Las investigaciones de la Policía Federal tuvieron como resultado que no
se ha podido determinar ni el accionar de terceros ni el suicidio –esta última,
la hipótesis más fuerte de la Fiscalía-. Hecho que nos lleva a afirmar sin
ninguna duda que Ángelo murió por la acción o la omisión
del personal policial de turno, la madrugada del 19 de septiembre de 2013.
Ángelo sufrió el abandono, que dejado sin revisión ni cuidado entre las
3.00 am y las 5.45 am, termina siendo una posible instigación al suicidio. La
consecuencia de esa falta de monitoreo es la muerte de una persona.
La Comisión entiende que esto constituye una muestra más de la violencia
estructural y la negligencia en que se encuentra inmerso el sistema policial
chubutense y la indiferencia de funcionarios de gobierno y de justicia, quienes
de no hacer nada más al respecto terminan consintiendo la crueldad que implica
dejar un caso así, con la carátula de suicidio, bajo el argumento de que fue un
“suicidio por suspensión incompleta”.
La sola posibilidad de que este caso quede así, “suicidio”, sin que se
tomen más recaudos para continuar la investigación en dirección de imputar
penalmente a alguien sería no solamente un golpe muy grande para la sociedad en
su conjunto, sino que alentaría los índices de impunidad e injusticia sobre
nuestros pibes en particular, y por lo tanto, sobre nuestro proyecto de futuro.
Siguen dudas pendientes: varios policías que fueron entrevistados por la
Fiscalía por haberse encontrado prestando servicio al momento de la detención
de Ángelo, afirman que efectivamente los calabozos estaban clausurados y que
solo se utilizaban para demorados, entonces las preguntas son ¿Por qué había
colchones en los calabozos si nadie iba a permanecer allí más que unas horas,
bajo la condición de “demorado”? ¿Entonces, la Comisaría Segunda tenía celdas
inhabilitadas o no? Esta Comisaría está siendo muy cuestionada socialmente y no
deja garantías a la sociedad de que los eventuales demorados sean tratados como
corresponde por derecho y por ley. Consta a esta Comisión que al menos en dos
casos más, por intervención de la misma, se ha logrado que “demoren” a los
pibes en otras Comisarías (la Cuarta y la Primera) y que el argumento bajo el
cual se logró esto fue que las celdas de la Segunda no estaban en condiciones y
que esa Comisaría no daba garantías de nada. Por lo tanto, insistimos ¿Por qué
habían pibes demorados allí la noche del 19 de septiembre?
Más preguntas que siguen sin contestar:
¿Dónde se encuentran reubicados el Comisario Luciano Yapileo y el Subcomisario
Juan Carlos Jara?
¿Qué ocurrió con el
personal de turno que “debía” custodiar a Ángelo? ¿Continúa ese personal en
funciones, “cuidando”, a otros detenidos en las Comisarías de Chubut?
¿Qué respuestas da el
Estado Provincial a la secuencia de muertes que se suceden en la Provincia
de Chubut por causa de la violencia policial?
Es claro que debe haber alguna imputación penal por esta muerte y todas
las irregularidades y negligencias en torno a ella, no solo los familiares o la
Comisión la exigen, socialmente necesitamos esta imputación, porque sin un
procesamiento y condena, sin una sentencia real sobre este gravísimo hecho, no
hay justicia para nadie, ningún pibe puede vivir y crecer sabiendo que si “cae”
apenas demorado lo puede esperar la muerte.
Por Ángelo,
¡Ni un pibe menos!
Comisión contra la Impunidad y por la
Justicia en Chubut.