(RNMA).-
 
Durante el programa 
“Enredando las Mañanas” del día jueves 17, establecimos comunicación con el profesor de historia 
Eduardo Jakubowicz
 quien junto a su mujer, se encuentra en Israel,  precisamente en el 
Mar Muerto, de vacaciones programadas y allí los sorprendió el 
conflicto. Nos explica el origen del enfrentamiento entre palestinos e 
israelíes y cómo se vive y se siente estar tan cerca de las 
bombas y el sufrimiento del pueblo de Gaza.
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Eduardo Jakubowicz: Este conflicto, como una acción 
de guerra que en estas tierras la llaman escudo protector, desde acá 
(Israel) se ve diferente que como lo veía allá o desde los diarios o 
como lo hubiese leído desde otro lugar. 
 El primer elemento que 
quiero marcar es que todo esto empezó a raíz del secuestro de tres 
chicos judíos de Cisjordania que fueron asesinados. A los pocos días se 
produce una venganza, que es un hecho netamente policial. Tres 
personajes que ellos definen como lúmpenes, secuestran a un chico 
palestino de la región Jerusalén-Cisjordania, lo matan y  queman. Esto 
provoca una gran consternación y termina en éste conflicto que hace que 
el Estado de Israel ataque Gaza desde hace 11 días, con aviación, 
cohetería y todo lo que se les pueda ocurrir.
Enredando las mañanas: ¿Los asesinos del chico palestino están detenidos?
E.J.: Si, los tres están detenidos, dicen que se 
arrepienten. Son un adulto y dos jóvenes, reconocen que cometieron un 
error y hasta ahí es un hecho policial. 
Cuál es la respuesta de 
Israel y acá está el problema, para empezar a entender este conflicto. 
Es una respuesta desmedida. Una segunda cuestión es que entre 
Cisjordania y Gaza hay cientos de kilómetros. Esto tiene que ver con una
 vieja historia y, permítanme que me salga el profesor. Cuando en 1947 
se produce la partición de Palestina, Inglaterra le da a los palestinos,
 dos trozos de tierra, uno es Cisjordania, donde está Belén, Ramalá, 
parte de Jerusalén y una franja muy pequeña sobre el Mediterráneo que es
 la nada misma, Gaza, que es un desierto que no tiene una gota de agua, 
no tiene nada, ninguna posibilidad de realización económica. es una 
franja costera, donde no hay agua potable para consumo humano y viven 2 
millones de personas hacinadas, en un lugar donde la gente fue a vivir 
en situación provisoria en 1947-48 por la guerra y esa transitoriedad 
quedó fija en ese lugar.
ELM: ¿Es como una villa argentina?
E.J.: Como una villa con mejoras, es como si fuera 
villa 20 de Lugano y la nueva Papa Francisco, donde encontrás 
construcciones de dos o tres plantas con aire acondicionado y de repente
 otras con techo de cartón y media sombra al lado. El problema es que 
esto sucede en un territorio con 2 millones de desplazados que ya se han
 muerto y ahora hay muchas generaciones que solo vivieron en este 
territorio, donde repito no hay agua, no hay trabajo.
La otra 
porción de tierra palestina reconocida es Cisjordania donde existe un 
terreno bastante  complicado, no muy fértil, pero hay ciudades, gente, 
economía, animales, una pequeña agricultura muy humilde, donde la mayor 
parte que vive ahí, durante muchos años trabajó en Israel. Ellos cruzan 
todos los días a otro país, con una visa de trabajo, todo regido bajo la
 moneda israelí (Nuevo Shéquel).
Estas son las dos realidades; el 
conflicto apareció en un espacio y la represión se produce en el otro 
territorio, otra cosa, mientras Gaza es manejada por HAMAS, que es una 
organización política con sus particularidades, mientras que Cisjordania
 es hegemonizada, manejada, gobernada por la vieja herencia de la 
Organización para la Liberación de Palestina (OLP), una situación 
bastante diferente, otro tipo de geopolítica, más laica, otra realidad.
Gaza es una villa gigantesca, no lo digo peyorativamente, no hay 
espacios libres, no hay campos para cultivos, porque es parte de un 
desierto encerrado entre el Neger  y el desierto de Sinaí, este último 
ha vuelto a manos egipcias. Por un lado mar por el otro desierto. El 
problema humanitario es todo el año, ahora se agrava.
ELM: ¿Cambió tu visión con respecto al conflicto, el estar ahí y vivenciar el tema?
E.J.: Aunque
 lo sabia, lo pensaba, hace cuatro días
 que siento que estoy en la capital planetaria del relato. Siento que 
acá se construyeron los grandes relatos de la humanidad y siguen 
estando, además es un lugar, no todo. En Jerusalén uno siente que se 
enterró en el túnel del tiempo, viven como hace siglos, los judíos con 
ropa de hace siglos, los árabes también y los patriarcas cristianos con 
ceremonias raras en el Santo Sepulcro. En ese espacio de 1 kilómetro 
cuadrado podes ver 3.000 o 4.000 años de historia, concentrados en un 
lugar donde se inventaron los mejores relatos, el Antiguo y Nuevo 
testamento y el Coran. En el mismo lugar a 200 metros de distancia, ves 
otra cultura, otro relato; surgieron en el mismo lugar y lo peor hace 
2.000 años conviven.
No se si esto tiene solución, porque hay un 
problema, no se cual será la visión que tendrán ustedes, pero yo tengo 
una visión marxista, pero acá excede el conflicto de clases y a 
problemas que tienen que ver con lo cultural, no estoy negando que haya 
cuestiones de clases, es un enfrentamiento de relatos.
ELM: ¿Es casual que suceda justo ahora que las dos posiciones
 palestinas hablan de unidad? Quizás el caso de los 3 jóvenes judíos les
 vino como anillo al dedo.
E.J.: Con respecto a lo que decís de la unidad entre HAMAS y la OLP, primero dudo profundamente en la unión, no la veo y no la creo.
El problema es mucho más profundo, por ejemplo todo lo que está pasando
 en Irak, entre los sunitas y los chiitas, el cambio geopolítico hace 
que Israel necesite volver a ponerse en el centro y participar de ese 
reacomodamiento de alianzas o boicotearlo, que también es una 
posibilidad. Porque también juega la política interna, acaban de echar 
al Viceministro de Defensa, se están matando entre ellos. Como cuando 
hablamos de la Argentina y decimos que  hay cosas que suceden por un 
lado pero que tienen que ver con otro. Acá creo que están masacrando a 
la población civil de Gaza, por cuestiones que, en este caso puntual y 
directo, no fueron desencadenadas ni siquiera por HAMAS.
Desde el 
lado israelí dicen que HAMAS vive tirando misiles, por otra parte ayer 
murió el primer israelí después de 440 víctimas palestinas, de ellos 40 
pibes muertos, esta es la desproporción, el sin sentido de este 
conflicto.
ELM: ¿Esto hace que muchos hablen de genocidio por goteo a diferencia del que sufrieron ellos con los nazis?
E.J.: Creo que es un genocidio y el responsable es 
Israel, es un Estado que está montado alrededor de esa cuestión. No soy 
amante de las comparaciones, es un genocidio y el sujeto genocida es 
Israel, creo que no hay mucha discusión, no hay duda.
Toda la 
estructura ideológica, política, geopolítica y económica, está montada 
para hacer lo que está haciendo, no otra cosa, tienen toda una 
estructura cultural, los educaron de esa manera, los forman, los 
preparan y los convencen de esa manera. A mi me sorprende, estuve hace 
40 años y es otro país, otro lugar, era muy chico en ese momento, pero 
te das cuenta, se han vuelto fundamentalistas, me sorprende para mal; lo
 sabía de leer la actualidad, ahora lo estoy viendo.
Lo que estoy 
viendo, inclusive leyendo diarios, es que no hay nadie que haya 
levantado la voz para detener esto, clara y fuerte, contra este 
genocidio; no hay nadie, por lo menos desde acá no se escucha, no hay un
 fuerte reclamo por ejemplo de los países Brics, que digan “bueno 
basta”, digo este grupo como algo progresista, no espero nada de Obama, 
de los países europeos menos, tampoco del Papa Francisco, que digan, 
“paren acá con esto”, es lo que hace más ruido y los que se levantan en 
contra, son marginales, hoy se levantaron en una conferencia durante el 
festival de cine en Jerusalén y los cineastas detuvieron el mismo para 
pedir que se termine el ataque sobre Gaza, algunos escritores, pero no 
se escuchan muchas voces pacifistas.
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