El Bolsón (ANPP).- Referentes del campo popular se suman a la campaña organizada por familiares y amigos de Julián Antillanca, esperando que en la reapertura del caso, se consiga condenar a los responsables de su asesinato.
Carlos Aznarez (Director de Resumen Latinoamericano y del Tercer Mundo. Periodismo de contrainformación.), Norman Briski (reconocido actor y director de teatro), entre otros lo hacen de manera bien explícita.
Podés sumarte a la campaña bajándote  el cartel de la foto de perfil que está en Trelewcontra Laimpunidad y sacándote vos una foto con ese cartel para ponela en tu perfil o portada y enviarla al facebook antes mencionado.

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lunes, 15 de junio de 2015
CASO ANTILLANCA: ROMPER LA CADENA DE IMPUNIDAD
Daniel Riera* – (Cosecha Roja.).-Por la mañana de ayer, cuando me enteré 
que Gabriela Bidera, acusada de encubrimiento agravado, había solicitado
 una probation, me sentí feliz. Si el 8 de junio había faltado a la 
audiencia acusando una gastroenteritis, si el 9 de junio  se descolgaba 
con esto, quería decir que estaba perdida. Sonaba a manotazo de ahogado.
 Al pedir una probation estaba reconociendo que había mentido. A nadie 
en su sano juicio se le puede ocurrir que una persona que miente en un 
juicio y que encubre a cuatro asesinos de uniforme que mataron a un 
chico de 20 años se le puede conceder una probation.
Es un lugar común, pero lo apliqué bien 
en este caso. Dije: “a nadie en su sano juicio”. El problema es que este
 juicio, hasta ahora, no tiene nada de “sano”. El tribunal pasó a cuarto
 intermedio y a las 15 de ayer le concedió a Gabriela Bidera el 
beneficio solicitado, con la increíble anuencia de la fiscal Mirta del 
Valle Moreno, que pronto será jueza. En este segundo juicio, la Justicia
 va perdiendo 1 a 0. Y lo peor es la negligencia demostrada por quien 
supuestamente está del lado de los buenos.
Repasemos: hablamos de cuatro policías 
que mataron a golpes y a patadas a un chico de 20 años llamado Julián 
Antillanca. Hablamos de dos chicas que vieron cómo arrojaban su cadáver 
en una esquina desde un patrullero. Resulta que una de esas chicas, 
Jorgelina Domínguez, declara todo lo que vio. Resulta que la otra, 
Gabriela Bidera, es hija de un comisario. Resulta que Gabriela Bidera 
decide negar todo lo que vio y embarrar a Domínguez acusándola de haber 
recibido dinero para inventar una historia. Resulta que Bidera es 
absuelta junto con todos los acusados en un juicio vergonzoso. Resulta 
que el Superior Tribunal de Justicia ordena un nuevo juicio y la Corte 
Suprema de Justicia ratifica la decisión. Resulta que en este nuevo 
juicio Gabriela Bidera dice Bueno, ok, admito que no fui del todo veraz 
en el juicio anterior en relación con ese chico muerto al que arrojaron 
desde un patrullero, estuve floja, ¿me perdonan? Y los jueces –con la 
anuencia de la fiscal, que había pedido para ella una pena excarcelable–
  le dicen Bueno, dale, ok, pero no lo vuelvas a hacer, ¿eh? ¿En qué 
consistirá su probation? ¿Escribirá mil veces en un pizarrón “No debo 
encubrir homicidios calificados”?
El nuevo juicio por el asesinato de 
Julián Antillanca no pudo haber tenido peor comienzo. La policía de 
Chubut –muy particularmente la de Trelew– tiene una larga lista de 
crímenes en democracia, contemporáneos al de Julián. Rápidamente pienso 
en Bruno Rodríguez Monsalvez, asesinado. O en César Monsalvez (13 años),
 desaparecido. O en Angelo Vargas, “suicidado” en un calabozo. O en 
Mauro Castaño, “incendiado” en otro calabozo. A Maxi Almonacid no lo 
mataron: lo violaron con un bastón entre varios policías, en una 
comisaría. Tenía 16 años. Los policías que lo violaron fueron absueltos,
 todos menos los tres que confesaron, que recibieron penas de prisión en
 suspenso y nunca dejaron de trabajar como policías. Dos de los tres 
jueces absolvedores del caso Almonacid integran el nuevo tribunal del 
caso Antillanca. Dos de los tres jueces absolvedores del caso Antillanca
 integrarán dentro de unos días el nuevo tribunal por el caso Almonacid.
 Policías asesinos, policías violadores y jueces han demostrado hasta 
ahora que se llevan muy bien entre sí. Sólo una enorme presión popular 
puede torcer esta cadena de impunidad que parece no tener fin. Si nos 
dormimos, nos duermen de nuevo.
*Director, junto a Mauro Gómez, de Un paisaje de espanto, documental sobre el caso Antillanca.
Foto: El diario de Madryn
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