Bariloche (Al Margen).- La realización de  12 microprogramas de ficción denominados 
“Mapuzungun- El habla de la tierra”, rodados en estas tierras con gran 
belleza, constituyó de alguna manera el puntapié inicial para la 
conformación de la Cooperativa Pulafkenche (Gente de los Lagos) 
Comunika, un espacio integrado por jóvenes profesionales dedicados a la 
comunicación y divulgación de la cultura mapuche.
Aquel proyecto audiovisual, que todavía sigue reproduciéndose en 
diversos espacios, reunió al Equipo de Comunicación Pulafkenche con 
María Manzanares y Bruno Osorio, integrantes del Centro de Producción de
 Contenidos Audiovisuales de la Universidad Nacional de Río Negro 
(UNRN). Ambos espacios venían compartiendo desde el 2011 el interés de 
generar contenido local que los identificara y el acercamiento de 
miradas,  con una línea editorial que se definió cada vez más precisa, 
fue conformando el equipo. El trabajo finalmente fue lanzado en 2015 y 
trasmitido por Canal Encuentro y permitió a través de unitarios que 
trabajaban distintas palabras de la lengua mapuche ingresar en la 
cosmovisión de un pueblo que tiene mucho por contar sobre sí mismo. Y es
 que aquel relato, y los que siguen, no hablan como se presupone en 
general de una cultura del pasado, por el contario, dan cuenta de un 
pueblo y una cultura viva, que necesita ser reconocida y florecer por 
estas tierras.
“Nuestra propuesta era la de reunir ambas partes: ellos aportando
 el contenido y nosotros las herramientas de trabajo y la experiencia 
como realizadores audiovisuales”, relata ahora María Manzanares, 
rememorando la inquietud inicial. Así, a lo largo del tiempo se fueron 
reuniendo, conociendo. Comenzaron a interiorizarse en el mundo mapuche y
 la comunidad en el lenguaje audiovisual. “Ahí empezamos el camino y 
después surgió la posibilidad de hacer Mapuzungun-El habla de la tierra.
 Participamos todos y conocimos la experiencia del rodaje. Fue mi 
primera producción como directora, así que fue un aprendizaje grande. A 
partir de ahí decidimos conformarnos como cooperativa, que también nos 
permitía acceder a distintas líneas de fomento para llevar adelante los 
trabajos”, agrega Manzanares. Daba así sus frutos un largo camino de 
conocimiento  mutuo y en 2016 finalmente la Cooperativa recibió la 
matriz como tal.
“La mitad de los integrantes somos mapuches. No somos especialistas 
del campo audiovisual, hemos sí desarrollado un camino en el área de la 
comunicación a partir de un programa de radio que desarrollamos hace 10 
años en Radio Nacional y que actualmente es una de las patas que da pie a
 la constitución de esta Cooperativa”, completa Vanesa Gallardo, una de 
sus integrantes.
El espacio es definidamente intercultural mapuche y la línea 
comunicacional fundamental es conocer y dar a conocer la cosmovisión del
 pueblo mapuche, hacia adentro como grupo y hacia afuera en las 
producciones audiovisuales. En ese camino se han ido 
presentando otros trabajos, algunos de los cuales participaron de 
distintas ediciones del Festival Audiovisual Bariloche (FAB), siempre 
con gran aceptación y reconocimiento por su delicada estética y profundo
 contenido que permite conocer al pueblo mapuche desde el arte, la 
música, la literatura. Entre ellos se encuentra Ayün pewmatuey – Amulepe
 taiñ purrün (2017) Vídeo Clip de uno de los temas de la cantora 
Anahi Rayen Mariluan  que fue realización integral de 
Cooperativa Pulafkenche Comunika presentado en julio pasado.
“La cuestión es que el tema mapuche siempre es trabajado desde la
 información, lo que más abunda es documental, que está muy centrado en 
la información de hechos históricos, muchos de ellos vinculados con 
hechos de violencia estatal sobre el pueblo mapuche”, dice 
Gallardo. En este sentido, cuenta que como equipo de comunicación vienen
 haciendo un proceso largo de pensar qué es lo que quieren comunicar. “En
 algún momento estuvimos en una línea que estaba muy vinculado con eso, 
en hacer foco en los desalojos, la represión, que a nivel humano nos 
estaba haciendo mal, y también pensábamos: con todas las noticias que 
generamos, quién va a querer ser mapuche”.
Así, sosteniendo aún los reclamos de los pueblos originarios, dieron 
desde lo audiovisual un giro en la línea editorial, pensando desde el 
arte en cómo generar propuestas comunicacionales que al que estuviera 
escuchando le generara esas ganas de interiorizarse en la cultura 
mapuche y su cosmovisión. “Queríamos comunicar otra visión del pueblo 
mapuche, de la vida del pueblo mapuche. Y lo que ha sucedido en la 
devolución de la gente cuando ve los audiovisuales es que, por un lado 
les gusta mucho el producto, las imágenes, la construcción de la idea, y
 por otro lado se ven a sí mismos y se ven bien, en situaciones no 
traumáticas, no dolorosas, y eso es producto de pensar la comunicación 
sobre el pueblo mapuche desde otra lógica también”, señala Gallardo y 
sostiene que al mismo tiempo también es un trabajo político, dado que 
hay una construcción de un discurso muy instalado en la sociedad que las
 herramientas de la comunicación necesitan deconstruir: “Por ejemplo la 
idea de barbarie o de pueblo vencido o muerto. La idea de desierto. 
Porque lo que se llamó Campaña del Desierto para nosotros fue un 
proyecto de Genocidio”.
Del mismo modo, con la presentación de Mapuzungun de alguna forma se 
trató de desinstalar la idea de que el idioma mapuche es una lengua que 
es propiedad solo de los mapuches, sino que cualquier persona tiene 
derecho a acceder a esa lengua y aprenderla.
Imágenes silenciadas 
En general cuando se habla del lenguaje audiovisual respecto a 
imágenes de este pueblo, las que han quedado son las imágenes del 
horror, de los campos de concentración, de los cuerpos en los muesos – 
principalmente de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP)- de lo 
lonkos en cautiverio. Son las imágenes del horror guardadas en lo más 
profundo del pueblo mapuche.
Es así que una de las premisas que se decidió a impulsar 
desde la perspectiva de la Cooperativa era poder revertir ese desierto 
de imágenes bellas. “La construcción del desierto que generó el Estado 
Argentino no fue sólo vaciar el lugar de gente sino vaciar a ese pueblo 
de cuestiones bellas. Entonces quizás esa es la premisa más potente de 
la Cooperativa y del trabajo a desarrollar en este largo proceso”, 
describe Gallardo. 
“Me parece que lo más importante es construir a partir de la 
comunicación: un pueblo alegre, con valores, con ganas de seguir 
existiendo como pueblo. En nuestro trabajo se ve eso”, agrega 
Manzanares.  “Me dediqué a la comunicación y mi interés por formar una 
cooperativa de comunicación intercultural es llevar adelante un tipo de 
pensamiento, una forma de ser, de comunicar. Yo nací acá, me crie acá y 
tenemos mucho en común con los chicos. Nos unimos y formamos esta 
cooperativa y tratamos de sacarla adelante”, agrega. “Es todo un desafío
 poder trabajar de esto y crecer. Sabemos que hay un gran 
profesionalismo y vamos construyendo la mirada, se nota que todos estos 
años de conversa que hemos compartido a ayudado a mirar y sentir de otra
 manera”.
Ambas coinciden en cómo se van dando los procesos de 
sanación  y en cómo el arte ayuda en este sentido, sin que por ello deje
 de haber una reivindicación histórica y una exigencia de justicia.
 “A nivel tejido social entiendo que el arte puede ser una herramienta 
por un lado para para deconstruir discursos y también para sanar 
heridas, ese es un poco la línea del  trabajo de la cooperativa, se 
discutió bastante en un momento por dónde queríamos ir”.
Se ve además el alcance infinito que tienen las producciones, en un 
tiempo en que se excede lo territorial, ya que el material viene 
circulando por distintos festivales generando gran identificación de las
 comunidades y también una importante devolución de lo que se proyecta. 
Lo que se ve en la pantalla es en verdad ha sido trasmitido por los 
antepasados y ahora vuelve en imágenes a recordar tanto de todo lo que 
queda guardado en la memoria de un pueblo que sigue resurgiendo, aun con
 tremendo dolor y  a pesar de lo intentos por ser acallados.
X Violeta Moraga – fotografias Cooperativa Pulafkenche
*Esta sección es posible a Puntos de Cultura, programa que depende del Ministerio de Cultura de Nación.

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