Una delegación de vecinos y vecinas de Aluminé presentaron hoy en la legislatura neuquina un pedido para la construcción de un nuevo hospital público, que reemplace al viejo y parchado centro asistencial que ya cumplió 40 años. Quieren que sea intercultural, porque se atienden allí pobladores de 9 comunidades, y de mayor complejidad que el actual.
En  una asamblea comunal realizada el 19 de septiembre pasado  convocada por trabajadores de Salud, se decidió hacer este reclamo y  llevarlo a las autoridades de los poderes Ejecutivo y Legislativo.
“Nuestro hospital local, de baja complejidad, fue creado hace más de 40 años para atender a menos de 2.000 personas. Hoy superamos los 8.000 habitantes (datos definitivo del censo 2010 del Departamento Aluminé) con la misma infraestructura de base. Sumado a esta particularidad,en época de auge turístico la demanda del hospital público se encuentra excedida ya  que se da cobertura a todos los visitantes circunstanciales que  concurren. También se da cobertura de laboratorio, derivación e  internación a los habitantes de Villa Pehuenia”, sostienen los y las  vecinas a través de un comunicado.
Sostiene que si bien se han realizado ampliaciones y  remodelaciones en función de decisiones locales, sólo se logran dar “soluciones parciales mínimas”, pero “sin priorizar lo fundamental para un buen funcionamiento de toda institución: la salud de sus trabajadores y de la comunidad”.
Describen la situación del nosocomio con algunos ejemplos: “en los pasillos internos no se puede acceder a ninguna sala con una camilla o con silla de ruedas cuando los pacientes tienen que  realizar algún estudio, y se ven en la obligación de esperar en él; las salas de internación no cuentan con baños internos discriminados por género, ni para discapacitados, ni para distintas edades cronológicas, ni para diferentes cuadros médicos; el personal de la institución no tiene baño para uso particular y  en la dinámica de atención se corre muchísimos riesgos de contagio  intrahospitalario de los trabajadores y de los pacientes, lo que impacta  en el carácter preventivo de la salud; la sala de pediatría no cubre las necesidades mínimas ya  que tiene un total de tres camas y son superadas permanentemente,  direccionando a otras salas donde los internados presentan cuadros  totalmente diferentes. Además, por su antigüedad y ubicación geográfica, los drenajes en época invernal o de reiteradas lluvias no funcionan, inundándose permanentemente sectores estratégicos”.
El resultado es “un hospital donde los espacios no son funcionales a la dinámica hospitalaria y donde no se contempla la diversidad  cultural, en una localidad que alberga a su alrededor a 9  comunidades mapuce, y un gran porcentaje de familias del mismo origen  viviendo en el pueblo”.
 

 
 
