Llegando
 a fin de año, los balances y evaluaciones se hacen inevitables y 
también necesarios. Necesarios, porque la cantidad de información o 
desinformación que día a día nos rodea es desmesurada para que nuestros 
cerebros la retengan, y jústamente esa es la intencionalidad de los 
medios hegemónicos. Es decir, por un lado el interés comercial de 
“vender”, por el otro el interés de que se difunda cierta información 
sin importar si es verdad, o si es un invento, pero pasando a ser ésta 
“la verdad del momento”, el tema de conversación en las paradas, los 
negocios, etc, el llamado "sentido común" colonizado por los medios 
hegemónicos. Así se construye un sujeto sin memoria y sin consciencia de
 su realidad, porque lo que ve y lo que escucha es la sombra de lo que 
realmente es. Es decir, incapaz de hacer un análisis crítico de lo que 
sucede.
Y es necesario 
recordar los hechos, pero también los mecanismos por los cuales estos 
hechos salen a la luz, porque en definitiva, incluso nosotros, los 
medios comunitarios, populares y alternativos, terminamos hablando de lo
 que quieren los grandes medios, cuestión de la que tratamos de estar 
alertas, pero de las que muchas veces no zafamos.
Por
 ejemplo, a nivel local y regional han pasado muchas cosas para 
destacar, pero seguramente se recordará más este año por la represión en
 el Lof Cushamen y la desaparición seguida de muerte de Santiago 
Maldonado (ahogamiento para los medios hegemónicos), pero no se 
recordará tanto las multitudinarias e históricas marchas en El Bolsón 
por el No Al Loteo, que en definitiva van torciendo la balanza para el 
lado del pueblo en los últimos años. Desde los sucesos de diciembre y 
enero, nuestro pueblo se vio incrementado en número de gendarmes y 
camionetas verdes yendo y viniendo por el pueblo. Tan es así que es 
improbable no cruzarse con una insignia de gendarmería cada vez que uno 
sale a hacer compras o a dar un paseo por El Bolsón. Esto se llama ni 
más ni menos que, militarización del territorio.
En
 el mismo Enero, mes en el que se sucedieron las grandes marchas por el 
agua y la tierra, y el Acampe Pacífico Y Popular que se instaló por más 
de dos meses frente al ACA, fue la primer gran represión en el Lof 
Cushamen, con la detención de Facundo Jones Huala quien todavía sigue 
preso, la detención de 7 vecinos de El Bolsón que habían ido a apoyar a 
la comunidad, y los dos heridos de bala de la comunidad (uno de ellos 
quedó con secuelas graves). Todo esto sucedió también este año. El mismo
 en el que mataron a Santiago y a Rafa Nahuel.
Cuando
 vemos en una línea cronológica los hechos sucedidos durante este año 
nos parece mucho. Sí, mucha represión y mucha muerte. No es la 
pretensión de esta editorial ni de nuestros medios sólo hacer denuncia. 
Pero en estos tiempos nos hemos dedicado bastante a ello. Tiempos de 
retroceso, ante la avanzada de la derecha, en los que día a día nos 
enteramos de hechos lamentables de represión y de muerte. Tiempos en los
 que se hace necesario aferrarse más que nunca al compañero/a/e y a las 
pequeñas victorias de nuestro Pueblo; también por qué no a las bellezas 
de la vida cotidiana, a la esperanza, a la militancia, la lucha, porque 
sino ¿Cómo seguir? En este mes de balances, hagamos una cronología de 
“nuestros hechos”, ya sean de avance o de retroceso, pero nuestros.
 

 
 
