Los
 hechos se remontan al 28 de diciembre de 2012. Ese día, la comunidad 
Winkul Newen resistió un intento de desalojo promovido por una 
subsidiaria de la empresa norteamericana Apache –comprada en 2014 por 
YPF. El objetivo de la acción judicial era reactivar la explotación del 
Yacimiento Portezuelo Norte, emplazado dentro de la comunidad y 
paralizado desde hacía varios meses por los mapuches. Aquel día la 
oficial de justicia Verónica Pelayes, ahora querellante en la causa 
penal, sufrió lesiones al recibir el impacto de una piedra en el rostro,
 hecho que le imputan a Ñamku y califican como tentativa de homicidio.
Lo
 ocurrido en aquella jornada se enmarca en el extenso proceso de avances
 petroleros sobre la comunidad, promovidos por el estado provincial –que
 otorga las concesiones- y consumado por diferentes empresas –como las 
norteamericanas Pioneer y Apache en su momento, y que pretende continuar
 la subsidiaria de YPF, Yacimientos del Sur. Vale decir que todo ello se
 encuentra en flagrante violación de los derechos indígenas ya que la 
política hidrocarburífera, tanto en la provincia de Neuquén como a nivel
 del país, se implementa sin el libre, previo e informado consentimiento
 de los Pueblos Originarios afectados. Desde hace más de una década esta
 situación es denunciada por organizaciones indígenas y sociales e, 
incluso, el entonces Relator Especial de la ONU para los Pueblos 
Indígenas, James Anaya,  emitió un documento en el mismo sentido luego 
de su visita a la Argentina en 2011.
Lamentamos
 las lesiones sufridas por la oficial de justicia, consideramos que son 
consecuencia de la violencia generada por la negación derechos al Pueblo
 Mapuche. Durante más de una década de avanzada petrolera, la comunidad 
Winkul Newen ha estado expuesta tanto al hostigamiento de la policía y 
de civiles armados -e incluso niños y ancianos han sufrido graves 
lesiones. Para ellos no ha habido justicia, como tampoco hay por la 
violenta afectación ambiental, que impide el normal desarrollo de la 
vida mapuche al interior de su territorio.
Como
 capítulo latinoamericano de la Red del Sur Global Oilwatch, 
consideramos que la mera posibilidad de que una persona sea juzgada y 
condenada bajo el cargo de tentativa de homicidio por defender su 
territorio lanzando piedras es un hecho desproporcionado que responde a 
un nuevo intento de profundizar la criminalización de la protesta 
social. De haber un fallo condenatorio se sentaría un grave precedente y
 en el futuro, cualquier persona podría enfrentar los mismos cargos por 
participar en una protesta en la que se lanzaron piedras.
También
 queremos expresar nuestra preocupación por el procesamiento de los 
asambleístas Horacio De Carli, Facundo Scattone, Bernardo Zalisñak, 
Francisco Larocca y Cesar Arístides Pibernus por el delito de 
‘entorpecimiento del normal funcionamiento del transporte terrestre’, 
dictado por la justicia federal. En agosto de 2014 en Concordia, 
provincia de Entre Ríos, asambleas socioambientales impidieron durante 
varias horas el cruce hacia la República Oriental del Uruguay de cuatro 
camiones que transportaban maquinarias para realizar trabajos de 
prospección sísmica. Aquella acción fue realizada en el marco de la 
lucha por la defensa del Acuífero Guaraní, en la que organizaciones de 
ambos países se oponen a la explotación de hidrocarburos con la técnica 
de fracturación hidráulica o fracking sobre una de las mayores reservas 
de agua dulce de la región.
No
 podemos dejar de mencionar el caso de los trabajadores petroleros de 
Las Heras, en la provincia de Santa Cruz, que constituye un gravísimo 
exponente de la criminalización de la protesta social -en el que 
claramente se busca disciplinar para garantizar la productividad de las 
empresas. En diciembre de 2013 Ramón Cortez, José Rosales, Franco 
Padilla y Hugo González fueron condenados a cadena perpetua por la 
muerte del policía Jorge Sayago, ocurrida en febrero de 2006, cuando 
trabajadores y policías se enfrentaron en el marco de una larga huelga 
contra la  precarización laboral y el cobro del impuesto a las ganancias
 sobre su sueldo. La sentencia, por la cual también se condenó a otros 
seis obreros a penas menores, fue apelada por la defensa, que denunció 
que los testimonios incriminatorios habían sido obtenidos bajo torturas.
Desde
 Oilwatch Latinoamérica queremos expresar nuestra solidaridad con 
quienes defienden sus territorios del avance de la frontera extractiva y
 que hoy enfrentan procesos de criminalización, así como también nos 
sumamos al pedido de absolución de los trabajadores petroleros de Las 
Heras.
Exhortamos
 a las autoridades argentinas, y en particular al Gobierno de la 
provincia de Neuquén, a garantizar los derechos fundamentales del Pueblo
 Mapuche. Asimismo instamos a las autoridades argentinas, y al Gobierno 
de la provincia de Entre Ríos en particular, a garantizar la 
preservación del Acuífero Guaraní.
Abril 2015
Oilwatch Latinoamérica
Acción
 Ecológica (Ecuador), Censat Agua Viva – AT Colombia, FASE (Brasil), 
Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo, Observatorio Petrolero
 Sur (Argentina)
Primeras adhesiones. Argentina: Adolfo
 Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz; Félix Díaz, qarashe comunidad 
Qom Potae Napocna Navogoh; Alberto Binder, vicepresidente del Instituto 
de Estudios Comparados en Ciencias Penales y Sociales (INECIP); Antonio 
Gustavo Gómez, Fiscal General de Tucumán; Maristella Svampa, 
investigadora del CONICET, socióloga; Enrique Viale, Asociación 
Argentina de Abogados Ambientalistas; Bercovich, Alejandro periodista y 
economista; Belén Alvaro, docente e investigadora de la Carrera de 
Sociología, Universidad Nacional del Comahue; Fernando Stratta, 
sociólogo, docente UNLa / UBA / UNSAM; Miguel Mazzeo, escritor, docente 
UBA y UNLa; Lic. Juan José González, profesor jubilado de la Universidad
 Nacional del Comahue; Alexis Papazian, profesor de historia y doctor en
 Antropología UBA; Hernán Moreno, concejal de Zapala (PS); Herman 
Schiller, periodista; Equipo Pueblos Originarios – SERPAJ; Secretaría de
 Pueblos Originarios – Asamblea Permanente por los Derechos Humanos 
(APDH) Nacional; APDH Neuquén; Mesa de los Pueblos Originarios de 
Capital Federal y Provincia; Colectiva Feminista La Revuelta; Sin 
Cautivas, Feministas por la Resistencia; Fundación Ecosur. Ecología, 
Cultura y Educación desde los pueblos del Sur; Frente Popular Darío 
Santillán – Corriente Nacional; Red de Investigadores sobre Genocidio y 
Política Indígena; Diálogo 2000 – Jubileo Sur Argentina; Foro Ambiental y
 Social de la Patagonia – Comodoro Rivadavia; ONG Alerta Angostura; 
Patria Grande; MST Nueva Izquierda – Neuquén; Red Ecosocialista – 
Neuquén; Red Ecosocialista – Santa Cruz; Partido Socialista Distrito 
Neuquén;  Emancipación Sur Neuquén en el Frente Popular, Emancipación 
Sur Corriente Nacional, Asamblea de Bariloche contra la Megaminería; 
Prensa Latina Argentina; Asamblea Permanente del Comahue por el Agua 
(APCA), Lucila Matteucci. Brasil: Prof. Dr. Sebastião 
F. Raulino, Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras de Duque de Caxias
 – FEUDUC (Brasil); Jamila Rodrigues Venturini, periodista; Rede 
Brasileira de Justiça Ambiental (RBJA) Brasil; Toxisphera Associação de 
Saúde Ambiental (Brasil); Associação de Defesa do Meio Ambiente de 
Araucária (AMAR); Associação de Proteçãoao Meioambiente de Cianorte 
(APROMAC), Fórum dos Atingidos pela Indústria do Petróleo e Petroquímica
 das cercanias da Baía de Guanabara (FAPP-BG); Campanha Por um Brasil 
Livre de Fracking; Associação Nacional dos Servidores da Carreira de 
Especialista em Meio Ambiente e do PECMA (ASCEMA Nacional); Associação 
dos servidores do IBAMA – Rio de Janeiro (ASIBAMA RJ). Chile: Andrés Figueroa Cornejo, periodista. México: Comité Cerezo.
Se reciben adhesiones en la cuenta coord-owla@oilwatch.org
 

 
 
