A partir del rumor y luego confirmación de cierres masivos de cargos, y no apertura de los cargos ya acordados con el gobierno, los docentes rurales, que comienzan las clases en la primer semana de febrero, se encontraron frente a una situación por demás molesta: asambleas de interinatos y suplencias que obligaban a los docentes afectados por los cierres a ser parte de la confirmación de los mismos al tomar cargos para no quedar sin trabajo.
Con reuniones de apuro y asambleas en el sindicato UnTER local, se fueron delineando las estrategias para no permitir este avance sobre la Educación Pública y de Calidad.
Evitar que se realicen las asambleas de cargos, y luego un no inicio resultaron ser efectivos para que el gobierno comprendiera que no se puede borrar de un plumazo lo que como sociedad se viene construyendo hace años.
A saber: para cerrar y abrir cargos docentes existe un reglamento. En el caso de los cierres, este estipula toda una primer etapa de intentop de recuperar matrícula, y luego, informes pedagógicos que justifiquen la innecesidad de un cargo, en el que deben participar comunidad educativa, directivos, supervisores y concejo escolar.
Ninguno de todos estos pasos fueron cumplidos, y tampoco los legales en cuanto a lo laboral de la situación de los docentes que quedarían sin cargo.
Estas medidas hicieron que los docentes reclamaran la presencia de la mesa central de UnTER, quienes se presentaron en la localidad el día viernes, y avisaron que un plenario sería convocado para el martes 11.
En este plenario, la totalidad de las seccionales decidieron apoyar las medidas de fuerza de los docentes de El Bolsón, y al finalizar, el secretario general de la mesa central nos contaba su percepción del plenario y la situación de cierre de cargos y salarial. Escuchemos el audio:
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