lunes, 19 de mayo de 2014

UN VECINO DE GOLONDRINAS INSPIRÓ EL "DÍA PROVINCIAL DE LA CONSERVACIÓN DE SUELOS"

El Bolsón (PUERTA E).-
recuperasuelo
Se trata de José María Castro, investigador del INTA, fallecido el 17 de mayo de 1985. Dos años después el gobierno de Chubut decidió, a modo de homenaje, instituir este día. Abocado a estudiar las problemáticas de suelo, Castro desarrolló múltiples tecnologías aplicadas a la preservación de los recursos naturales y al aumento de la producción forrajera
Por INTA
Este laborioso profesional, nacido en Golondrinas – al noroeste de nuestra Provincia – desarrolló tecnologías de conservación de suelos, relevamientos de erosión y prácticas productivas de aumento de la producción forrajera. Su accionar fue ampliamente remarcado por múltiples productores de la región y numerosas organizaciones científicas y técnicas de nuestro país. Por ello, se conmemora el 17 de mayo como el Día Provincial de la Conservación de Suelos en homenaje a la indiscutible huella en la investigación trazada por el agrónomo.
El reconocimiento a Castro se convirtió en conmemoración anual tras la declaración realizada por la Honorable Legislatura Provincial en el año 1987, y año a año lleva a la reflexión acerca de las transformaciones – en el curso de los últimos años – del concepto de conservación de suelos hacia coordenadas asociadas al desarrollo sostenible que imprime actualmente la visión actual de la institución.
Un incansable investigador de nuestros suelos
El Agrónomo Nacional José María Castro nació el 21 de marzo de 1932 y cursó sus estudios en la Escuela Nacional de Agronomía de Córdoba. En mayo de 1956 ingresó al Instituto de Suelos y Agrotécnica del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la Nación, donde inició sus trabajos en el área Conservación de Suelos, desempeñándose en la especialidad en General Pico (La Pampa) y Baradero (Provincia de Buenos Aires).
Posteriormente ingresó al INTA en la Agencia de Extensión Rural de San José de la Esquina (Santa Fe), donde se desempeñó entre 1958 y 1960 y en el año 1961 se incorporó a la Estación Experimental de Cañadón León, iniciando la instalación de jardines de aclimatación de especies forrajeras y fijadoras en las zonas del Lago Belgrano, Lago Tar y Calafate.
Participó en el diseño de maquinarias para tareas de recuperación de áreas erosionadas; en la clasificación e implementación de técnicas de recuperación de pavimentos de erosión, entre otras actividades y en el año 1968 fue trasladado a la Agencia de Extensión Rural de Esquel, en la que trabajó en la implantación de pasturas en la región precordillerana y estabilización de áreas erosionadas en las provincias de Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
Desde 1978, y hasta su muerte, cumplió tareas en la Estación Experimental Agropecuaria Trelew, época en la que obtuvo la primera mención otorgada por la Fundación Alejandro Shaw por su trabajo sobre métodos para aumentar la producción ganadera en la región patagónica, y posteriormente se hace acreedor de la medalla San Isidro Labrador, por la Secretaría de Estado de Agricultura y Ganadería de la Nación.
También tuvo una destacada participación en la elaboración de las Leyes Provinciales Nº 1119 y 1740 sobre la conservación del Suelo en el Chubut y a nivel nacional fue uno de los promotores de la Ley de Fomento a la Conservación de los Suelos Nº 22428 y muchos de sus trabajos sirvieron de base para la confección de los Catálogos de Prácticas Conservacionistas previstas por dichos instrumentos legales.
La problemática en la actualidad: pistas para el desarrollo de nuevas líneas de investigación
El énfasis sobre la problemática del suelo en la Patagonia, trazada por la generación de agrónomos como José María Castro, impulsa al INTA en el desarrollo de tecnologías ligadas a la recuperación de áreas degradadas por distintas actividades que afectan a los pastizales naturales, y dejan a los suelos propensos a la erosión.
El mejoramiento de las prácticas de fijación de médanos, la plantación de arbustos y las distintas tecnologías para hacer frente al impacto de la actividad petrolera, son algunas de las líneas de trabajo que actualmente se llevan adelante.
Resulta necesario hacer mención sobre el importante rol que mantiene cada productor – principal custodio del suelo – quien día a día toma decisiones sobre el establecimiento que administra y cómo, cada una de las mismas, puede ayudar a la conservación, o comprometer seriamente el recurso para las generaciones futuras.
Teniendo en cuenta las potenciales inclemencias climáticas, y considerando que el 90 % de la superficie del territorio provincial es semiárido, a la responsabilidad de cada productor deben acompañarse políticas públicas activas que, desde el Estado, aseguren la conservación y restauración de este recurso indispensable para el desarrollo de la Provincia.