FABIÁN DÍAZ: 100 DÍAS EN HUELGA DE HAMBRE – 13 AÑOS DE ENCIERRO SIN CONDENA FIRME – HABLA SU COMPAÑERA NORMA CEPEDA -
Libertad o muerte
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Norma Cepeda
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Por Oscar Castelnovo
(APL)“Sueño con el día en que salga en libertad, en
estar juntos después de estar separados tanto tiempo, nos conocimos a
los 10 años en la calesita de Cabildo y Manzanares. A los 13 nos pusimos
de novios. Luego, a mis 16, las
circunstancias nos separaron y después nos buscamos toda una vida”. Así
explicó Norma Inés Cepeda cómo inició la relación con su compañero a
quien reencontró décadas más tarde de aquella adolescencia, en la Unidad
47 de José León Suárez, partido de San Martín.
Por su parte, Fabián Díaz ayer cumplió 100 jornadas sin ingerir
alimentos en reclamo de libertad. Primero fue víctima de una causa
armada por la policía que lo baleó a sangre fría, en el piso y, luego la
justicia aportó con creces al calvario transgrediendo
los límites del tiempo de encierro: Las leyes nacionales e
internacionales establecen que alguien solo puede estar preso dos años
sin sentencia firme, más uno, sólo en el caso de causas de alta
complejidad. Ahora su causa se encuentra en manos de la Suprema
Corte de Justicia Bonaerense que deberá decidir sobre su libertad o su
muerte en prisión.
Los hechos
Fabián Díaz no niega haber participado del robo, en 2003, en la casa
de calle Torquinst de Santo Lugares. Pero sucedió que, simultáneamente,
en las cercanías, un tiroteo enfrentaba a efectivos bonaerenses con
delincuentes. Hecho absolutamente ajeno a la
participación de Díaz. Sin embargo, a él le endilgaron la muerte del
agente Leaniz y las heridas del sargento ayudante Castillo. Luego, lo
esposaron, en el piso le quitaron una de las esposas y le descerrajaron
un balazo que le atravesó el pecho, a milímetros
del corazón, siendo así – al decir de Rodolfo Walsh- otro “fusilado que
vive”. El único testigo que declaró en su contra es un efectivo de la
misma brigada que actuó en los hechos. Los dueños de la casa de
Torquinst dijeron que ninguno de los hombres que ingresó
a su domicilio efectuó disparo alguno. Pero en 2006, el Tribunal Oral
en lo Criminal de San Martín lo condeno a perpetua.
La familia judicial
El recorrido jurídico fue un laberinto kafkiano y aberrante. Dos de
los jueces que agravaron la situación de Díaz, en la Casación, son
Horacio Piombo y Benjamín Sal Llargués. Como se recordará, ambos
redujeron en 13 años la pena a violador de un niño de
6 años, porque el chico “ya tenía inclinaciones homosexuales”. El
repudio social provocó la renuncia de los dos.
Por su parte, el magistrado Carlos Natiello se tomó cinco largos años para terminar excusándose de opinar en la causa de Fabián Díaz, porque su hija María Fabiana Natiello era la defensora oficial de Díaz. A Natiello le hubiese llevado escasos minutos para expedirse, sin embargo se tomó 1825 días. Cabe destacar, que María Fabiana, quién más que defensora fue asistente del fiscal, tenía la obligación de informar que era hija del juez de la causa, pero no lo hizo. En este caso, se confirma que “de tal palo tal astilla”.
Norma Cepeda empezó una lucha sin resuello hace 12 años. Hoy dice, con rabia: “La Justicia no existe. Es el estado que ejerce violencia sobre los más vulnerables. Por eso me decidí a estudiar Derecho. Cuando vas a un Tribunal te maltratan desde el juez hasta los empleados judiciales, te niegan información o te dan datos inexactos. Ahí me dije que la mejor manera de acompañar a Fabián era siendo yo misma abogada, porque si no te presentás como tal, te boludean, porque para ellos no sos un ser humano”.
Por su parte, el magistrado Carlos Natiello se tomó cinco largos años para terminar excusándose de opinar en la causa de Fabián Díaz, porque su hija María Fabiana Natiello era la defensora oficial de Díaz. A Natiello le hubiese llevado escasos minutos para expedirse, sin embargo se tomó 1825 días. Cabe destacar, que María Fabiana, quién más que defensora fue asistente del fiscal, tenía la obligación de informar que era hija del juez de la causa, pero no lo hizo. En este caso, se confirma que “de tal palo tal astilla”.
Norma Cepeda empezó una lucha sin resuello hace 12 años. Hoy dice, con rabia: “La Justicia no existe. Es el estado que ejerce violencia sobre los más vulnerables. Por eso me decidí a estudiar Derecho. Cuando vas a un Tribunal te maltratan desde el juez hasta los empleados judiciales, te niegan información o te dan datos inexactos. Ahí me dije que la mejor manera de acompañar a Fabián era siendo yo misma abogada, porque si no te presentás como tal, te boludean, porque para ellos no sos un ser humano”.
¿Qué es un plazo razonable?
“En el nuevo pedido de excarcelación – continúa Norma- vamos a pedir
que en la audiencia oral y pública estén presente veedores como la
Asociación de Pensamiento Penal, el Comité contra la Tortura, la
Comisión Provincial por la Memoria, el Cels, entre otros
que fueron solidarios con nosotros. Queremos que esto jueces digan ante
todo el mundo ¿Qué es un plazo razonable? ¿Dónde empieza y dónde
termina? También vamos a acudir a los medios alternativos, como ustedes,
la Agencia Para la Libertad, que nos brinden apoyo
porque Fabián está sufriendo una injusticia prolongada en el tiempo que
puede acabar con su vida, y ya sabemos qué tratamiento le dan los
grandes medios”.
Norma recuerda que, allá por sus 16 y los 19 de Fabián, cuando sucede la primera detención de él, en Villa Devoto, ella se fue de casa porque sus padres le prohibieron la relación. Estaba con lo puesto y embarazada. “Lo perdí a los 7 meses, de tristeza”, dice. Después empezó un camino de trabajo, sufrimiento, otra pareja, hijos, hasta el reencuentro con Díaz hace doce años. Jamás había leído un libro que tuviera que ver con el Derecho, pero al año que viene tendrá su título de abogada.
Ella empezó la carrera para enfrentar la “Omertá” (pacto de silenciamiento y sangre de la mafia siciliana) que en la Argentina, integran la Familia Policial, la Familia Judicial, la Familia Penitenciaria y buena parte de la clase política, entre otros. Aún en la adversidad, aún pasando las noches vela, la pobreza y el verdugueo, juega todas sus fuerzas a dar batalla. “A veces pienso lo espantoso que sería que no se haga justicia, – enfatiza Norma-, ¿me querés decir para qué nos buscamos toda una vida? Deseo con toda mi alma que la libertad le gane a la muerte”.
Teléfono Norma Cepeda 1144159693
Norma recuerda que, allá por sus 16 y los 19 de Fabián, cuando sucede la primera detención de él, en Villa Devoto, ella se fue de casa porque sus padres le prohibieron la relación. Estaba con lo puesto y embarazada. “Lo perdí a los 7 meses, de tristeza”, dice. Después empezó un camino de trabajo, sufrimiento, otra pareja, hijos, hasta el reencuentro con Díaz hace doce años. Jamás había leído un libro que tuviera que ver con el Derecho, pero al año que viene tendrá su título de abogada.
Ella empezó la carrera para enfrentar la “Omertá” (pacto de silenciamiento y sangre de la mafia siciliana) que en la Argentina, integran la Familia Policial, la Familia Judicial, la Familia Penitenciaria y buena parte de la clase política, entre otros. Aún en la adversidad, aún pasando las noches vela, la pobreza y el verdugueo, juega todas sus fuerzas a dar batalla. “A veces pienso lo espantoso que sería que no se haga justicia, – enfatiza Norma-, ¿me querés decir para qué nos buscamos toda una vida? Deseo con toda mi alma que la libertad le gane a la muerte”.
Teléfono Norma Cepeda 1144159693