(Mapuexpress).- Este jueves 11 de octubre se dará
inicio a una de las últimas audiencias en la causa por el asesinato del
dirigente indígena Javier Chocobar, con los alegatos de las partes. Se
juzgan a tres imputados y se dictará sentencia nueve años después del
hecho. Doce audiencias pasaron por la sala del Tribunal Oral, con
declaraciones de testigos, víctimas y peritos. Pero hay una idea que
intentan imponer desde la defensa y que atravesó todo el proceso: un
dueño (Amín), se defendió de unos extranjeros/usurpadores (la Comunidad
Indígena de Chuschagasta) que quisieron quitarle “su” cantera de lajas.
Entonces vale preguntarse: ¿las tierras son de Amín?
Por Santiago Camuña. Fotos Bruno Cerimele.
“Nunca imaginé que el dueño de la casa
quede imputado”, declaró Darío Amín el día 13 de septiembre en el
Tribunal Oral de Tucumán. El señalado como autor del disparo que mató a
Javier Chocobar (el 12 de octubre de 2009), no había hecho uso de la
palabra hasta ese momento, pero decidió dar una versión de lo ocurrido.
Buscó victimizarse e intentó negar que haya sido un ataque, por el que
está imputado por homicidio calificado y homicidio calificado en grado
de tentativa, junto a dos ex policías vinculados a la dictadura:
Humberto “el niño” Gómez y José Valdivieso. La víctima fatal es Chocobar
y los heridos dos integrantes de la Comunidad Indígena Los Chuschagasta
de Tucumán.
“Yo no soy asesino. Que quede claro que
yo estaba en mi casa”, agregó Amin el día de su primera declaración.
Esta referencia a las tierras como “las de la familia Amin” se repitió
varias veces. Lo dijeron no sólo el imputado, sino también los abogados y
abogadas defensoras, la misma presidenta del tribunal (al formular las
preguntas) y algunos medios masivos. Apuntó a crear una imagen en donde
alguien estaba en “su casa”, a la que fue con dos amigos (o socios) y
como había gente supuestamente extraña, les dispararon. Aunque es
evidente que, de ser realmente los dueños, no se reduciría en lo más
mínimo la responsabilidad criminal de los imputados, cabe preguntarse
¿Realmente las tierras son de Amín?