro.

Ocurrió cuando desde el Tribunal Oral Federal se dijo que estaban en condiciones de dar lectura a las sentencias, y se repitió miles de veces en medio del festejo multicolor de la militancia que desde el día anterior hizo el aguante en Oroño al 900, un sitio que lució transformado por la jornada histórica.

En un marco abigarrado y multicolor marcado por la emoción, el alivio, la alegría, la ansiedad y la militancia, se recibió la sentencia del juicio contra los genocidas Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo. Finalmente, y luego de tantas demoras, los cinco genocidas fueron condenados a cadena perpetua e inhabilitación por su actuación en los centros clandestinos de detención Quinta de Funes, La Calamita, La Intermedia, Escuela Magnasco, ex Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu, ubicados en Rosario y alrededores. Los crímenes de esto cinco imputados –privaciones ilegítimas de la libertad, torturas, homicidios– fueron considerados de lesa humanidad por los magistrados, que por este motivo hicieron lugar a la condena que pedían los querellantes.

La lectura de las sentencias comenzó a las 12.12, apenas 12 minutos después de la hora señalada. Fue un estallido de aplausos, llantos, y abrazos. Las banderas comenzaron a flamear cada vez más, y a las 12.38, cuando el tribunal terminó de leer las condenas, las lágrimas y los cánticos hicieron que los compañeros desaparecidos estuviesen más presentes que nunca. “Yo no creí que iba a vivir para ver esto”. La frase se escuchó cientos de veces y es de esperar que dentro de diez, veinte años, muchos dirán: “Sí, yo estuve allí”, como para legar a las próximas generaciones esta jornada inolvidable, cargada de memoria y futuro.

En las cinco condenas quedó claramente explicitado que se llevarán en cárceles comunes. Pero los casos de Guerrieri y Costanzo serán analizados, ya que venía cumpliendo prisión domiciliaria por razones de salud.

Una vez más la nota farsesca estuvo a cargo de Amelong, que seguramente seguirá con sus bufonadas tras las rejas para solaz y esparcimiento de los otros convictos. La lectura de las sentencias debió interrumpirse cuando el genocida vinchero insistió en colocarse ese accesorio sobre su frente: “Preso político”, decía el sucio trapo blanco del condenado.

La movida fuera del tribunal había empezado este miércoles a las 18, una previa organizada por el Espacio Juicio y Castigo Rosario, espacio integrado por organismos de derechos humanos como Madres, Familiares, APDH, MEDH, H.I.J.O.S. y un conjunto de organizaciones sociales y gremiales. Durante la espera se realizó una radio abierta en la que se escuchó la voz de los querellantes y sobrevivientes de los centros clandestinos de detención en los que operaron los imputados de la causa, y a través de la cual se reclamó con insistencia el avance de la investigación por el crimen de Silvia Suppo.

“Es un día histórico, es la primera sentencia, la primera causa Guerrieri-Amelong, la cúpula de inteligencia del Ejército. Si no hubiera muerto, (Leopoldo) Galtieri estaría con ellos también. Desde su local de Córdoba y Moreno, manejaron cinco provincias y nunca se arrepintieron ni pidieron perdón, nunca nos dijeron dónde están nuestros familiares”, señaló la diputada provincial Alicia Gutiérrez, querellante de la causa Guerrieri.

“Con esto se demuestra que la única lucha que se pierde es la que se abandona y que hay que animarse, hay que organizarse. Y fundamentalmente que la sociedad argentina repudia los hechos acontecidos hace más de 30 años durante la dictadura militar que no sólo genero los 30 mil compañeros detenidos, desaparecidos, torturados y exiliados sino que instaló un modelo de país injusto que los argentinos hemos pagado y largamente", señaló a LT8 Eduardo Toniolli, también querellante de la causa Guerrieri.

La fiscal Mabel Colalongo calificó a las condenas como ejemplares: "Me siento muy contenta porque es lo que correspondía. Es un fallo ejemplar incluso para el resto del país. También es valorable que la condena sea en cárceles comunes, incluso a los que tenían prisión domiciliaria los mandaron a cárcel común", señaló Colalongo que con relación a Guerrieri y Costanzo, explicó que "hasta que la sentencia quede firme seguirán gozando de la prisión domiciliaria, y esto podría llevar un par de meses".

fotos: Javier García Alfaro (Redacción Rosario)

ORGANIZACIONES SOCIALES DE TODO EL PAÍS ACAMPARÁN EL 24 Y 25 DE MAYO POR "OTRO BICENTENARIO, EL BICENTENARIO DE LOS PUEBLOS"

Buenos Aires (AW).- Medio centenar de organizaciones de todo el país realizarán, el 24 y 25 de mayo, un acampe en Plaza Congreso para expresar "otro Bicentenario, el de los Pueblos" mediante el cual visibilizar las luchas de las comunidades frente a la represión, persecusión y judicialización a sus causas por parte del Estado.
Más de 50 organizaciones sociales de todo el país y países vecinos en el marco del "Otro Bicentenario, el Bicentenario de los Pueblos", realizarán un acampe el 24 y 25 de mayo en la Plaza Congreso de la ciudad de Buenos Aires. Este evento contará con la presencia de expresiones ligadas al arte, la música, clases abiertas, cine, fotografía, teatro, muestras de una estética popular construida desde abajo. Una delegación importante de luchadores indígenas, campesinos, barriales y militantes ambientalistas vendrán esos días para participar de este "contrafestejo" , así poder expresar sus palabras y mostrar sus luchas.

Adhesiones y contactos: elotrobicentenario@yahoo.com.ar
Tel: (011) 15-63242212, 15-57809686
http://elotrobicentenarioeldelospueblos.blogspot.com/

MARCELA NOBLE PODRÍA SER LA NIETA DE CHICHA MARIANI

La fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo, sospecha que la hija de Ernestina Herrera de Noble, dueña de Clarín, sea, en realidad, su nieta, Clara Anahí, quien fue secuestrada tras el bombardeo a su casa en La Plata, en noviembre de 1976.

En declaraciones brindadas a una radio local, Chicha confirmó que hizo una presentación judicial ante el juez Corazza y por su intermedio ante el juez Bergesio, de San Isidro, que es quien lleva adelante la causa por los hijos de la dueña del multimedio Clarín.

En la acción, se solicita “que se entrecrucen los análisis de Marcela Noble y los de mi familia que están en el Banco Genético y también con todos los familiares que figuran allí porque así lo dispone la ley”.

Consultada sobre en qué basa sus sospechas sobre que Marcela Noble sea Clara Anahí Mariani Teruggi, explicó: “tuve dudas desde 1977 cuando los obispos de La Plata y religiosos me prometían que me iban a ayudar, al tiempo volvía y eran otras las personas que me recibían”.

Además, reveló que en un momento, “me dijeron que mi nieta estaba con gente de muchísimo poder, que era imposible tocarla. Lo recibí de la Iglesia una y otra vez, pero hubo otros elementos que me fueron convenciendo de que podía ser Clara Anahí”.

Asimismo, Chicha admitió que en un momento perdió la esperanza de que Marcela Noble pudiese ser su nieta, al revisar, junto a su abogada, el expediente de su adopción y verificar que “las fechas no concordaban”. Sin embargo, la expectativa resurgió cuando “vinieron dos personas a avisarme que ese expediente era totalmente falso y se descubrieron mentiras”.

La fundadora de Abuelas recordó que “cuando asumió Alfonsín, los llevaron a una escuela suiza hasta que vieron que no pasó nada, entonces los fue a buscar la madre, las fotos de los chicos con príncipes, reyes y presidentes salían en los diarios y yo las junté y encontré parecidos” y Marcela Noble “se parece bastante a la familia de Diana ahora”.

En ese marco, Chicha recalcó que “cuando se llevan a Clara Anahí, la ponen en el auto de Fiorillo (un policía), y ahora me entero que él fue quien llevó a Marcela con la señora de Noble. La llevó de La Plata porque hay documentos de personas que afirman que monseñor Plaza intervino en la entrega de Marcela”.

“Ahora dije basta, no quiero quedarme con la duda y pedí que se hagan los análisis y se crucen con mi familia y con los demás también”, declaró Chicha y se preguntó: “¿Alguien se detiene a pensar en los 33 años que llevan Madres, Abuelas y familiares de esta tortura infinita de no saber, es la tortura más grande y se acrecienta porque uno se va a ir y no pudo hacer nada, y dónde está y cómo duerme, dónde vive y con quién?”.

“Hay mucha gente que da una mano. Sé que lo que ocurrió en la calle 30 lo sabe toda la gente del barrio, muchos vieron cómo se la llevaron a Clara Anahí, en cambio se difunde la versión de que había muerto, sin embargo, dos personas me dijeron la verdad, pero si lo hubieran dicho hace 20 años, cuánto dolor hubieran evitado”, reflexionó Chicha Mariani. Por último, Chicha dijo que otro de los elementos que la llevan a pensar que Clara Anahí podría ser Marcela Noble, tiene que ver con las muchas mentiras que se dijeron en torno al paradero de su nieta: “Por qué tapan tanto lo de Clara Anahí? ¿Por qué se inventaron tantas cosas? ¿Para qué? Es porque están tapando algo muy grosso”.


OPINIÓN. Clara y la oscuridad
Josefina Licitra

Clara Anahí Mariani nació el 12 de agosto de 1976. Tenía, desde un primer momento, un cuerpo y un nombre. Y padres. Su mamá se llamaba Diana Teruggi y estudiaba Letras. Su papá, Daniel Mariani, era economista. Ambos vivían en Plata, la ciudad donde se conocieron, donde compraron una casa modesta –ubicada en la calle 30 entre 55 y 56–, donde tuvieron una hija, donde fueron asesinados y donde Clara Anahí Mariani desapareció.
Ocurrió el 24 de noviembre de 1976. Clara tenía tres meses. Esa mañana Diana se preparaba para llevarla, como todos los lunes y los miércoles, a la casa de su suegra. Pero nadie llegó a ninguna parte. En algún momento, la casa fue rodeada por tanques de guerra, helicópteros, patrulleros y doscientos miembros del Ejército. Todos estaban al mando de Ramón Camps –entonces jefe de la policía bonaerense– y querían sangre. No queda claro si alguien dijo “ahora”. Sólo se sabe que la balacera reventó hasta el alma de las cosas. Y que Diana pudo, tras la primera descarga, esconder a Clara en una bañera, bajo una pila de almohadones.


En la casa de Diana, Daniel y Clara funcionaba una imprenta de Montoneros, a la que se accedía de un modo solapado. Allí se editaba la revista Evita y una serie de publicaciones que echaban algo de luz sobre las muertes, las torturas y las desapariciones que eran fantasmas innombrables por buena parte de los medios de comunicación. Se sabe que al gobierno militar cierta prensa le molestaba mucho, entre tantas otras cosas que también le molestaban mucho.

Diana fue acribillada bajo un limonero. En la unión de dos paredes –un rincón donde hoy se concentran decenas de agujeros de bala– fue asesinado Daniel Mendiburu Eliçabe, el marido de Feli, el papá de Pablito, el hermano de Fideo y Cali (Feli, Pablito, Fideo, Cali: los nombres de una parte de mi infancia; los compañeros de exilio de mi padre). También mataron a Roberto César Porfirio, Juan Carlos Peiris y Alberto Oscar Bossio, y volaron ventanas a punta de bazucas porque, en fin, a los militares les gustaba el tema de llegar de a cientos y en tanque, aunque “el enemigo” consistiera en cuatro personas y un bebé.

Los únicos que no murieron esa tarde fueron Daniel Mariani –no estaba ahí, aunque sería asesinado ocho meses después– y Clara. Su llanto se escuchó cuando llegó el silencio. Y después no se escuchó otra cosa.

Clara fue entregada a Ramón Camps y desde entonces crece en otra familia. Tiene mi misma edad: 34 años. Y un nombre que no es el suyo. Como todo lo demás, que tampoco es suyo. No tener nombre es no tener nada.

La abuela de Clara se llama María Isabel “Chicha” Chorobik de Mariani, es fundadora de Abuelas de Plaza de Mayo y está viejita. Así lo dice el mail que recorre las casillas de muchísima gente estos días: a los 87 años, Chicha Mariani está viejita y, como todos los viejos, tiene la urgencia de los asuntos pendientes. Chicha busca a su nieta desde que encontró sus ropas mínimas entre los escombros de la calle 30. Un comisario le confirmó, en ese momento, que su nieta estaba viva y que había sido colocada “muy alto”. Lo mismo le dijeron un monseñor y un capellán de La Plata. Chicha, entonces, llegó lo más alto que pudo. Tiene varios motivos para sospechar que su nieta podría ser Marcela Noble, la hija apropiada de Ernestina Herrera de Noble.

No es fácil. No va a ser fácil. Chicha tiene 87 años y está viejita. Quizás algún día yo también sea abuela. Pero por ahora la cuestión del afecto es sólo esta suposición: cuando veo a mi madre querer a mi hijo, intuyo que el amor por un nieto es muy superior al mito alcanforado de la “tercera edad”. Lo más preciado de lo más preciado: eso será un nieto. Un número elevado a su propia potencia, un último y desesperado aprendizaje.

Hoy hay 400 Abuelas de Plaza de Mayo –nacidas en 1977 como Abuelas Argentinas con Nietitos Desaparecidos– buscando el único eslabón que las tiene atadas a los días. Morir sin encontrarlo, en el fondo, es haber vivido en una especie de inframundo. ¿Entonces es posible morir más de una vez? Claro que sí. Ellas saben que sí.

Está comprobado que sobreviviste y estás en poder de alguien. Ya tienes 34 años y tu número de documento probablemente sea cercano al 25.476.305 con el que te anotamos. Yo quisiera pedirte que busques fotos de cuando eras bebé y las compares con las que acompañan este texto.

(…). A mis más de 80 años mi aspiración es abrazarte y reconocerme en tu mirada, me gustaría que vinieras hacia mí para que esta larga búsqueda se concretara en el mayor anhelo que me mantiene en pie, el que nos encontremos”.
Eso, en síntesis, dice la carta que hoy circula por la web. Dice, además, que el tiempo es poco, que hay que difundirla pronto y que todas las vías valen la pena. Ésta incluida.


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"Detras del miedo está la libertad".
Graffiti

miércoles, 14 de abril de 2010

ROSARIO: ORGANISMOS DE DERECHOS HUMANOS INICIAN UNA VIGILIA A LA ESPERA DE SENTENCIA


(Pulsar).-El espacio Juicio y Castigo de la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fé, inicia una vigilia a la espera de la sentencia contra Oscar Pascual Guerrieri, Jorge Fariña, Daniel Amelong, Walter Pagano y Eduardo Constanzo por delitos de lesa humanidad.
Este es el primer Juicio Oral a militares de Rosario, acusados de participar en los centros clandestinos de detención (CCD) Quinta de Funes, La Calamita, La Intermedia, Escuela Magnasco y la ex Fábrica Militar de Armas Domingo Matheu.

La abogada que representa a los sobrevivientes del CCD, Gabriela Durruty, explicó que "las prueba son más que suficientes para lograr cinco condenas a cadenas perpetua, tal cual lo solicitamos".

El Espacio Juicio y Castigo Rosario está integrado por organismos de derechos humanos como Madres, Familiares, APDH, MEDH, H.I.J.O.S. y un conjunto de organizaciones sociales y gremiales.

Las que convocaron a una conferencia de prensa este miércoles para iniciar una jornada cultural denominada "aguante por la cárcel perpetua". Que se desarrollará con la participación de artistas y músicos frente los tribunales federales.

En un comunicado emitido por el espacio Juicio y Castigo Rosario realizaron una convocatoria para mañana a "partir de las 9.30 para participar del acto que culminará a las 12 con la lectura de la sentencia a los cinco procesados por delitos de lesa humanidad".

Por otra parte, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de Rosario aprobó desobligar a los estudiantes y el personal para que puedan concurrir a la manifestación. (PÚLSAR)

CÓRDOBA: "LAS PRISIONES ARGENTINAS SON CAMPOS DE CONCENTRACIÓN"

Córdoba, 14 de Abril de 2010 (Exclusivo Agencia Walsh).- La pugna por la visibilización de las prisiones de mala muerte de la Argentina contra el encubrimiento pergeñado desde el poder tuvo una nueva batalla en Córdoba, precisamente en el Primer Encuentro Anticarcelario realizado en la Biblioteca Popular Bella Vista de esta ciudad, el pasado 10 de abril. De este modo, se avanzo un tramo significativo hacia la conformación de una coordinación anticarcelaria nacional.

Así, convocados por la Coordinadora Antirrepresiva mediterránea, se reunieron: La Cantora (Buenos Aires y Río Negro), Ciudad interna (Coronda- Santa Fe), Zainuco (Neuquén), Coordinadora de Trabajo Carcelario (Rosario- Santa Fe), Pañuelos en Rebeldía (CABA); Cruz Negra (Buenos Aires) y Agencia Rodolfo Walsh (Buenos Aires y Neuquén). También participaron diversas organizaciones de Córdoba como Cooperativa Esperanza, Sin muros, Casa Caracol, Taller de Periodismo “Mordaza Cero”, Kasa lxs gatxs, Taller de Periodismo de Mujeres en Bouwer, Coordinadora Antirrepresiva de Villa María –Vecinos Autoconvocados Contra los Abusos Policiales (Vacap), Coordinadora Antirrepresiva de Alta Gracia, entre otras.

En una de las principales definiciones que cuestionan la existencia misma de las prisiones y su verdadera esencia, el Encuentro sostuvo que: “Las cárceles son centros de tortura, represión y exterminio, constituyen una parte del aparato represivo para defensa de los intereses de la clase dominante. Los asesinatos y tormentos sistemáticos en los sitios de encierro descargadas sobre seres humanos indefensos; la ausencia de control por la llamada justicia convierten a las prisiones argentinas en reales campos de concentración y muerte”.

Con esa contundencia, el Encuentro abordó temas como ESTADO/PENA-CASTIGO; EL/LA PRESO/A Y LA LEY DE EJECUCIÓN PENAL 24.600:,SITUACIÓN FAMILIAR CUANDO ALGÚN/A MIEMBRX ESTÁ PRESX; CARCEL Y GENERO; PROBLEMÁTICA CARCELARIA Y LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN; SOLIDARIDAD CON LXS PRESXS y SISTEMA CARCELARIO Y ACCIÓN REVOLUCONARIA.

De ese modo, se iban sucediendo los relatos que daban cuenta de tormentos cotidianos, crímenes nunca sancionados y “suicidios” promovidos por el Servicio Penitenciario Federal, hoy comandado por Alejandro Marambio Avaría, hombre de Aníbal Fernández y de los Kirchner. Y también, las denuncias daban cuenta de casos idénticos en los distintos Servicios provinciales donde hijos putativos de la dictadura disponen de la vida y la muerte a lo largo y ancho del país. A la vez, diversas respuestas de lucha y solidaridad fueron debatidas en todas las Comisiones para enfrentar esta política devastadora.

Así, mientras esperamos que los compas de Córdoba procesen y sistematicen las conclusiones y debates, en esta entrega brindamos el documento, de la Comisión ESTADO/PENA-CASTIGO, aprobado en el Plenario, que se posicionó frente al significado verdadero que tienen los sitios de encierro en el sistema. En los próximos días, esta Agencia publicará una producción sobre el Encuentro.

Textos, fotos, pan y vino

Un día antes del debate anticarcelario, se llevó a cabo una Jornada Cultural contra las Cárceles. En ellas, tres compañeros narraron su experiencia del Primer Taller de Periodismo en la Cárcel de Mujeres de Bouwer. Seguidamente, tuvo lugar una Muestra del taller de Fotografía realizado en esa misma prisión. Luego, se presentó el libro “Intensidades de Mujer” escrito por 18 mujeres de la Cárcel de Ezeiza, coordinado por el periodista Oscar Castelnovo, en el marco del Taller de Periodismo y Expresión de la Agencia Rodolfo Walsh. Allí, Maite, Analía y Ayelen leyeron textos de las chicas de Ezeiza. Precisamente, una de las escritoras ya en libertad, Alicia
Benavidez, concurrió a la actividad y recibió el afectuoso reconocimiento de los presentes. Un cierre con panes rellenos y vino tinto puso color y celebración a la cálida madrugada de la Casa Caracol.

Agencia Rodolfo Walsh


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Documento de la Comisión “Estado, Pena, Castigo” del Primer Encuentro Anticarcelario de Córdoba

“Queremos un mundo distinto”

Las cárceles son centros de tortura, represión y exterminio, constituyen una parte del aparato represivo para defensa de los intereses de la clase dominante. Los asesinatos y tormentos sistemáticos en los sitios de encierro descargadas sobre seres humanos indefensos; la ausencia de control por la llamada justicia convierten a las prisiones argentinas en reales campos de concentración y muerte.

De ese modo, el estado amontona neutraliza y destruye la entidad humana a miles de los hijos más vulnerables del pueblo. Así, el estado argentino gendarme penitenciario mantiene claramente dos tipo de justicia: una que se ensaña con los más pobres y otra que exime de castigos a los privilegiados.

De tal manera, se conceden todas las garantías jurídicas e impunidad a los miembros de la clase hegemónica, mientras que las duras prisiones preventivas durante años sin condena son propiedad distintiva de los excluidos.

A la vez, la cárcel brinda excelentes dividendos y genera ingresos “legales” para una gran cantidad de funcionarios. También provee turbios negocios en todas las instancias del calvario que recorren el preso o la cautiva. Por caso, los policías que los apresan, el abogado que los defiende, el fiscal que los acusa, el juez que los condena, la cámara que lo recondena, la Suprema Corte que reafirmará el castigo, el penitenciario que les sumará ultraje y vileza a su situación, los diputados y senadores que promoverán leyes más duras todavía, los políticos que proclaman tolerancia cero en sus campañas y los constructores de la inmensa cadena de negociados que “surgen” al edificar una prisión y mantenerla. Desde las sobrefacturaciones millonarias hasta el robo de alimentos, medicación y elementos de higiene que sufren los y las detenidas.
Por estas razones decimos: ¡basta de depositar a los pobres en las cárceles!, ¡basta de muertes y torturas!, ¡basta de criminalizar la miseria!, ¡basta de mentir con una famosa resocialización que nadie vio! Porque como afirman los compañeros de Ciudad Interna, prisioneros en la cárcel de Coronda y Piñero: “¿A qué sociedad se pretende Re- insertarnos? ¿A la que nos abandono aun antes de haber nacido, y cuando fuimos chicos permitió que llegáramos al delito? ¿A la que nos margino, a la que nos excluyo? ¿A la que se desinteresó, si teníamos o no educación, saludo, justicia, trabajo, cultura? ¿A la que hoy nos agrede y explota en el marco de esta indefinición que significa estar dentro del sistema penitenciario? ¿A la que nos va a marginar de por vida una vez que salgamos “libres” por llevar en la frente el sello de ex convictos? A esa “sociedad” que dice “tanto tenés, tanto valés”. No, no queremos que nos reinserten, resocialicen o reincluyan. En esa sociedad lo que queremos es un mundo distinto.

LA PLATA: COMENZÓ EL JUICIO A LOS PENITENCIARIOS MÉDICOS DE LA UNIDAD 9


Bs As(Anred).- Después de 34 años de impunidad, comenzó ayer lunes 12 de abril el juicio a carceleros y médicos responsables de casi un centenar de homicidios, desapariciones y torturas desde 1976 a 1979. La causa fue iniciada en abril del 2002 por el ex fiscal del Juicio por la Verdad, Félix Crous, quien luego de examinar los testimonios de ese proceso judicial radicó la denuncia penal ante el titular del Juzgado Federal N°1 de La Plata.
Ayer a las 11:00 del mediodía el juez Carlos Rozanski, presidente del Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, dio comienzo al juicio por casos de lesa humanidad, cometidos por 11 carceleros y 3 médicos en la unidad carcelaria bonaerense N°9.

Las audiencias serán, a partir de hoy, los lunes y martes de los próximos cuatro meses, y se realizan en el ex edificio de Amia, en la calle 4 entre 53 y 54 de la Ciudad de La plata. Por allí pasarán a dar testimonio más de 200 personas privadas de la libertad entre 1976 y 1983.

La particularidad del juicio es que por primera vez se avanza en la cantidad de acusados, acercándose a lo que los organismos de derechos humanos vienen exigiendo: la metodología de tomar un Centro Clandestino de Detencion (CCD) entero para "juzgar a todos los cómplices, por todos los compañeros"; se exige esto debido a la lentitud de los procesos judiciales realizados de a sujetos individuales; hasta ahora en La Plata sólo se ha sentenciado al ex capellán Christian Von Wernich y al ex comisario Etchecolatz.

La Unidad 9 era donde el aparato represivo encarcelaba, y torturaba militantes políticos manteniéndolos blanqueados, legalizados y haciendo público su alojamiento. Según diversos testimonios de las víctimas, sobretodo en el marco de los Juicios por la Verdad, las metodologías de tortura en la U° 9 eran las mismas que en todos los CCD, a excepción de la picana eléctrica.

Un hecho significativo en la causa, es el hecho ocurrido el 13 de Diciembre de 1976, mismo día que asumía como Jefe de la Unidad Abel Dupuy, donde el Ejército nacional y los penitenciarios realizaron una requisa torturando a todos los presos, y robándoles todos los materiales de lectura de las celdas. Además se reconocen en las prácticas de tortura realizadas en la Unidad 9, algunas comunes a las que , según explican las organizaciones de derechos humanos, se aplican en las unidades de la provincia hoy en dia; tales como "la zapatilla" donde se golpea en las plantas de los pies para omitir las marcas, o "el teléfono", un golpe seco en ambos oidos, con ambas manos; los golpes en la boca del estómago, las duchas de agua fria, la ropa de invierno en verano y a la inversa, etc.

Los acusados en el juicio son por un lado los suboficiales penitenciarios que estaban a cargo de la Unidad, y por el otro, médicos que cumplían un rol fundamental para el andamiaje represivo, dando el visto bueno y el aval para la continua tortura. Los tres doctores acusados son Carlos Jurío, Enrique Corsi y Luis Favola, de 61 ,64 y 65 años. Los 11 penitenciarios que están en el banquillo son: Abel Dupuy, Isabelino Vega, Victor Ríos, Elio Marcoso, Jorge Perata, Valentin Romero, Hector Acuña, Ramón Fernandez, Andres Basualdo, Catalino Morel y Raul Rabaneira.

Las causas de los querellantes son: Homicidio y Privación Ilegitima de la Libertad de Dardo
Carbo, Rufino Pirles (ambos asesinados durante un traslado), Horacio Rapaport, Angel Georgiadis y Julio Cesar Urien; Tormentos seguidos de muerte a Marcos Ibañez; privación ilegitima de la libertad de Guillermo Segalli, Gonzalo Carranza y Miguel Dominguez (todos desaparecidos) y de Horacio Micucci, Juan Distefano y Juan Gramano; también se los acusa del homicidio de Juan Carlos Delhi; los tormentos seguidos de muerte de Alberto Pintos, quien sufría de epilepsia, y fue fundamental la decisión del Dr. Corsi quien firmó para que el preso continúe siendo torturado en un "buzon de la muerte", hasta finalmente fallecer en un hospital. También se juzgan otros tormentos a 63 víctimas.

Durante el juicio, un centenar de personas de organismos de derechos humanos, agrupaciones estudiantiles y partidos políticos se concentraron en la esquina del ex edificio de la Amia, apoyando a los familiares; y en algunos afiches pegados por la zona, se recordaba que Jorge Julio Lopez estuvo preso 2 años en la Unidad 9 y que hoy tendría que estar presente en el juicio.

Recién el 20 de abril comenzarán a recibir testimonios, y finalmente en Agosto se juzgará los hechos ocurridos en la causa N 2901/09 caratulada: "DUPUY, Abel David y otros s/homicidios, tormentos, privación ilegal de la libertad y otros", ocurrido en la Unidad Penitenciaria 9 de La Plata, durante la última dictadura militar argentina.

ROSARIO: 15 AÑOS PARA EL ESPÍA DE LA DICTADURA


(R.Rosario).-"Lo importante es que se haya llegado a una condena, no sólo por mí que lo puedo contar sino por aquellos que no pueden contarlo", dijo Ricotti, testigo clave en el juicio al ex agente secreto del Ejército, Horacio Américo Barcos.

Por Juan Carlos Tizziani

El Tribunal Oral Federal condenó ayer a un represor de la dictadura y ex agente secreto del Ejército, Horacio Américo Barcos, a once años de prisión por "privación ilegal de la libertad agravada" y "tormentos" en dos casos, en concurso real, y unificó la pena con otra anterior por "extorsión" a un empresario de Tres Arroyos, en 2003, lo que significa una condena única y efectiva de 15 años de cárcel, hasta el 2025. "Nunca más impunidad en este país", dijo la presidenta de las Madres de Plaza de Mayo, Celina Kofman, a poco de salir de la sala de audiencias donde se leyó el veredicto con pañuelos blanco en primera fila.
Barcos operaba como PCI en el Destacamento de Inteligencia Militar 122 de Santa Fe. Lo juzgaron y condenaron por integrar un grupo de tareas que secuestró al historiador y ex dirigente de la CTERA, José Alberto Tur, ya fallecido y a su ex esposa, Amalia Ricotti, en mayo de 1978. Amalia sobrevivió para contarlo, se sobrepuso a tres décadas de impunidad y ayer se la veía con los ojos iluminados, pero feliz. "Se hizo justicia", dijo en la escalinata del Tribunal. La esquina de Primera Junta y 9 de Julio ya estaba repleta de gente, tal como ocurrió en el juicio al ex juez Víctor Brusa y compañía, a fines de diciembre último.


La lectura del veredicto no insumió más de cinco minutos. "Es una sentencia adoptada por unanimidad", dijo el presidente del Tribunal, José María Escobar Cello. Lo secundaron sus colegas Daniel Laborde y María Ivón Vella.

Ricotti se declaró satisfecha por el resultado del juicio. "Estoy conforme. Lo importante es que se haya llegado a una condena, no sólo por mí que lo puedo contar sino por aquellos que no pueden contarlo. Así que ahora voy a seguir acompañando a todos los que deben transitar esta etapa tan difícil", afirmó Amalia. Sus abogados querellantes Horacio Coutaz y Zulema Rivera habían pedido 21 años de cárcel para Barcos. La fiscalía solicitó 15. Y el Tribunal lo condenó a once años, más la unificación de otros cuatro por "extorsión", lo que hace un total de 15 años.

Amalia se lamentó por tantos años de impunidad. "Es una pena que haya pasado tanto tiempo porque, lamentablemente, Alberto no llegó a ver este momento. Un recuerdo muy grande para él."

¿Qué siente en un día como hoy? le preguntó Rosario/12.

Estoy muy emocionada. Lo que siento, si retrocedo en el tiempo, es lo que sentí el día que me secuestraron. Esa sensación que la puedo decir ahora y que pensé: '¿Algún día podré contar, podré decir y podrán escuchar lo que pasó?' Bueno, hoy lo pude contar y me han escuchado. Tengo la justicia a mi lado contestó Amalia.

Usted dijo que era la memoria de Tur ¿Es así?

Sí, de alguna manera soy su memoria. Porque vivimos todo esto juntos, estuvimos juntos en el centro clandestino y comenzamos las denuncias juntos. Lamentablemente, el no lo pudo ver esto y yo lo siento muchísimo expresó Ricotti.

A pesar de la alegría de Amalia, sus abogados tenían otras expectativas. "Hay que resaltar que hubo condena, pero nosotros creemos que había pruebas para una pena más alta", dijo el doctor Coutaz. "Estamos convencidos que hay motivos para solicitar la máxima (21 años). Son delitos de lesa humanidad, muy graves, Amalia y Alberto Tur estuvieron quince días en un centro clandestino sometidos a tormentos y privación ilegal, por un grupo de tareas que operaba desde el Estado y con pretensión de impunidad".

Su colega Zulema Rivera coincidió. "Si no se aplica la máxima para estos delitos, ¿para quién es la máxima?", le planteó Rosario/12. "Eso lo tiene que responder el Tribunal y también la Fiscalía que pidió diez años menos de lo que podría haber pedido", respondió la abogada. "Creo que todavía falta que se tome verdadera conciencia de la gravedad de las conductas como las que se probaron en este juicio".
* Celina Kofman (madre de Plaza de Mayo): "Se hizo justicia. Tal vez podrían haber sido más años de condena, pero se ha vencido la impunidad. Eso es lo importante. Los juicios son un ejemplo, no sólo por la lucha incansable de las Madres y los familiares, sino por el reclamo de la sociedad".

* Daniel García (querellante en la causa Brusa): "La sentencia dentro de todo cumple las expectativas. Son quince años unificados. Es un represor más que está donde tiene que estar, en la cárcel de Las Flores".

NI OLVIDO NI PERDÓN: JUSTICIA POPULAR

Alto Valle(HIJOS).- Un nuevo hecho, el asesinato de la compañera setentista y testigo en el juicio al represor ex juez federal Víctor Brusa, Silvia Suppo, nos demuestra que la impunidad es la garantía de libertad de los genocidas en esta justicia burguesa.

¿Cuántos desaparecidxs y asesinadxs más necesitamos para darnos cuenta que el sistema instaurado por el terrorismo de estado no culminó, como nos quieren hacer creer, con estas democracias débiles que gobiernan desde 1983?, ¿Qué más necesitamos para convencernos que el Estado y sus instituciones fueron y son cómplices del genocidio? ¿Acaso no nos basta con saber que caminamos por las calles con genocidas libres y que los que fueron juzgados fueron beneficiados en vez de castigados?

Porque creemos que la justicia debe ser una construcción popular, porque queremos que sobre los genocidas caiga la condena social, porque no queremos ningún desaparecidx-asesinadx más, porque seguimos denunciando que el aparato represor sigue funcionando, porque hacemos responsable al Gobierno de la desaparición del compañero Jorge Julio López y del asesinato de la compañera Silvia Suppo…..Seguimos gritando



Ni olvido ni perdón

Justicia popular