Sin capacidad de explicar su acuerdo con la obra, ya que el único argumento es dado de baja en el acto por los datos de la documentación que el mismo empresario presenta ante el gobierno. La concejal Cecilia Gori responde que apoya el proyecto por el bien de El Bolsón. Sin embargo no sabe qué responder ante la documentación que la misma empresa emite en la que se afirma que la energía que produzca la central del millonario inglés, sólo será para aportar al sistema interconectado nacional. Es decir que El Bolsón queda nuevamente fuera de las soluciones energéticas a los problemas que actualmente sufre. Nuevamente, porque aunque el gobernador de Río Negro haya anunciado que El Bolsón dejaría de sufrir las deficiencias energéticas porque inauguraba la conección de nuestra ciudad al sistema interconectado, en realidad eso nunca ocurrió. Según el estado chubutense por falta de obras del estado rionegrino.
Nuevamente, porque la actual propuesta o proyecto energético del millonario inglés, a la parte que no cumple del acuerdo con el estado, es a la de hacer un trazado determinado (que no es el que se está realizando) y con ello, a la no construcción de una central en la zona de los repollos que conectaría a nuestra zona al interconectado.
Pero la entrevista es rica en despilfarro de falta de ética y moral, y en la prepotencia de la funcionaria pública que decide terminar la comunicación porque los entrevistadores "están más informados" que ella.
Esta entrevista debería dejar fuera de carrera política a esta funcionaria. Sin embargo, es muy posible que por el contrario, sea "premiada" por quines entre otras cosas buscan acostumbrar a la barbarie y lograr que ya nadie se asombre por nada. Por ninguna de las barbaridades que ya tienen claro que ejecutarán.
Se siente humillada, y lo dice con enojo. Pero no hubo ni una sola falta de respeto. Por el contrario, se le dio múltiples oportunidades de responder lo que se le preguntaba. Pero no hubo caso.
En esta línea se plantean muchos de los gobernantes por estas épocas. Vale la pena preguntarse a quién representan además de a los empresarios, entonces.
¿Qué alguien paga para que los proyectos se aprueben? ¿Que un inglés puede corromper a políticos que hablan de nacionalismo? ¿Que un inglés no necesita armas para invadir nuestro territorio, sino un grupo de políticos corrompibles?
Muchas preguntas surgen y quedan sin respuesta. O al menos sin una reacción popular que pueda poner fin a una forma de hacer política que perjudica a la mayoría y beneficia a una minoría.
Escuchemos el audio:
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Editoriales ANP
