LANZAMIENTO DEL FRENTE NACIONAL
ANTINUCLEAR
EXGIMOS EL DEBATE
NUCLEOELECTRICO
RECLAMAMOS UNA AMPLIA DISCUSION
NACIONAL SOBRE QUE MATRIZ ENERGETICA REQUIEREN NUESTROS PUEBLOS.
En conmemoración del 22 de octubre
de 1986, día histórico para nuestro país, todas las agrupaciones, colectivos y
movimientos sociales de Argentina decidieron lanzar un frente nacional
antinuclear.
A casi tres décadas de haber rechazado la instalación del primer Repositorio de Desechos
Radiactivos de Alta Actividad, popularmente conocido en la Patagonia como el
Basurero Nuclear de Gastre, la energía nuclear en el mundo aún no logró
gestionar definitivamente los residuos radiactivos.
Cerca del
ignoto pueblo de Gastre, centro norte de la provincia de Chubut, las rocas
graníticas de Sierra del Medio, fueron elegidas para contener el sepulcro final
de miles de toneladas de radionucleidos letales.
Amplio
activismo se desató por toda la Patagonia, columnas movilizadoras respaldaron el
Manifiesto Antinuclear del Chubut, con miles de firmas que ratificaban la
voluntad y la consigna de un pueblo.
El documento fue recibido en pleno acto conmemorativo del centenario de
la Ciudad de
Trelew, por el entonces presidente de la Nación, Raúl Ricardo Alfonsín. Hubo quince años de
luchas, asambleas populares y movilizaciones que se sucedían diariamente, pero
fue ese día, 22 de octubre de 1986, en esa ocasión, que una plaza saturada de
banderas y pancartas le gritó al mundo el rechazo patagónico de la escoria
radiactiva que al día de hoy, deambula sin destino final, o en el fondo de los
océanos: cruel paradigma.
Las organizaciones miembro de la Red
Nacional de Acción Ecologista –RENACE, Argentina- convocamos a todas las
asambleas, organizaciones, actores sociales, argentin@s a sumarse al Frente
Nacional Antinuclear.
El propósito
principal de esta iniciativa es fortalecer un frente común en cada lugar del
país ante las amenazas presentes y futuras de nuevas instalaciones nucleares y
el anuncio continuista de mismo plan nuclear militar de los años 60.
Ante
insistentes anuncios del gobierno sobre nuevas plantas nucleares en nuestro
país, la extensión de la vida útil de las centrales nucleares de Embalse Rio
Tercero (Córdoba) y Atucha I (Zárate-Bs.As), el otorgamiento de nuevas licencias
para la minería uranífera, entre otros vinculados a la actividad nuclear,
afirmamos una vez más:
*El rechazo a
las centrales nucleares en Argentina y la exigencia de un debate de la
matriz energética que requiere nuestro pueblo. Al mismo tiempo emplazamos a las
autoridades pertinentes restituir territorios devastados por la minería
uranífera: un plan de remediación (PRAMU) que nunca se puso en
vigencia.
*Demandamos,
amparados en el derecho otorgado por nuestra Constitución Nacional, el
cumplimiento de la imposibilidad de
gestionar los residuos radioactivos de nuestro país y de cualquier lugar del
mundo.
*El respeto
absoluto al artículo 41 de la constitución nacional que prohíbe el ingreso de
residuos radioactivos (ley de los patagónicos)
*La urgencia
de paralización del proyecto de construcción de Atucha III en Zárate, provincia
de Buenos Aires, a escasos 110
km de Capital Federal
*El rechazo a
la prolongación de la vida útil de la central nuclear de Embalse Río
III.
*Nuestra
denuncia acerca de la intención del gobierno de sembrar el país de reactores de
baja potencia como el que pretenden instalar en Formosa solidarizándonos con la
población que rechaza convertirse en conejillos de indias del prototipo de
reactor nuclear de baja potencia “CAREM”. Un reactor experimental nunca aprobado
en el país.
*La necesidad
de efectivizar los impostergables estudios epidemiológicos en forma
independiente y con veedores de la sociedad civil de los efectos sobre la salud
y el ambiente de todas las instalaciones nucleares de Argentina, en particular
sus centrales nucleares de potencia, sus Centros Atómicos, sus fábricas de
combustible nuclear, sus depósitos de residuos radiactivos de todo nivel y sus
minas de uranio.
*El engaño de
la ARN (Autoridad Regulatoria Nuclear) que implementa planes de emergencia ante
accidente nuclear que solo alcanzan 10 kilómetros
alrededor de las instalaciones, y exigimos a la misma que genere, en su
reemplazo, conjuntamente con los gobiernos provinciales, municipales y
organizaciones de la sociedad civil, planes ciudadanos realistas que asuman el
verdadero riesgo de las instalaciones nucleares tomando como accidente de
referencia para cualquier plan de emergencia y simulacro el “peor accidente
posible”, esto es, un accidente grado 7 en la escala del
INES.
*La
peligrosidad de la energía nuclear,
con claras demostraciones en los últimos años del inevitable riesgo que
encierran las centrales nucleares y la ya demostrada imposibilidad de alcanzar
niveles de seguridad aceptables ante impredecibles catástrofes, con impactos que
no reconocen barreras políticas o geográficas.
*El riesgo
que significan los depósitos de combustible nuclear agotado ubicados junto a las
centrales nucleares de potencia Atucha I, II y Embalse, que pueden ser objeto de
ataques terroristas o el impacto accidental de aviones de gran porte. Declaramos
que si uno de estos depósitos fuera impactado por un avión comercial de gran
tamaño, se generarían potencialmente no un accidente equiparable al de
Chernobyl, sino al de varios Chernobyl.
Esta campaña
tiene a su vez por objeto, alertar del riesgo al que se exponen los ciudadanos
que pretendan presenciar los juegos olímpicos de Japón 2020 y denunciar
públicamente las temerarias y falaces declaraciones del primer ministro japonés
Shinzo Abe quien garantizó en Buenos Aires que “Fukushima está bajo
control”. Invitamos a investigar las razones por las que Japón perdió
territorio como consecuencia del peor desastre nuclear de la historia que dejó
160.000 refugiados nucleares que ya no volverán a regresar a sus hogares.
El prestigioso físico norteamericano Arnie Gundersen recogió muestras del suelo
en parques infantiles, jardines en azoteas de edificios y plazas públicas de
Tokio. El laboratorio determinó que todas las muestras deberían serían
calificadas como residuos radioactivos en Estados Unidos y enviadas a Texas para
su gestión como desecho nuclear.
Los terribles acontecimientos de las
últimas décadas en relación a la energía nucleoeléctrica reafirman que abandonar
la energía nuclear es imperioso y de un enorme compromiso con las generaciones
futuras en nuestro país y en el mundo. Como expresa el manifiesto antinuclear de
España: “…la energía nuclear es un rotundo fracaso tecnológico, económico,
medioambiental y social.”
Contactos:
Javier
Rodriguez Pardo, tel: 011
1567485340 (MACH,
Chubut)
Pablo
Palicio, tel: 0280 154630754
(MACH, Chubut)
Freddy
Carbonel, tel: 0381 156 450884 (Pro
Eco, Tucumán)
Myrian
Genisans, tel: 0381 155589446 (Pro
Eco, Tucumán)
Silvana
Buján, tel: 0223 155019937 (BIOS Argentina, Mar del Plata)