La
Central de Trabajadores de la Argentina repudia y condena la brutal
devaluación del peso aplicado por el Gobierno que licúa el poder
adquisitivo de los salarios, dispara aún más la inflación castigando a
los sectores populares y beneficia a los exportadores y los grupos
económicos más concentrados.
Las
devaluaciones de la moneda siempre perjudican a quienes tienen ingresos
fijos: Los trabajadores, activos o pasivos; los perceptores de
subsidios; incluso a los empresarios que asocian su producción y sus
ventas al mercado interno.
Es
decir, los ganadores son los de siempre: Más concentración y
extranjerización de la economía de la mano de un Gobierno que se
autorotula “pagador serial” de la deuda pública, mientras posterga
hasta el hartazgo saldar la deuda interna para terminar con la pobreza y
el hambre en nuestra Patria.
El
impiadoso ajuste en marcha –que hace recordar las peores épocas del
“menemismo” y la Alianza- explica en toda su extensión el sentido de
“sintonía fina” con la que el Gobierno caracterizó la actual etapa de su
gestión.
Al
tiempo que lleva a cabo el trabajo sucio de ajustarle el cinturón a los
trabajadores por pedido de los grupos de poder, se apresta a pagarle al
“Club de París” una deuda plagada de irregularidades y que fuera
contraída enteramente por la tiranía militar-oligárquica.
Dócil
con los que mandan, a través del devaluado Ministerio de Trabajo
pretende ponerle un techo a las paritarias para que no superen el 20% de
recomposición salarial con una inflación que supera el 30 por ciento y
la mayor devaluación que se tenga memoria en más de un década.
Frente
a esta situación de extrema gravedad para los intereses populares, la
CTA ratifica la necesidad de convocar urgente a un Consejo Económico y
Social donde estén presentes todos los actores sin exclusiones de
ninguna naturaleza, para discutir una salida a la crisis que sea
amigable con los intereses populares y no profundice la brecha de
desigualdad imperante en nuestro país.
Además,
se debe llamar ahora al Consejo Nacional del Empleo, la Productividad y
el Salario Mínimo, para debatir un aumento salarial de emergencia para
todos los trabajadores activos y jubilados, públicos y privados,
formales e informales y los que perciben planes de asistencia social y
la inmediata apertura de las paritarias con un piso de aumento salarial
del 35%.
La
CTA convoca, por último, al conjunto de las centrales sindicales, a los
cuerpos de delegados y a los trabajadores y pueblo en general a
movilizarse, ganar la calle y construir un Gran Paro Nacional para
decirle al poder que los trabajadores no vamos a pagar el ajuste.