A 20 días de la recuperación, la Werken (Mensajera) rescata la solidaridad recibida. Pero a la vez denuncia la aparición de un alambrado en el territorio. Lo estaría construyendo un vecino amparado por el poder político. También hubo disparos en las cercanías. Preocupación ante este atropello.
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El viernes 12 de marzo, la Comunidad Pulgar Huentuquidel recuperó su territorio ancestral, el que fuera poblado hacia mediados del siglo pasado por don Lorenzo Pulgar Huentuquidel. Luego de varias décadas de reclamos, sus descendientes decidieron volver al lugar donde varios de ellos nacieron y retomar la vida de contacto con su tierra que se vio interrumpida con la llegada de la industria maderera y su secuela de despojo, destrucción ambiental y tramposa apropiación de los territorios que ocuparon los antiguos pobladores de la Comarca Andina.
Para poner un poco de justicia a este proceso iniciado a fines de la década del `60, es que alzaron su voz los Pulgar Huentuquidel, afirmando en un primer comunicado “Luego de más de 30 años de reclamos, hoy la Comunidad Pulgar Huentuquidel decide recuperar su territorio ancestral en forma pacífica, enmarcados en el artículo 75, inciso 17 de la Constitución Nacional y del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT)”
Sumaban su voz a otras Comunidades de la Comarca, como la Motoco Cárdenas, Cayún, Las Huaytecas, Leopoldo Quilodrán, entre otras.
Durante los 20 días posteriores a la recuperación, la Comunidad recibió cantidad de muestras de vecinos, Comunidades y medios de comunicación. Pero también han escuchado tiros y, la semana pasada, encontraron un alambrado a 200 metros de la casilla (ruka) que ocupan algunos integrantes de la familia.
En diálogo con la Cabina Radiofónica (por FM Alas), la Werken Lala Muñoz, contó: “Hemos tenido mucha colaboración de la gente: De El Bolsón, de Mallín (Ahogado), de Villa Turismo… Hemos puesto el agua… Tenemos leña suficiente… Esta ruka se a va a revocar y van a empezar a preparar adobes para construir otra. Es un grupo de vecinos solidarios…Pero también nos han puesto un alambrado. Hay un “magnate” que nos está encerrando… A unos 200 metros de la ruka hay un alambrado… Lo estaría haciendo un vecino que hace años ocupa parte del territorio, porque alguien de otro lado no va a venir a cerrar… Además tiene que conocer bien el lugar y saber a dónde se dirige”.
“Los primeros días hubo tiros a la mañana y a la tarde, y una noche de madrugada hubo varios de un señor que iba de a caballo… Mi hermano lo vio. Yo llamé a la policía en ese momento…” “Realmente, si este lugar tiene dueño, debería presentarse…”
La pregunta inevitable - sobre “el vecino” del que se habla - es con respecto a si éste tiene vínculos políticos. Y Lala no duda en responder: “Si. Y de una u otra forma, se siente protegido”.
En la tarde cordillerana, a un costado del camino que lleva a Puerto Patriada, Lala hace un balance entre la solidaridad recibida y los otros hechos que la preocupan. “Uno cierra y otros abren… ¡Los caminos! ¿No?
* Cabina Radiofónica de El Pedregoso (FM Alas)
Fuente: PuertaE
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