Lejos de ser un hecho aislado y puntual, denunciamos que estos maltratos y palizas son moneda corriente desde hace años cuando los jóvenes regresan a sus casas en el Alto y son interceptados por la policía, simplemente por vivir en un barrio humilde.
Mientras el gobernador Weretilneck nos dice que cambió la estructura de la policía, esta golpiza confirma una vez más lo que venimos denunciado desde hace años, que existe una estructura policial represiva intacta y funcionando con métodos propios de la dictadura militar. Los asesinatos de los chicos de Bariloche, de Garrido y la desaparición de Solano lo respaldan. Las verdaderas intenciones del gobernador y de su aparato policial es el continuismo represivo para mantener un control del descontento social.
Mientras el gobernador Weretilneck hace sus grandes negociados con Lewis y la megaminería, para aquellos sectores donde predomina la falta de trabajo, de salud y educación solo hay como respuesta la represión y la violencia Institucional.
Denunciamos al gobernador Weretilneck como el máximo responsable de esta política represiva, de sostener la impunidad actual de la estructura policial y exigimos un inmediato juicio y castigo a los responsables materiales y políticos de todas las víctimas de la represión policial y gubernamental.
Contacto: sanchez.rodo@gmail.com o móvil: 0294-4337112
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