El Bolsón (ANPP).-La ineficiencia como preludio y estrategia.
La lógica de la 
ineficiencia, la misma que llevó a las masivas privatizaciones de 
servicios públicos de los 90. La inificeincia de la educación pública, 
de los servicios por ejemplo. En el Bolsón, hace un tiempo
 se vienen sucediendo masivos cortes de luz, que denotan la falta de 
inversión y mantenimiento de la empresa que da el servicio de energía 
eléctrica a la mayor parte de la provincia de Río Negro. Edersa es una 
empresa privada, y obviamente la intención no es
 defender su desempeño. Lo lamentable ante este mal funcionamiento es la
 respuesta de los políticos, que ofrecen como solución más acertada para
 este problema que Pampa Energía, es decir Joe Lewis, nos brinde el 
servicio  desde su central eléctrica, es decir,
 que la empresa privada de la cual Lewis es dueño sea quien nos venda la
 energía. Energía que se  genera con el curso de los ríos que son de 
todos/as, de tierras que fueron fraudulentamente vendidas al magnate 
multimillonario, y de las cuales hace usufructo
 sin que nada ni nadie se lo impida.
Mas allá de este hecho 
local y particular, la idea es mostrar como esta misma forma de 
proceder, esta "lógica de la ineficiencia", es la que se aplica en todos
 los ámbitos para que se sigan llenando los bolsillos
 unos pocos y su séquito de mercenarios, que reciben las migajas, a 
costa del hambre, el despojo y el saqueo de todos y todas.
La batalla cultural de 
insertar estas lógicas en el pueblo, se ganan con los medios de 
comunicación y con mantener un pueblo sumido en la ignorancia, en el 
desinterés y la lógica individualista. En eso, seguramente
 los medios comunitarios, populares y alternativos tenemos que decir que
 somos parte de quienes están perdiendo esa batalla. No sólo hace falta 
volver a instalar ciertos temas en la sociedad, sino lidiar con un 
pueblo analfabeto políticamente, lo que  implica
 desarmar un entramado de imaginarios, postulados por los grandes 
intereses económicos, que sostienen que lo político es siempre 
partidario, como modo de responsabilizar a un grupo o partido por este o
 aquel hecho, negando la posibilidad de la continuidad de
 los procesos, como si algo dejara de existir o cambiase 
automáticamente. Eso lleva por ejemplo a que cuando se quiere instalar 
el discurso de que “todo es ineficiente”, cala profundo e incluso incita
 a sectores reaccionarios a movilizarse por ello. Es decir,
 a movilizarse por lo que les afecta individualmente en su confort 
cotidiano, y no por políticas que nos afectan a todos y a todas, que van
 a tener y ya tienen consecuencias nefastas para el bien común.
Mientras tanto, aumenta la
 nafta, la comida, los impuestos, cierran fábricas, miles de 
trabajadores/as en la calle, cada vez más comedores y merenderos porque 
hay hambre. Pero la lógica del gobierno de los medios
 hegemónicos y de las corporaciones es que no se hable de eso, y sí se 
hable de los pibes chorros, de los subversivos de izquierda y mapuches, y
 de los corruptos kirchneristas. Parece mentira y se cae de maduro, pero
 evidentemente esta batalla cultural la vienen
 ganando. La vienen ganando a fuerza de mucho dinero, de mucho discurso 
en pantalla de televisión, de mucho desinterés e ignorancia. 
Seguramente, mucha gente se pondrá en contra de este gobierno a fuerza 
de bolsillos vacíos, pero sino cambiamos la lógica de
 pensamiento, vendrá otro que promete un cambio y le creerán. La 
cuestión, como siempre, más allá del candidato es generar nuestra propia
 cultura de pensamiento, que si bien existe, es minoritaria. El desafío 
entonces es y sigue siendo batallar. El desafío
 es que esa lucha no sea la resistencia de subsistencia de unos pocos y 
se convierta en poder popular. No hay un sólo camino, y el panaroma no 
es muy esperanzador, pero la única que nos queda es seguir desarmando la
 trama de mentiras, en cada lugar, en cada
 espacio.
