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lunes, 11 de julio de 2016

EDITORIAL DE PRENSA DEL PUEBLO Y AGRUPACIÓN ROJINEGRA

El Bolsón (ANPP).-Editorial:
 “Los próceres habrán sentido angustia al tomar la decisión de separarse de España, querido rey”. (Mauricio Macri 2016)
“Nos los representantes de las Provincias Unidas en Sud América, reunidos en Congreso General, invocando al Eterno que preside al universo, en el nombre y por la autoridad de los pueblos que representamos, protestando al cielo, a las naciones y hombres todos del globo la justicia, que regla nuestros votos, declaramos solemnemente a la faz de la tierra que, es voluntad unánime e indudable de estas provincias romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España, recuperar los derechos de que fueron despojadas, e investirse del alto carácter de una nación libre e independiente del rey Fernando VII, sus sucesores y metrópoli.(...)”(Acta de la declaración de la independencia. 1916)

Por dónde empezamos para hablar de la independencia :
¿Por las barrabasadas, falsedades, tergiversaciones de este festejo del día de la independencia?
¿Por lo que significa independencia de un país política-económica-culturalmente hablando?
¿Por lo que significó históricamente para nuestro país el día de la independencia?. Y si por ejemplo pensamos ¿Qué significó la independencia argentina para los explotados, oprimidos de siempre, para los pueblos originarios?. O ¿Qué significa independencia en nuestro territorio signado por las grandes usurpaciones de tierras a los pueblos originarios primero y luego entregadas por pocas monedas a los magnates extranjeros?
Vamos a empezar por lo menos interrogándonos, que es un buen ejercicio. Nos vamos a quedar con que independencia y soberanía son buenas palabras para el pueblo si las usamos colectivamente y si las llenamos de contenidos; cosa que últimamente se viene haciendo de manera totalmente contraria: confundiendo. Como hizo y viene haciendo este gobierno con algunas palabras que tienen un bello significado, cambiándole el contenido a la palabra independencia, asociándola a “depender de nosotros mismos”; es decir la ley del mérito propio individual. No importa el de al lado, si vos te esforzás, vas a llegar (entre líneas los pobres son pobres porque quieren, frase del sentido común colonizado).
Por un lado, toda esta tergiversación inmunda, con el rey de España como primer invitado en los festejos, con la tremenda frase de que “los próceres habrán tenido angustia” y por otro, el uso de la palabra independencia absuelta de todo contenido político-ideológico y con un sentido individual.

También vamos a recordar que esta independencia del colonialismo (exclusivamente de lo español en 1816), fue un cambio importante, en el sentido de dejar de depender política y económicamente de la corona española, en un contexto que ameritaba hacerlo. Pero la historia ni empieza ni termina allí. La historia de la dependencia-Independencia tiene y tuvo sus idas y vueltas. De los españoles, a los ingleses y franceses, al imperialismo norteamericano. Períodos de bonanzas para el pueblo, de lograr derechos,  revoluciones, batallas ganadas por los pueblos, períodos de represión, ajustes, hambruna y atravesadas por genocidios, el de los pueblos originarios, el de los 30.000 desaparecidos.
Tal como decía Walsh, en el medio de todo esto “la independencia sigue siendo el horizonte”. La batalla por la independencia es hoy más que nunca una lucha que nos interpele a todos los sujetos en igualdad de condiciones, que rompa las cadenas políticas, económicas, culturales, de género y de pensamiento. Una independencia en muchos sentidos, que nos emancipe como un nuevo pueblo,  ese debe ser el horizonte. 
Empecemos por “leer el texto” del discurso que nos meten día a día; por no dejar que nos cambien las palabras, nos tergiversen la historia, nos confundan. Esa es tarea de cada uno de nosotros y nosotras, poniendo el cuerpo en el lugar que hay que ponerlo. En una publicación, en un aula, con el vecino y la vecina, en el trabajo; construyendo colectivamente el presente y el futuro que queremos.
¡Arriba lxs que luchan!