El Bolsón (ANPP).- Mañana a las 11 horas se convoca a una concentración en el obelisco para repudiar los asesinatos de la burguesía gobernante, la que gobernó siempre, con dictadura o democracia, la que aprende en la "Escuela de las Américas" o con el "Plan Colombia". Es hora de salir a las calles a tomar lo que es nuestro a demostrar/nos que somos más, que sabemos vivir sin cipallos ni patrones, que podemos empoderarnos y organizarnos. 
  
Los BLAQUIER son los dueños de las yungas y de la vida de la gente del lugar.
Si  se fijan en el mapa actual del P.N. CALILEGUA, esta divido en 2  regiones con una inexplicable "franja de tierra" al medio donde por  supuesto hay plantada caña de azucar.
El ingenio avanza sobre la selva pedemontana , ya queda muy poco,  aparentemente la fundacion "PRO YUNGAS", una ONG, es la que pone la  firma para habilitar que los Blaquier avancen; obvio es, que cuando la  firmita no alcanza.....le meten a las balas.....asi es como casi la  mitad del parque paso a sus manos.
Desconozco cuanta hectareas,de Jujuy,  son de los Blaquier,  pero que  muera gente por que le ocupan 15hectareas, es algo tan ridiculamente  aberrante, que pone de manifiesto que esta gente se sigue manejando como  en el medioevo con la impunidad que le  dan los gobiernos burgueses y el TERROR que tiene la gente del lugar.
Quieren  dejar BIEN CLARITO , que ellos son dueños del lugar y su gente ; que a  la hora de matar no les va a temblar el pulso, sea democracia o sea  dictadura.
 En la actualidad y desde la dictadura, en el interior del ingenio  hay un destacamento policial y otro de gendarmeria. Cuando se conmemora  la fecha del apagon, nadie de los que trabaja para el ingenio  participa.....TODAVIA......aunque no lo crean
Les dejo una FOTITO, cañaveral a la orilla del parque, sin ninguna  transicion, solo un camino, de  algunas  plantitas de los Blaquier
 "Recuerdo de la noche del apagón"
   
El 20 de julio de 1976 se produjo el “Apagón de Ledesma”. 
Durante  la noche, en medio de la oscuridad, 400 personas fueron secuestradas y  torturadas, con la complicidad del Ingenio azucarero.  
La lucha por acabar con la impunidad continúa  
   
   Se llama Libertador General San Martín, aunque todos la conocen como Ledesma.  Tal, el nombre del Ingenio azucarero que allí se asienta desde hace más  de 100 años. Es una ciudad del sudeste de la provincia de Jujuy,  ubicada a 106 kilómetros de San Salvador. Allí, hace 30 años, tuvo lugar  uno de los episodios más negros de los tantos perpetrados durante la  larga noche de la dictadura más sangrienta de la historia argentina.
El 20 de julio de 1976, pasados ya 4 meses del golpe que había entronado a Videla y Cía. en el poder, se produjo el llamado “apagón de Ledesma”. Esa  noche, a las 22 horas, toda la ciudad, junto con la localidad de  Calilegua, quedaron completamente a oscuras. Llamativamente, las luces  se apagaron en todos lados, menos en las instalaciones del Ingenio.
Amparados  en la oscuridad, y a bordo de camiones pertenecientes a la propia  empresa azucarera, miembros del ejército y la gendarmería, en  colaboración con la policía, secuestraron a 400 personas, entre  trabajadores, profesionales y estudiantes secundarios y universitarios.  Todos ellos fueron llevados a los galpones del ingenio, para ser  interrogados y torturados.
Muchos de los detenidos  fueron trasladados días más tarde a dependencias de la gendarmería o a  la central de policía de San Salvador. Treinta de ellos son parte de la  lista de los 30 mil desaparecidos que dejó el proceso genocida.
Lo  singular del hecho, además del carácter masivo de las detenciones, fue  la complicidad del Ingenio, que puso a disposición de las fuerzas  represivas su logística, parte de su personal y sus instalaciones.
   Una vez más, como en tantos otros casos, una empresa se  alió a la dictadura, brindándole recursos e información, para secuestrar  y asesinar a trabajadores y luchadores. Claramente, el proyecto de país  que tenían en la cabeza los Videla y los Martinez de Hoz, no difería  demasiado del que tenían los directivos de Mercedes Benz, la Ford, o los  Arrieta y los Blaquier –familias fundadoras y dueñas del ingenio-.  
   
El  bagazo es el desecho de la caña de azúcar que Ledesma acumula en  enormes montículos a cielo abierto en el medio de Libertador General San  Martín, causando trastornos respiratorios y bagazosis.  
   
"La semilla que Olga sembró"  
   
   Olga,  esposa del desaparecido ex intendente de Ledesma Luis Arédez, murió el  17 de marzo de 2005 por un cáncer de pulmón derivado de la inhalación de  bagazo, el desperdicio de la caña de azúcar del ingenio.  
   
Olga  comenzó su lucha durante la dictadura, luego de la desaparición de su  marido. Luis Aredez, médico pediatra, había sido contratado por la  empresa Ledesma en el año 1958, para hacerse cargo de la atención de las  familias de los trabajadores de la zafra. A los pocos meses, fue dejado  cesante. Los directivos, adujeron que gastaba demasiado dinero en  medicamentos. Luis continuó su trabajo de servicio, a cargo del hospital  de Tilcara, y luego en Libertador, en su propio consultorio, y como  Médico de la Obra Social del Sindicato de los trabajadores del Ingenio.  Con dedicación, se convirtió en un hombre amado en el pueblo. A pedido  de la gente, fue nombrado intendente de Ledesma, cargo que desempeñó  durante 8 meses, en 1973. Una de sus primeras medidas fue intentar que  el ingenio pagara los  impuestos (que jamás había pagado) al  municipio. Las presiones de los empresarios forzaron su salida. Fue  secuestrado en 1976. Reapareció con vida un año después y al poco  tiempo, volvió a desaparecer, esta vez para siempre.
   Las  trágicas circunstancias llevaron a que Olga, una sencilla ama de casa  –como tantas de las Madres y Abuelas de desaparecidos-, se convirtiera  en un referente de la lucha en la provincia de Jujuy. Las célebres “marchas contra el apagón”,  y las rondas de los jueves en la plaza de Libertador, fueron ejemplo  para muchos hombres y mujeres. En 1982 funda con otras madres la  agrupación que nuclea a familiares de desaparecidos del Departamento de  Ledesma. No fue su hijo quién desapareció, pero con su pañuelo blanco en  la cabeza, marchó también alrededor de la pirámide de Mayo. Ella  también se convirtió, a fuerza de coraje y compromiso, en “madre” de muchos, de los que ya no estaban, y de los que aun quedaban.
   Su última batalla, la dio también en contra del Ingenio Ledesma. Durante los años finales de su vida denunció la contaminación producida por el bagazo, residuo de la caña de azúcar, que la empresa arroja al aire libre.
   Olga murió el 17 de marzo de 2005, víctima de un cáncer de pulmón provocado por la inhalación de dicho contaminante. La  causa que impulsó en contra de la empresa sigue avanzando. Y con la  declaración de la nulidad de las Leyes del Perdón, la investigación  sobre el secuestro y desaparición de Luis Aredez se reactivó.  
   En la casa donde vivió el matrimonio Aredez, sus hijos y el resto de las madres crearon el   
“Centro de Acción Popular en Defensa de los Derechos Humanos Olga Marquez de Arédez  ( CAPOMA )”, dedicado  a atender casos de impunidad, gatillo fácil y abuso policial, así como  de trabajo y prostitución infantil, mujeres golpeadas, etc.... El  grupo de apoyo a madres y familiares de detenidos-desaparecidos piensa  abrir una biblioteca popular en una parte de esa vivienda, para que la memoria no se pierda y el NUNCA MÁS sea una realidad...  
   
   
   
 "CUALQUIER SEMEJANZA CON LA ACTUALIDAD NO ES PURA CASUALIDAD"