Comunicado de Prensa: Ante la restitución de la Identidad de Martín Ogando - por HIJOS La Plata
Ayer 5 de Noviembre se conoció la
noticia de la aparición de Martín Ogando, hijo de Stella Maris
Montesano y Jorge Oscar Ogando.
Al enterarnos de este acontecimiento
nos invadió una mezcla de sensaciones, que van desde la satisfacción
a la pena y la tristeza.
Porque Martín además de ser nieto de
Delia Giovanola de Califano, una de las doce fundadoras de la
Asociación Abuelas de Plaza de Mayo, es hermano de Virginia Ogando.
Virginia comenzó a militar en HIJOS
La Plata en 2005, en la comisión de HERMANOS, espacio que eligió
para buscar incansablemente a Martín. Fue ese mismo año que
viajamos con ella a Pinamar rastreando un dato que le llegó sobre un
chico que podría ser su hermano.
Compartimos con ella asambleas,
cumpleaños, asados. Cada paso que Virginia daba tenía un fin: la
búsqueda de su hermano. Fuimos también partícipes de la desilusión
que le producía cada análisis de ADN que daba resultado negativo, y
tratábamos de acompañarla en su dolor.
En agosto de 2011 Virginia se suicidó
en Mar del Plata. Su fallecimiento nos generó una impotencia
infinita, y nos dejó un vacío inconmensurable.
Al leer en el comunicado emitido por
Abuelas, que entre 2006 y 2008, se recibieron tres denuncias
anónimas, por teléfono y por mail, en las que se planteaba que
quien hoy sabemos es el nieto de Delia y el hermano de Virginia,
había sido inscripto como hijo propio de quienes decían ser sus
padres, nos llenamos de preguntas, tales como:
¿Por qué se hizo caso omiso a esas
denuncias que hacía más de ocho años habían sido recibidas en la
Asociación Abuelas? ¿Si se hubiesen investigado a tiempo, hoy
Virginia estaría dándole ese anhelado abrazo a Martín?
¿Por qué el Ministro de Ciencia y
Tecnología Lino Barañao se empeña es desguazar y trasladar el
Banco Nacional de Datos Genéticos, que funciona en el Hospital
Durand, en óptimas condiciones desde 1987, siendo que es este la
herramienta que se ha encargado de restituirle la identidad a 118
jóvenes?
Seguimos
sosteniendo que la restitución de la identidad de las personas
apropiadas durante la dictadura es una obligación del Estado, no un
patrimonio de un organismo de DD.HH.
Por otro lado, vemos con preocupación
la situación del predio del ex Centro Clandestino de Detención
"Pozo de Banfield”, donde nació Martín Ogando, frente a una
serie de actividades y anuncios oficiales respecto a la inminente
utilización del lugar como un “Espacio de Memoria”. A nuestro
entender, la medida de no innovar, ordenada por el juez Corazza en
2006, continúa vigente, porque continúa en curso la investigación
sobre los crímenes aún impunes cometidos en ese lugar, por lo tanto
el lugar debe ser debidamente preservado hasta que se hayan concluido
las investigaciones judiciales.
Ninguno de los sectores kirchneristas
que se disputan el predio, realizaron aportes sustanciales para el
avance de la causa N° 26 por los crímenes en el Pozo de Banfield.
Ese expediente tuvo un tortuoso derrotero. El primer tramo fue
elevado a juicio oral en abril de 2012, con una pobre instrucción en
la que Corazza sólo imputó a 7 represores por 134 casos. En un
segundo tramo el juez procesó a 15 represores más, pero les otorgó
automáticamente la prisión domiciliaria.
Estamos convencidos que la muerte de
Virginia es consecuencia del secuestro de sus viejos, la apropiación
de su hermano y las marcas que
a largo plazo deja el
Terrorismo
de Estado. Y que
la responsabilidad es de un Estado ausente que tardó demasiado en
hacer lo que debería
haberse hecho hace mucho.
Quienes la conocimos, hoy
queremos recordar más que nunca a Virginia, emocionados al releer
las palabras que le escribía en una de sus tantas cartas llenas de
amor a su hermano:
“Y, por esas cosas que tiene la
magia del pensamiento, al ver tanta y tanta gente festejando, me vi y
nos vi, cantando entre esa multitud, y sentí que estaba junto a vos
alegre y feliz y que, como consecuencia de tanta memoria acumulada,
aquel naufragio se había transformado en dulce reencuentro.”
¡Bienvenido Martín!
¡Delia te abrazamos bien fuerte!
¡Hasta siempre querida compañera
Virginia!!
¡30.000 detenidos-desaparecidos
PRESENTES!
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