16 de mayo(APL).-
CONFERENCIA DE PRENSA EN EL INSTITUTO
 DE ALTOS ESTUDIOS SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD NACIONAL DE SAN MARTÍN - 
INSTITUCIONES Y ORGANIZACIONES SOCIALES RECHAZARON LA REFORMA DE LA LEY 
24.660
(APL)
 “La manipulación demagógica del femicidio de Micaela jugó un papel 
fundamental en la activación del tratamiento de la ley y vino a reponer 
un discurso altamente represivo y punitivista. Esta reforma nos atrapa
 en el endurecimiento de la política penal, simplificando la realidad y 
ubicando en el mismo plano delitos de diferente orden, como los delitos 
contra la propiedad, los delitos contra la integridad sexual, y el 
femicidio. Experiencias de este tipo de reformas
 las vivimos años anteriores con la llamada Ley Blumberg (2004), y con 
el fracaso que supuso la conocida Ley Petri en Mendoza (2012), y las 
estadísticas que surgieron desde su entrada en vigencia confirman que 
creció sostenidamente la población carcelaria y
 sin impacto sobre el delito, evidenciando que el problema de la 
seguridad no se resuelve con más cárcel”. Parte del documento que leyó 
María Medrano, texto que fue elaborado por Nora Cortiñas (Madres de 
Plaza de Mayo – Línea Fundadora); Red de Cooperativas
 de Liberados y Organizaciones Sociales en Contextos de Encierro; 
Universidad Nacional de San Martín (IDAES,
CUSAM, Programa de Articulación Territorial / 
UNSAM); Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) ; Comisión Provincial por la Memoria (CPM)–Procuración Penitenciaria Nacional (PPN);
 Programa de Extensión en Cárceles-Facultad
 de Filosofía y Letras- UBA; Colectivo Ni una menos y Curas en la Opción
 por los pobres. Todos ellos participaron de la conferencia de esta 
mañana. Más abajo, texto completo del pronunciamiento y adherentes.
La Cámara de Diputados de la Nación discutirá en los próximos días la
 modificación de la Ley 24.660 de ejecución de la pena privativa de la 
libertad (expediente CD 90/16). Distintas organizaciones sociales, 
organismos de derechos humanos, universidades,
 fundaciones, académicos, operadores judiciales, familiares y personas 
detenidas y liberadas manifestamos nuestra preocupación ante lo que 
consideramos una respuesta rápida e ineficaz al problema de la 
inseguridad que nos atraviesa”.
La manipulación demagógica del femicidio de Micaela jugó un papel 
fundamental en la activación del tratamiento de la ley y vino a reponer 
un discurso altamente represivo y punitivista. Esta reforma nos atrapa 
en el endurecimiento de la política penal, simplificando
 la realidad y ubicando en el mismo plano delitos de diferente orden, 
como los delitos contra la propiedad, los delitos contra la integridad 
sexual, y el femicidio. Experiencias de este tipo de reformas las 
vivimos años anteriores con la llamada Ley Blumberg
 (2004), y con el fracaso que supuso la conocida Ley Petri en Mendoza 
(2012), y las estadísticas que surgieron desde su entrada en vigencia 
confirman que creció sostenidamente la población carcelaria y sin 
impacto sobre el delito, evidenciando que el problema
 de la seguridad no se resuelve con más cárcel. 
En relación a los delitos contra la integridad sexual y los 
femicidios, sobre los que se apoya no solo esta reforma sino parte del 
discurso mediático, creemos que a diferencia de los otros delitos, éstos
 requieren de un tratamiento específico y de dispositivos
 acordes a su complejidad. 
La ley vigente tiene como objetivo a través de la progresividad de la
 pena preparar a las personas para asumir una libertad responsable. Lo 
cierto es que la ley no se cumple. Creemos que esta reforma acentuará 
los conflictos y no plantea soluciones a las
 problemáticas existentes en las cárceles: la superpoblación, el 
hacinamiento, la falta de asistencia a la salud e higiene, el acceso a 
la educación, la mala alimentación, la violencia física y psicológica, y
 el uso de la tortura como prácticas habituales.
La norma tampoco propone soluciones a la falta de políticas pos 
penitenciarias, lo que supone falta de compromiso y seguimiento con los 
liberados y más desatención de las víctimas, y en términos legales viola
 el principio de resocialización que es el único
 fundamento de la pena en nuestra Constitución Nacional y desconoce los 
tratados internacionales a los que nuestro país ha subscripto.
La población que habita las cárceles se compone mayormente de 
personas que provienen de familias pobres con un bajo nivel educativo y 
que se encontraban desocupadas al momento de su detención. Desde nuestra
 experiencia en el trabajo dentro y fuera de las
 cárceles, podemos afirmar que la posibilidad de estudiar y trabajar en 
el encierro, así como en las salidas transitorias, amplían el mapa de 
relaciones afectivas y de contención material, permitiendo la 
transformación hacia nuevos modos de vida. Según un estudio
 realizado en el año 2015 por la Facultad de Derecho de la Universidad 
de Buenos Aires y la Procuración Penitenciaria Nacional, el 85 % de las 
personas privadas de libertad que estudian, no reinciden. Esta es una 
verdadera política de seguridad.
En respuesta a esta reforma queremos presentar nuestro trabajo como 
otro modelo de construcción de una sociedad más segura y con pleno 
ejercicio de derechos para todos sus ciudadanos. Los firmantes llevamos a
 cabo propuestas académicas, educativas y de formación
 en artes y oficios, y conformamos cooperativas de trabajo como medios 
para la subsistencia; estudiamos el régimen de ejecución de la pena; 
desarrollamos dispositivos de acompañamiento integral y construimos 
herramientas concretas para la integración social
 y laboral de personas privadas de libertad, liberados y familiares. 
Creemos que estas acciones son herramientas eficaces para evitar la 
reincidencia.
Tal como sucedió en la Cámara Alta, donde se pudieron escuchar todas 
las voces, exigimos que los diputados abran el debate y convoquen a las 
organizaciones, instituciones, familiares y liberados para pensar 
conjuntamente otros modos de abordar el problema
 de la inseguridad, en vez de disponerse a aprobar rápidamente una 
reforma que, creemos, no solucionará los conflictos dentro ni fuera de 
las cárceles.
Adhieren:
Frente Sin Reversa -Instituto de Estudios Comparados de Ciencias penales y sociales (INECIP) – Centro de Estudios de Ejecución Penal – Facultad de Derecho (CEEP -UBA) – Centro
 de Estudios en Política Criminal y Derechos Humanos (CEPOC) – Campaña Nacional contra la Violencia Institucional – Asociación Civil de Familiares de Detenidos (ACIFAD) – Grupo de Estudios sobre Educación
 en Cárceles (GESEC) – Cátedra de derecho penal y género. Especialización en derecho penal.
UNLP – Programa de Estudios Sobre el Control Social (PECOS) –
IIGG – UBA – Instituto de Investigación y Experimentación Política (IIEP) – Cátedra de Formación y Acción Comunitaria de la Secretaría de Cultura
UNLP – Agencia Para la 
Libertad- Fundación El Arte de Vivir- Comisión Investigadora de la 
Violencia en los territorios – Colectivo Radio La Cantora – Atrapamuros –
 Asociación Civil Camino hacia el Siglo
XXI – Centro de Orientación para Familiares de Detenidos (COFAM)
 -Agrupación Lucía Cullen – YvyPorá Tierra Fertil – Comisión Nacional de
 Liberados -Cazona de Flores – Centro de Formación Profesional N° 24–
 Colectivo de Mujeres Osadía – Colectivo Trafo– Frente Social y Político
 La Brecha – H.I.J.O.S Capital – Biblioteca Popular La Carcova – Centro 
Cultural Deportivo y Los Amigos – Mesa Reconquista – Clínica de la 
Vulnerabilidad Programa
UBA XXII- Asociacion Miguel Bru y Asociacion Pensamiento Penal