En
 el cuarto aniversario del grito Ni Una Menos, la marea feminista crece y
 con ella crece la sororidad y también quiénes se sienten incómodos y 
cuestionados por los escraches y denuncias. Allá ellos, el movimiento 
feminista va más allá, va por una transformación cultural y no en contra
 de nadie en particular. Quienes se sientan incómodos aún, deberán 
superarlo, transformar su incomodidad en nuevas conductas.
 No es tarea de las mujeres, enseñarle a los varones cómo deben 
comportarse, sino estaríamos nuevamente reproduciendo el rol de la mujer
 cuidadora, educadora, rol que no queremos, como exclusivo y estancado. 
Los varones son quienes deben deconstruirse, algunos sintiéndose revueltos por esta marea, podrán repensarse, acompañando los cambios que necesitamos . 
Hay que volver a gritar, nos queremos libres y nos queremos vivas, para que no se deje de escuchar esta consigan que denuncia y nos libera. Se siguen sucediendo femicidios, abusos y acosos en las calles. Por eso tenemos que seguir alertas, gritando bronca y construyendo resistencia.
Otro
 tema de esta agenda que crece y se fortalece día a día es Aborto legal,
 libre y gratuito. Queremos poder decidir sobre nuestros cuerpos, 
acompañándonos para poder actuar en forma coherente con nuestro sentir. 
Abortar es una decisión íntima, dolorosa y muchas veces necesaria. Nadie
 te obliga a hacerlo, ni una ley conquistada o aun en lucha, es la 
propia autodeterminación como mujer que debe ser respetada, valorada y 
resguardada. Por eso seguimos pidiendo aborto legal.    
También queremos que los medios populares tengan agenda feminista. Y en eso estamos, tratando de generarla en cada acción pública.
 Porque si nos proponemos una transformación social, esta no puede estar
 por fuera, ni negar, ni considerar secundarias las reivindicaciones 
feministas. El Patriarcado es un sistema de dominación que  nos 
atraviesa y desde el cual se sostiene y alimenta diariamente el 
capitalismo. 
 Por  eso necesitamos ejercitar el trabajo de deconstruirnos, y construirnos.
 Los varones renunciando a sus privilegios, y las mujeres 
empoderandonos, acuerpándonos, uniéndonos dejando de ser competitivas 
entre nosotras y no callándonos más. 
Quiénes se sienten atrapadxs por esta cuarta gran ola del feminismo, sabrán que hay fuerza y esperanza en este movimiento y eso es porque ya sus vidas estanrá
 siendo interpeladas. Nuestro medio, este medio está siendo interpelado y
 el feminismo popular en buena hora lo está atravesando. 
 

 
 
