Que a una persona la lleven presa sin juicio, en medias y con cierto circo mediático, no es en sí un acto que dé cuenta de una no-democracia.
Cientos,
 miles atraviesan esas situaciones y mucho peores desde todos los 
tiempos. Claro, son pobres, no son ex vicepresidentes. 
Cientos
 y miles de familias viven atrocidades al momento de acercarse a sus 
seres queridos encarcelados también sin juicio, sin causa firme. Pero 
también son pobres.
No
 es el caso  del ex vicepresidente. Él no es pobre. Y eso marca un 
llamado de atención en una democracia -aclaramos que no estamos de 
acuerdo con lo que se hace con él, pero tampoco y mucho menos, lo que se
 hizo, se hace y se hará con los pobres-. 
Pero,
 ¿Qué es una democracia en nuestros tiempos? ¿O la democracia en 
cualquier tiempo? ¿Qué lugar le da a los pobres este sistema? No, no 
caeremos en esa trampa. ¿Qué sistema justo contempla la existencia de 
pobres y les asigna un lugar entre sus engranajes?¿Existe una democracia
 sin pobres? ¿Existe una democracia sin fuerzas de represión? Será 
entonces tiempo de pensar otro sistema. Pero no sólo de pensarlo. 
Pensarlo íntegramente. Porque al pensarlo íntegramente, sin dudas 
encontraremos la punta del piolín del cual empezar a tirar. ¿Desmantelar
 las fuerzas represivas? ¿Abolir la moneda?¿Abolir la propiedad 
privada?¿Cambiar la mirada sobre las relaciones humanas, las 
diversidades ( sexuales, ideológicas, étnicas...) ?¿Volvernos solidarios
 hasta la muerte si fuera necesario?¿Transformar el sistema educativo, 
producir nuevos materiales de estudios, eliminar la participación de las
 empresas como Monsanto de las carreras  de agronomía y las empresas 
mineras de las carreras de geología?¿Todas juntas a la vez? 
Lo
 que sí estamos seguros es que respondiendo que no a las propuestas del 
poder hegemónico, eso sólo nos mantendrá en un lugar de negación, y 
oposición a algo ajeno. Lejos de poder pensar y construir un proyecto 
propio. ¿Cómo salir del sistema si lo único que hacemos es negar el que 
no queremos( dándole en este acto, entidad)?
Gigante
 es la tarea de imaginar algo diferente. Y gigante, la de pensar cómo 
empezar a transformar. Pero es sabido que "el Pueblo Unido Jamás será 
vencido", que "La única lucha que se pierde es la que se abandona", con 
lo cual no es que no hayamos andado nada aún. Hay un camino empezado. 
"Campesino, campesino, no pises los sueños de los abuelos dormidos. 
Nunca muertos, sí dormidos"-completa Atahualpa. Porque revoluciones 
agrarias en Bolivia, Ligas Agrarias en el norte argentino, han sido 
parte de ese caminar de nuestro pueblo. En estos tiempos, al igual que 
siempre, también es verdad que cuando empezamos a caminar un camino 
diferente, aparece el capitalismo, lo tuerce hacia su sentido y nos 
transforma el envión de un nuevo caminar popular. Por eso, aprender de 
nuestra historia, nos va a permitir establecer estrategias de autonomía,
 de formación y de construcción necesarias para blindarnos frente a un 
enemigo poderoso, pero minúsculo. 
Cuestionar
 sus lógicas, las que le aseguran su persistencia es muy interesante, 
pero si no podemos ofrecer un camino diferente, nuestra concientización 
de quienes se encontraban enroscado en sus redes, es en vano y vuelven a
 caer cada vez más convencidos de un sistema que los usa. 
La
 construcción de agrupamientos organizativos, para compras comunitarias;
 para siembra; para producción de material didáctico diferente que 
permita clases diferentes en las escuelas; organizaciones de 
trabajadores que encuentren autonomía en el agrupamiento y 
autoformación; equipos de prensa que difundan estas y otras iniciativas 
populares; todas propuestas que hagan eje en nuestras capacidades y no 
en la capacidad de un sistema pensado y diseñado (y que continúa 
pensándose, diseñándose y construyéndose) para someter a una mayoría por
 parte de una minoría.
Empezar
 a entrelazar nuestras construcciones, nuestros avances. Compartir 
caminos andados y pensar juntos los caminos a construir. No podemos 
olvidar que tenemos tantos años como el mismo capitalismo, resistiendo, 
sosteniendo y construyendo caminos diferentes que luego (sí, es verdad) 
nos logran torcer, o truncar. Pero ahí estamos hace cientos de años, y 
aún insistimos. 
 Porque
 no nos cae el cuento de una democracia con pobres, reprimidxs, 
sometidos... y como único sistema diferente, nos "dejan" pensar en una 
dictadura. Por eso, Cuba " es dictadura", Venezuela de Chávez "es 
dictadura"... Porque claramente no es la democracia de pobres sometidos,
 fuerzas represivas desapareciendo gente, aunque les monten un circo 
mediático, el pueblo sale a la calle a defender su rumbo. Porque nos 
dicen que democracia es el gobierno del pueblo pero en este país, el 
nuestro, es el pueblo el que la pasa mal. Será por eso que llamamos a 
esto dictadura. Será porque lo decimos en el código que ellos mismos 
hablan. Será porque no nos animamos a ponerle un nuevo nombre a un 
sistema que creemos y necesitamos posible. Uno que no sea ni la 
dictadura de los golpes de Estado, ni las democracias asesinas de pobres
 y opositores a una explotación de la gente. 
Tenemos un camino andado. Recuperemos el andar. No perdamos la huella. Somos la mayoría y podemos definir nuestro rumbo. 
 

 
 
