(bariloche2000.com).- Integranes de la Organización Ecologista Piuke y vecinos autoconvocados 
realizaron este jueves (04/04) una protesta frente al Centro 
Administrativo Provincial reclamando la prohibición de la minería 
metalífera y de uranio en la provincia de Río Negro. Anunciaron que las 
manifestaciones se repetirán todos los días 4 de cada mes.
Hace tres semanas la empresa canadiense Blue Sky Uranium 
Corp. comunicó que pretende explotar uranio y vanadio en el depósito 
denominado “Ivana”, en el proyecto “Amarillo Grande” en la zona de 
Valcheta. De acuerdo con sus estudios, el proyecto tendrá una vida útil 
de 13 años, mientras que hay otros dos proyectos más a desarrollar en la
 zona.
Frente a esta situación, desde Piuke alertaron que "la minería del 
uranio genera enormes impactos en el ambiente. Sobrados casos existen en
 el mundo y específicamente en Argentina, donde todavía no se realizaron
 las remediaciones correspondientes y las comunidades impactadas aún 
reclaman. Por otro lado, esta minería se realiza principalmente con el 
objetivo de alimentar centrales nucleares, que en nuestra provincia 
están prohibidas por una ley resultado de la lucha popular. O sea, 
quieren contaminarnos para proveer a un negocio foráneo y peligroso. 
Insistir en impulsar la minería del uranio es pretender imponer un 
modelo de saqueo y contaminación que el pueblo rionegrino rechazó en las
 calles y en las urnas".
Agregaron que "reclamamos que devuelvan al pueblo rionegrino la 
llamada Ley Anticianuro N° 3981, derogada el 29 de diciembre de 2011, 
que protegía a las comunidades de la explotación de la megaminería y sus
 peligrosas consecuencias. Quienes quieren imponer este maldesarrollo 
insisten que la megaminería se puede controlar. Le abren el paso a 
corporaciones que cuentan con mucho dinero y poder, que manejan 
funcionarios y medios que repiten sin cesar los supuestos beneficios de 
este modelo extractivo. Sin embargo, se cuenta con muchos ejemplos para 
sostener que la megaminería con control es una mentira. Ya van varias 
décadas de este método de extracción de minerales y son demasiados los 
accidentes como para ocultarlos".
Finalmente, los ambientalistas señalaron que "en muchos lugares del 
mundo hay comunidades y ecosistemas contaminados por accidentes graves 
de derrames, que incluyen zonas devastadas, ríos contaminados y 
poblaciones enteras en peligro. Se puede contar muchos accidentes solo 
en continente americano, como el reciente accidente en Brasil. Otro caso
 paradigmático es lo que sucede en San Juan, con la mina Veladero, 
también operada por una minera canadiense. En los últimos años hubo al 
menos cinco derrames y las poblaciones de Jachal e Iglesia tienen su 
territorio y sus aguas contaminadas".
 
