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lunes, 20 de abril de 2020

NO A LA NORMALIDAD: CORONAVIRUS Y SALUD

www.lavaca.org/ 20 - ABRIL - 2020

No a la normalidad: Coronavirus y salud


Entrevista a Jaime Breilh. Médico ecuatoriano, es uno de los fundadores de la epidemiología latinoamericana. Cuestiona cómo los Estados adoptaron medidas de aislamiento, sin participación ciudadana. Las 4 causas que previeron la pandemia, y cómo evitar repetir la historia. 
Por Anabel Pomar
Esta es uno de los textos de la última edición de MU. Lo compartimos para que la cuarentena no signifique encerrar las ideas y para que  puedan circular  historias, experiencias y sueños. Lo podemos hacer gracias a lxs lectorxs y suscriptorxs, el gran secreto y la gran alianza para que la comunicación sea posible y que los virus no impidan que respiremos juntos. La suscripcion a MU puede hacerse aquí.
Fue presidente de la Academia Ecuatoriana de Medicina (2014-2016) y es referente y uno de los fundadores del Movimiento Latinoamericano de Medicina Social/Salud Colectiva. Ex rector de la Universidad Andina Simón Bolívar, el ecuatoriano Jaime Breilh es reconocido internacionalmente por sus investigaciones sobre las consecuencias de los agronegocios y el extractivismo en la salud y ha inspirado a miles de médicos en el mundo, entre ellos a los creadores de los campamentos sanitarios en los pueblos fumigados de Argentina de la Universidad Nacional de Rosario. 
Breilh habló con MU en plena pandemia de coronavirus para ayudarnos a reflexionar sobre la situación de emergencia, y sobre todo para imaginar una salida colectiva a este escenario de una crisis que parece hacer tambalear el mundo conocido.
¿Es posible hablar de qué es la salud en plena pandemia mortal? 
La salud es un proceso dialéctico que existe siempre, una lucha entre la vida y la muerte, entre el estado saludable y las condiciones que lo amenazan. La epidemiología crítica tiene que ser también dialéctica. La salud no es para nosotros un fenómeno exclusivamente individual, biológico, sino que es un proceso complejo social y, como tal, jamás deja de existir. La visión que se tiene de la salud como ausencia de enfermedad viene de un modelo biomédico convencional, de un modelo obsoleto que primero la reduce a un tema individual de personas que se enferman y, segundo, a un tema biológico. 
En ese sentido, ¿cómo se puede pensar una pandemia?
Una pandemia es una amenaza muy grande y produce una marca muy fuerte en la condición de salud. La salud es una lucha permanente entre lo que nos destruye y lo que nos mantiene saludables. Y eso es algo permanente en la sociedad. Lo que sucede es que la pandemia genera una ruptura enorme, un impacto colosal sobre las condiciones de salubridad de toda la población.
¿Qué cosas desnuda este patógeno que no estábamos viendo? 
No es estrictamente una sorpresa este virus. Era esperado. Ya lo veníamos señalando desde las primeras presencias de coronavirus, a comienzo del siglo. Sabíamos que venía algo cada vez peor. Creo que esta pandemia actual es el inicio de otras variaciones de este tipo de virus y otros ciclos pandémicos. 
¿Qué puntos esenciales adelantaban el escenario actual?
El primero: las pandemias del siglo XXI con formas virales de recombinación genética como esta son generadas por las condiciones estructurales y económicas de las llamadas enfermedades emergentes. Es un conjunto de eclosiones de virus. Estas condiciones surgen en el momento en que el capitalismo adquiere una nueva característica en su constitución: el capitalismo de la cuarta revolución industrial. Caracterizado por la acumulación de capital actual, la aceleración de la concentración de riqueza del sistema hegemónico se da a partir de unas condiciones productivas en el campo de la cría de animales y de la agricultura, entre otras, con formas que tienen consecuencias sobre la naturaleza, los ecosistemas, y también con formas de vivir: de construcción de las ciudades y los espacios urbanos.
Segundo. El virus mutante COV-2 tiene formas de transmisión, de virulencia y además está enlazado a formas de vulnerabilidad social humana que son condicionadas socialmente y que se expresan biológicamente. La expresión viral y la consecuencia patogénica en los humanos del virus son encarnaciones que son producto de este encuentro entre un espacio biológico viral que trata de buscar alternativas de reproducción y que encuentra espacios favorables porque hay una masa genómica, genética que crea las condiciones para que el virus penetre en esos huéspedes animales en primer momento, y luego en humanos; y luego para que haya una expansión más allá de esa localidad para que esta tenga una diseminación global.
Tercero. La incompetencia y la debilidad de los aparatos públicos no es tampoco una sorpresa. Porque estos están construidos desde una lógica asistencial curativa y están hegemonizados, tanto a nivel curativo como a nivel de lo que llamaríamos la salud pública que también está muy ligada a esa visión hegemónica, por una enfermología lucrativa. Un enfoque en la enfermedad de individuos. Y una epidemia es una enfermedad de muchos individuos. Entonces se tiene una visión de los servicios de salud tanto privados como públicos que está ligada a la visión comercial, lucrativa, de la industria médica. No es raro entonces la respuesta tardía, incompleta, la ausencia de recursos idóneos para poder enfrentar la pandemia y además la ausencia total de una ligazón con las organizaciones sociales. Una pandemia que tiene origen social no puede resolverse solo desde la institucionalidad. Tiene que resolverse desde un vínculo estratégico entre las instituciones que hacen salud y las organizaciones sociales que son las que tienen el dominio sobre la movilización popular. Y no puede hacerse con un sentido clásico, vertical. Con un sentido de divorcio y de decirles a las colectividades lo que tienen que hacer y nada más. Tendría que haber estado diseñado un sistema de salud que tenga un monitoreo permanente de carácter participativo y que esté ensamblado a respuestas colectivas eficientes. La respuesta eficiente que se ha dado en algunos países, como la China, más es fruto de una disciplina impuesta por el Estado. Pero esta disciplina en nuestros contextos, dentro de una perspectiva democrática de la disciplina social, tendría que ser construida con las organizaciones sociales para que por su propia participación y voluntad estén enlazadas a la estrategia global de los comités de enfrentamiento de la pandemia.
Cuarto. La ausencia de políticas consistentes de una estructura equitativa participativa y la ausencia de un fondo público de respaldo en esta emergencia son las que rubrican esta incapacidad de reaccionar en tiempos adecuados y de sostener esta situación en lo colectivo. 
Teniendo en cuenta esta descripción, contar solamente con los mejores hospitales e insumos no parece que brinde la respuesta que necesitamos…
Exactamente. Y por varios motivos. Porque no tenemos conocimiento suficiente del virus: no existe vacuna, y tampoco medicamentos. Las combinaciones farmacológicas que se están ofreciendo no son la respuesta y, además, pueden generar otros problemas de salud pública. El problema persistente que tenemos es la creencia existente dentro de los aparatos públicos y gubernamentales en una visión biomédica, que busca fortalecer hospitales, encontrar medicamentos o vacunas; pero estamos hablando de medidas que se toman cuando ya hay muertes. Y, claro, además es una oportunidad para algunos negocios que se montan alrededor de una catástrofe que, una vez más, le dan la razón a Naomi Klein cuando señala el aprovechamiento lucrativo de algunos sectores.
El plan Solidarity de la OMS también sugiere soluciones en medidas terapéuticas, bastante alejadas de lo que usted señala como salida comunitaria para enfrentar la pandemia. ¿Es posible en este escenario señalar alguna corrección en lo que se está diseñando básicamente soportado en dos pilares: la terapéutica y el disciplinamiento para aislar cuerpos?
Surge primero la urgencia en dar respuesta a la emergencia actual. Y también la necesidad de otra respuesta estratégica para los próximos años. Tenemos que cambiar el paradigma de la salud y de la epidemiología. No podemos trabajar con la teoría del pico del iceberg. La salud está siendo vista y está siendo operada mirando lo que ya eclosiona, las consecuencias que ya están y sin mirar las relaciones que las genera. Surge la necesidad de hacer una recapacitación de los epidemiólogos, de los profesionales de la salud, y del modelo de salud para entender que hay una relación, y que en el caso de las pandemias es absolutamente clara, entre lo que serían las condiciones del metabolismo que genera la sociedad sobre la naturaleza, y todos estos impactos que la sociedad produce: un extractivismo masivo, generalizado, irrespetando la naturaleza.
Usted habla de participación y lazos sociales pero surgen respuestas como el aislamiento o el disciplinamiento…
La transmisibilidad es tan rápida que nos encuentra desarmados y, además, incapaces de contener al virus. El aislamiento no ha sido suficiente. Y esto es porque esa medida, la distancia social es más fácil de lograr en las clases medias urbanas, pero no aplicable en toda la sociedad. En estas sociedades clasistas, si no entendemos la composición social será imposible abordar esta pandemia correctamente. Si yo le pido a los miles y miles de personas que salen a la calle a diario a conseguir su sustento que se queden en sus casas, probablemente hacinados, les estoy diciendo que no se pueden enfermar de coronavirus pero sí morir de hambre.  No es suficiente con tener un conocimiento profundo del virus y contar con laboratorios listos para generar ensayos, vacunas, antivirales, etc., sino que tenemos que entender que este virus está profundamente ligado a lo social. En este momento, por ejemplo, veo que hay una bomba atómica que está en las comunidades campesinas donde no ha entrado el aparato oficial a actuar por el hecho de que no tienen presencia del virus todavía. La poca información que llega a esas comunidades es un mensaje limitado y sin transmisión intercultural. Por lo tanto las comunidades campesinas están desarmadas ante la siguiente oleada y etapa del virus. 
Todas estas situaciones nos han llevado a un estado de excepción porque fracasaron las medidas de contención o eran ausentes esos lazos comunitarios. Un estado de excepción es parar la maquinaria. El costo social a futuro de esta medida es enorme y el peso no debe ponerse sobre los hombros de los pobres. No pueden pagar los platos rotos los de siempre. Hay que hacer un cambio radical. En un sistema planificado esto debería haber estado pensado, con fondos públicos especiales para asumir estos costos. Otro mito que ha caído es que los servicios privados son la respuesta. Hasta en los países más liberales están reconociendo que sin un sistema público de salud es imposible enfrentar esta pandemia.
¿Cómo construimos ese nuevo paradigma de salud?
Lo más grave, cuando se aplane la curva, cuando pase la pandemia, sería que volvamos a la normalidad. No podemos volver a la desigualdad social, de profundas contradicciones, de zonas de miseria comparadas con zonas de riqueza, algo que no solo pasa en Latinoamérica sino en el mundo. Tenemos que ir a un futuro donde no siga creciendo exponencialmente  la concentración del capital en unos pocos, en un 5% de la población,  mientras se excluye y se crean condiciones paupérrimas para la gran mayoría. Tenemos que cambiar el sistema social que se ha acostumbrado a acelerar sus ganancias utilizando modos de emplear, de tratar a la naturaleza, como lo hace el extractivismo por ejemplo, destruyendo los ecosistemas y generando los problemas como son el cambio climático y estas pandemias, nada más como ejemplos. Tenemos que ir a un sistema social que respete la naturaleza a una sociedad que reavive principios éticos y constitucionales que establecen la prioridad de la vida sobre la economía. Y a un sistema de salud basado en un profundo rediseño participativo y con un nuevo paradigma. El actual posee condiciones limitantes por una lógica privatizadora que ha disminuido las condiciones de equipamiento  y salariales para el personal de salud. Nos llenamos la boca diciendo ahí están los héroes que han salvado vidas, pues esos héroes mundiales trabajan muchas veces sin los implementos necesarios de protección, con algoritmos atrasados con protocolos hospitalocéntricos. 
Tenemos que establecer sistemas de protección universales. No puede depender ni la seguridad, el tratamiento, el derecho a la salud no puede depender del bolsillo. Tenemos que ir a  un sistema de equidad público.  Una profunda lección que debe dejarnos esta situación es que no podemos seguir con un rezago de información que se conforme con datos de salud de un mes antes o un año antes. No es posible que no contemos con información que permita hacer una evaluación en tiempo real. Toda la casuística hospitalaria, tanto pública como privada, no tiene variables cardinales de geoposicionamiento social para entender de dónde viene y en que circunstancia social se producen las patologías que se registran. Hay que cambiar la obsoleta vigilancia epidemiológica que es una vigilancia vertical, de una inteligencia estatal vertical, de arriba hacia la comunidad, no participativa por un monitoreo crítico, participativo, en donde haya un acuerdo, una organicidad en la relación de las comunidades, sectores de la inteligencia comunitaria de salud articulándose a sectores técnicos de los sistemas públicos, de la academia, para poder planificar no solo las acciones curativas sino las acciones preventivas de largo plazo.
¿Se pueden prever así nuevas pandemias?
Las pandemias del futuro serán peores. Si no cambiamos esta sociedad, los modos de vivir, esta determinación social patogénica de la agricultura, de la minería, del extractivismo, incluido el cibernético, vamos a tener un empeoramiento de los problemas. Unas veces escandalosamente visibles, generadores de pánico; otras veces, asesinos ocultos, monstruos epidemiológicos que van matando sin que la gente se escandalice pero que van matando en tasas y volúmenes mayores a los que ahora vemos con esta pandemia. El haber llegado al punto en el que el estado de excepción, el Estado de sitio, el toque de queda, es la única manera de parar este engranaje destructivo es una derrota de la sociedad y de los sistemas de protección social.
¿Qué otras consecuencias en salud tiene ese tipo de explotación?
Una escalofriante es la propia pandemia. Otra aún más peligrosa es el cambio climático. Pero son consecuencias, hijas, del mismo problema. El problema de haber organizado  una producción sedienta de lucro en gran escala con el uso peligroso de tecnologías que las tornan sumamente destructivas. Sea en la agricultura, en la minería, etcétera. Para empezar a entender al virus tenemos que empezar entendiendo los territorios ecosistémicos y sociales donde el virus se mutó, donde el virus se generó, donde surgió la nueva forma de coronavirus, y que mañana será otro. 
Lo segundo es que ese extractivismo que ha generado una escalofriante concentración de la riqueza está generando respuestas sociales desesperadas como la concentración humana, las migraciones o la generación de patrones de vida, de modos de vivir que nos hacen propensos a tener una transmisión alta. O sea, por un lado hay que hablar de los territorios donde se “cocinó” primeramente el virus, y de los territorios que tienen modos de trabajar y vivir con patrones clasistas que nos hacen propensos a la transmisibilidad y nos hacen vulnerables, generando condiciones de contacto social muy difíciles de controlar. La migración en el caso del coranavirus se produce de manera aérea. 
Finalmente tenemos las vulnerabilidades corporales. Nuestras poblaciones con malnutrición, con una insuficiencia crónica del sistema inmune, con debilidades de sus soportes biológicos de defensas también en lo individual vienen a cerrar el círculo. Este paradigma tiene que ayudarnos a diseñar el monitoreo permanente basado en las comunidades, que enlace la técnica de las instituciones, de la academia, de las universidades,  con las colectividades y que eso genere un sistema de salud participativo donde ya no se haga vigilancia epidemiológica tradicional sino un monitoreo real con participación de las comunidades. 
Mucha gente pide o quiere volver a la normalidad. Espero que no volvamos a esa normalidad porque es patógena, epidemiológicamente peligrosa e injusta. Tomemos esta crisis como una oportunidad para ir hacia un nuevo modelo de la salud, una nueva visión de la economía  y a una nueva visión de la protección de la vida de nuestras sociedades.

ARCIONI ES OBLIGADO A RETROCEDER EN SUS POLÍTICAS REPRESIVAS QUE HABÍA INSTAURADO CON LA EXCUSA DE LA PANDEMIA

Arcioni recibe una bofetada de mano del pueblo organizado que debió recurrir a la justicia para reclamar por derechos que figuran en la Construcción Nacional.
El Bolsón (ANPP).- Este viernes pasado, la justicia puso en el banquillo a Massoni, ministro de seguridad de Chubut, tras un Habeas Corpus presentado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, quien actuó por la cantidad de denuncias de apremios ilegales recibidas por parte de personas y organizaciones de Chubut.
 La Jueza Mirta del Valle Moreno ordenó este lunes al gobierno provincial que hasta tanto estén vigentes los instrumentos legales anunciados, las fuerzas de seguridad de Chubut deben regirse de acuerdo a lo establecido en el protocolo el gobierno nacional para el abordaje de la población. En tal sentido, también admitió que si bien la pandemia era una circunstancia particular, las denuncias dan cuenta de un "exceso en el control, en cuanto a la forma del mismo y se ha perdido en algunos casos el objetivo que tiene este aislamiento" y si bien no dió lugar a escuchar todos los testimonios aportados por la demandante, aclaró que solicitaba que nadie se quede sin realizar las denuncias por hechos sufridos en este contexto, ya que la fiscalía investigará y pondrá si es necesario a todos los funcionarios de Arcioni y a él mismo en instancias judiciales para determinar las responsabilidades en hechos de ilegalidad. 
Se esperan, por tanto, la presentación de múltiples presentaciones judiciales que terminarán con todos estos funcionarios de gobierno que pensaron aplacar la falta de pago de salarios a trabajadores estatales y el descontento generalizado instaurando políticas de miedo y terror. 
Puntualmente, no es ilegal en Chubut ni en ningún lugar de nuestro país:
- filmar operativos policiales, o a funcionarios públicos
- no te pueden detener por tener documento con terminación par o impar sea el día que sea. 
- por circular si te atienes a lo dispuesto en el dnu 297/2020 de Nación. 
- Tampoco te pueden detener  por ir en búsqueda de alimentos, medicamentos.
Es decir que lo que queda vigente en la provincia de Chubut, es lo mismo que en el resto del país, a oliendo el toque de queda, con las sirenas sonando a las 19, y las detenciones a todos quienes circulen después de esa hora. 
Arcioni sigue caminando hacia una intervención inevitable, ya que pretendió resolver su mal manejo de la provincia con más represión. 
Nuevamente, la organización popular y la intransigencia en la lucha por los derechos, nos muestran que juntes somos muches más que todos los represores juntos. 

CHUBUT IMPULSARÁ CAMBIOS EN EL ABORDAJE DEL AISLAMIENTO

Fuente: Agencia de Comunicación Judicial 20 - Abril - 2020


Lo decidió tras la presentación de Hábeas Corpus por parte de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación. Hasta tanto esté adecuada la normativa, deberá ceñirse al protocolo nacional.
Las autoridades del gobierno chubutense definieron una serie de cambios en la normativa vigente sobre el manejo del aislamiento preventivo por la pandemia de coronavirus, las cuales fueron anunciadas en el marco de una audiencia judicial realizada este lunes de manera remota.
Las modificaciones, contenidas en un Decreto de Necesidad y Urgencia, con el agregado de una resolución de la Secretaría de Seguridad que adhiere al protocolo de intervención de las fuerzas de seguridad para hacer cumplir el aislamiento, fueron informadas por las autoridades provinciales en el marco de la audiencia judicial donde se trataba un Hábeas Corpus presentado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación y que cuestionaba varios episodios de excesos en la actuación policial en Chubut.
En ese contexto, la Jueza Mirta del Valle Moreno ordenó este lunes al gobierno provincial que hasta tanto estén vigentes los instrumentos legales anunciados, las fuerzas de seguridad de Chubut deben regirse de acuerdo a lo establecido en el protocolo el gobierno nacional para el abordaje de la población. Una vez que las mismas estén vigentes, el Hábeas Corpus será archivado.
Así lo resolvió la magistrada en la continuidad de la audiencia iniciada el pasado viernes por la presentación de nación, en conjunto con otros dos que presentaron la Defensoría Pública de Chubut y la Comisión contra la Impunidad y por la Justicia de Chubut.
En ese marco, la audiencia se retomó en horas del mediodía y las autoridades del gobierno provincial, encabezadas por el Ministro de Gobierno, José María Grazzini Agüero y el Ministro de Seguridad, Federico Massoni, informaron que en concordancia con las nuevas disposiciones nacionales dispuestas por el Presidente Alberto Fernández el fin de semana sobre el abordaje de la pandemia de coronavirus y de acuerdo a instrucciones del Ministro del Interior, se había tomado la decisión de “modificar el statu quo en cuanto a la administración del aislamiento” en Chubut.
Los funcionarios explicaron que estaba a la firma de los ministros un nuevo decreto que esencialmente derogaba las resoluciones vigentes –las cuales habían sido cuestionadas en los Hábeas Corpus- y se disponían nuevas medidas, junto con una nueva resolución de adhesión al protocolo de actuación dispuesto a nivel nacional.
Tras un cuarto intermedio de dos horas para que las partes pudieran recibir los textos del decreto y resolución anunciados por el gobierno, se retomó la audiencia. En ese contexto, las partes destacaron el cambio de enfoque del gobierno provincial y su intención de adecuarse a las recomendaciones nacionales, aunque alertaron que el detalle enviado era de momento un borrador y aún faltaba su formalización.
El Director Nacional de Políticas contra la Violencia Institucional, Dr. Mariano Przybylski, destacó el impulso tomado por las autoridades provinciales y expresó que se mantienen abiertas las vías de diálogo para trabajar en conjunto sobre esta temática.
A la hora de resolver, la Jueza Moreno expresó que si bien la pandemia que da origen a este marco de aislamiento es una situación extraordinaria, novedosa y de la cual no se tienen referencias, los hechos denunciados demuestran que hubo un “exceso en el control, en cuanto a la forma del mismo y se ha perdido en algunos casos el objetivo que tiene este aislamiento”.
En su decisión, la magistrada entendió que si bien el gobierno ha expresado su voluntad de modificar la situación planteada, hasta tanto no estén vigentes los instrumentos legales anunciados, se deberá dejar sin efecto la aplicación de las resoluciones sobre los mecanismos de control y administración de la cuarentena y se deberá cumplir con lo dispuesto por los protocolos de nación para el abordaje del aislamiento.
La Dra. Moreno indicó que una vez que esté notificada de la puesta en vigencia del decreto y la nueva resolución, archivará el hábeas corpus. También encomendó a las autoridades provinciales que mantengan abierto los canales de diálogo con todas las partes involucradas en la búsqueda de soluciones de consenso a la hora de enfrentar la pandemia.

UN PROYECTO DE LEY PIDE DECLARAR LA EMERGENCIA POR VIOLENCIA MACHISTA EN TODO EL PAÍS

(https://www.lavaca.org - 18 Abril 2020)

Un proyecto de Ley pide declarar la emergencia por violencia machista en todo el país


Es de la senadora oficialista Norma Durango, presidenta de la Comisión de la Mujer en el Senado, quien presentó ayer viernes a última hora la iniciativa que busca declarar la emergencia pública por violencia machista por el término de dos años. “Hemos tenido en los últimos días una gran cantidad de femicidios. Esta preocupación que ahora se acrecienta la tenemos hace tiempo. Hemos presentado proyectos de emergencia que en el gobierno anterior nunca se trataron y perdieron estado parlamentario. Queremos que el Poder Ejecutivo tenga mayor presupuesto para poder afrontar esta situación que también es una pandemia. Que se tomen las medidas y no lleguemos tarde”, dijo a lavaca, tras la difusión de la iniciativa que propone la asignación de recursos presupuestarios, la creación de hogares de protección integral, fortalecer el sistema de alerta y geolocalización, y reforzar los mecanismos de articulación con el Poder Judicial, entre otros puntos que recogen las demandas históricas pero también la urgencia de los casos que se agudizaron durante el aislamiento social. Cómo se espera que siga el proyecto sin el Congreso sesionando. El proyecto completo.


La senadora de La Pampa Norma Durango (Frente de Todos) hizo público este sábado el envío de un proyecto de ley para tomar medidas para frenar la violencia machista en el país. Ante la ausencia de reacción estatal y el crecimiento exponencial de casos durante el 2020 y en particular durante el aislamiento, la iniciativa recoge distintas demandas que dan cuenta de cómo funciona la violencia estatal que le sigue a la violencia machista: falta de coordinación, de respuesta rápida, de recursos adecuados, de acompañamiento, algunos de los puntos a los que la iniciativa intenta dar respuesta.
El proyecto fue presentado el viernes a última hora, luego de un trabajo articulado con asesoras. Dice Durango a lavaca: “Hemos tenido en los últimos días una gran cantidad de femicidios. Esta preocupación que ahora se acrecienta la tenemos hace tiempo. Hemos presentado proyectos de emergencia que en el gobierno anterior nunca se trataron y perdieron estado parlamentario. Queremos que el Poder Ejecutivo tenga mayor presupuesto para poder afrontar esta situación que también es una pandemia. Que se tomen medidas que sé que son difíciles. Queremos que en todo el territorio haya al menos un refugio y que los sistemas de alerta estén mucho más coordinados. Que estén coordinadas las fuerzas de seguridad. Que se tomen las medidas y no lleguemos tarde”.
Durante el asilamiento preventivo obligatorio hubo al menos 25 femicidios. La Corte Interamericana de Derechos Humanos hizo un llamado a los Estados parte a que incorporen en esta pandemia una perspectiva que frena la violencia machista destacando la necesidad de adecuar las medidas políticas y legislativas. En proyecto de Ley fundamenta: “la violencia contra mujeres y niñas es una de las violaciones a los derechos humanos más sistemáticas y extendidas en todo el mundo. Está arraigada en estructuras sociales construidas en base a estereotipos y prejuicios de género; trasciende límites de edad, socioeconómicos, educacionales y geográficos; afecta a todas las sociedades. El femicidio es la máxima expresión de la violencia contra las mujeres”.
Aún no hay fecha en el que el proyecto pueda ser tratado. “Queremos poder tratarlo, visibilizarlo. Seamos solidarios. Necesitamos redes de cuidado. Si una mujer está en situación de violencia es muy difícil que alguna amiga, una compañera de trabajo, del edificio o del piso no lo sepa. Este momento más q nunca hay que acompañarnos”, dice a lavaca la senadora que envió también y ayer el proyecto a la Ministra de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Con respecto a si el proyecto tiene apoyo del Bloque que la senadora integra, explica: “No hemos tenido reunión de bloque pero supongo que sí, no hay ninguna mujer que se niegue. Tengo ya algunos apoyos. Hay senadoras que han presentado proyectos similares en épocas anteriores pero en el gobierno anterior no teníamos prácticamente sesiones, entonces no se trataban los proyectos. Mi proyecto es una actualización de uno que  había presentado, y hay otros: el tema es cuándo se va a tratar. La vicepresidenta de la Nación le ha pedido a la Corte Suprema de Justicia que determine si las sesiones que se pueden llegar a hacer online van a tener legalidad: veremos que responde la Corte”.
Los principales puntos del proyecto:
  • Declárese en todo el territorio de la Nación, la emergencia pública en materia social por violencia por razones de género por el término de DOS (2) años.
  • Facultar a Jefatura de Gabinete de Ministros a disponer y reasignar las partidas presupuestarias necesarias para hacer frente a la emergencia declarada.
  • Coordinar con los gobiernos provinciales y municipales la asignación de recursos presupuestarios y la implementación de capacitaciones para la conformación de las Unidades especializadas en violencia en el primer nivel de atención que trabajen en la prevención y asistencia de hechos de violencia por razones de género, según lo previsto por el artículo 10 inciso 2 de la Ley Nº 26.485.
  • Crear en todo el territorio nacional al menos UN (1) Hogar de Protección Integral o refugio en cada jurisdicción. 
  • Fortalecer todas las estrategias de protección a las personas en situación de violencia por razones de género.
  • Fortalecer el sistema de alerta temprana y geolocalización inmediata a utilizar en situaciones de violencia por razones de género en coordinación con las fuerzas de seguridad federales, provinciales, municipales y los poderes judiciales locales en lo que respecta al ámbito territorial de su competencia.
  • Reforzar los mecanismos de articulación y coordinación con el Poder Judicial de cada provincia para garantizar el acceso a la justicia de las personas que están en situación de violencia por razones de género.
  • Fortalecer los mecanismos de acceso rápido y efectivo a los servicios de salud sexual y reproductiva.
  • Fortalecer las capacitaciones obligatorias en la temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación, de conformidad con las disposiciones de la Ley Nº 27.499.
  • Fortalecer las redes territoriales de acompañamiento comunitario que trabajen con situaciones de violencia por razones de género.
  • Suscribir convenios de cooperación con organismos nacionales, provinciales e internacionales, que tengan por objeto prevenir la problemática de la violencia de género.
  • Establecer para las mujeres que se encuentren en situación de emergencia social por violencia por razones de género, una asignación económica mensual equivalente a un Salario Mínimo, Vital y Móvil a cargo de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), durante todo el tiempo que las mismas se encuentren fuera de sus domicilios y/o hasta tanto se reinserten laboralmente según cada caso.

domingo, 19 de abril de 2020

EL TRABAJO EN EL MARCO DE LA EMERGENCIA SANITARIA: DESPIDOS, SUSPENSIONES, REBAJAS SALARIALES Y DEFICIENCIAS PARA ASEGURAR LA SALUD DE LAS Y LOS TRABAJADORES

(http://ctanacional.org/ -  15 Abril 2020)


El trabajo en el marco de la emergencia sanitaria: despidos, suspensiones, rebajas salariales y deficiencias para asegurar la salud de las y los trabajadores


El Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma presentó la actualización del siguiente informe en el que se sistematizan más de 200 denuncias realizadas por trabajadores y trabajadoras referidas a distintas violaciones a derechos laborales que han tenido lugar en el marco del Aislamiento Social Preventivo Obligatorio dispuesto por el Gobierno Nacional. Este documento, además, fue enviado oportunamente al Ministro de Trabajo, Claudio Moroni, con el fin de ponerle un límite a los abusos patronales en el marco de la presente emergencia sanitaria.
El informe apunta a sistematizar denuncias por violaciones a los derechos laborales realizadas por trabajadores, trabajadoras y organizaciones sindicales durante la cuarentena, y constituye una actualización de la información presentada por el Observatorio del Derecho Social de la CTA-A el 28 de marzo.
Se incluye información proveniente de más de 200 denuncias y reclamos colectivos de trabajadores y trabajadoras de diferentes actividades de todo el país que han señalado, de una u otra forma, incumplimientos por parte de las patronales de las disposiciones vigentes. Este conjunto de cuestiones requieren ser abordadas con carácter urgente a fin de poder transitar la emergencia. En particular, se ha denunciado la falta de delimitación clara entre las líneas de producción que deben seguir funcionando y otras que claramente no son esenciales y que incluso podrían fortalecer la producción de aquellos bienes que son imprescindibles para la subsistencia del conjunto de la población; también se han efectuado reclamos frente a conductas patronales que no garantizan las condiciones necesarias de salud y seguridad en el trabajo; finalmente, se sistematizan casos de denuncias por despidos, suspensiones y reducciones salariales que se han profundizado en las últimas dos semanas.
En particular, a partir de las denuncias y reclamos se abordan abordar las siguientes cuatro dimensiones con carácter de urgente:
● Determinar con la mayor precisión posible las áreas de la producción que deben continuar funcionando y fortalecerlas con la redistribución de los recursos y trabajadores que se desempeñan en las áreas o líneas de producción no esenciales;
● Garantizar las máximas condiciones de salud y seguridad en el trabajo, principalmente aquellas que hacen a la consecución de los objetivos de las políticas sanitarias fijadas por el Ministerio de Salud;
● Fortalecer la protección de los puestos de trabajo y los salarios durante la cuarentena, generando medidas eficaces para garantizar la prohibición de los despidos y suspensiones dictada por Poder Ejecutivo;
● Garantizar la actividad sindical, la libertad de circulación de dirigentes y abogados gremiales, y fortalecer los mecanismos oficiales para la presentación de denuncias como protección principal de quienes están desarrollando actividades.
Además, el documento, junto a la carta enviada al ministro Moroni, reclama en torno a la determinación de las áreas de producción esenciales.

CORONACRACIA BURGUESA: LA PESTE, LOS MEDIOS Y EL MIEDO

(infoposta.com.ar - 13 abril 2020)

CORONACRACIA BURGUESA: LA PESTE, LOS MEDIOS Y EL MIEDO


Por Gustavo Robles

“El mal que hay en el mundo casi siempre viene de la ignorancia, y las buenas intenciones pueden hacer tanto daño como la malicia si carecen de entendimiento”
“La verdad, como la luz, ciega. La mentira, por el contrario, es un bello crepúsculo que realza cada objeto”
“La estupidez insiste siempre”
Albert Camus – La Peste
El mundo ha sido invadido por un virus común en cada uno de sus rincones, pero no es ese que están pensando al leer estas líneas. No es el coronavirus: es el miedo universal que han implantado en las mentes de cada habitante de este planeta a través de los medios de comunicación.
Los historiadores del futuro se preguntarán y no podrán entender cómo fue posible que la sociedad mundial entera haya entrado en cuarentena, al mismo tiempo, por un virus que provoca menos muertes que otras a las que apenas se les presta atención, como por ejemplo, la gripe o la neumonía.
Y es que no tiene explicación lógica, a la vista de las estadísticas, o si la tiene, está lejos de razones de salubridad y mucho más cerca de oscuros entramados políticos y económicos.
Para darse cuenta de ello, hace falta sólo repasar las frías cifras que nos hablan de la expansión y mortandad del virus coronado y compararlo con otros menos apuntados por las luces de las cámaras. Y por supuesto, despojarse de toda la basura incrustada por los medios masivos de desinformación.
El Mundo
Veamos algunas cifras:
-   Según la OMS, hay al 11-4-20, 1.775.210 infectados comprobados por el coronavirus, recordando que el brote surgió en China a principios de diciembre de 2019, hace 5 meses (en el gigante asiático la enfermedad está prácticamente controlada)
-  Los científicos suponen que en realidad, los infectados son por lo menos el triple, pues se estima que entre un 70 u 80% de ellos no presentan síntomas.
-  De aquellos infectados comprobados, se han producido 108.544 fallecimientos, el 6,11% del total. Pero si se toma las estimaciones mínimas de la expansión del virus y el total de infectados reales, ese porcentaje habría que dividirlo por 3 al menos, con lo cual el porcentaje bajaría al 2% o por debajo.
-   Según la OMS, la gripe común infecta entre el 10% y el 20% de la población mundial anualmente. Es decir, podemos tomar el 15% como promedio: 1.125 MILLONES de personas. Parece bastante más extendida que el corona.
-  Anualmente se producen en el mundo 5 millones de casos graves de influenza o gripe (OMS)
- De ellos, entre 250 mil y 650 mil mueren anualmente (promedio, 450 mil anuales) (OMS)
A pesar de esas cifras impresionantes, a nadie se le ocurrió hasta ahora poner al mundo en cuarentena por la influenza-gripe común
Tomándonos siempre de los datos de la OMS, 1.300.000 seres humanos mueren en accidentes automovilísticos por año en todo el planeta
¿Alguien propuso prohibir los automóviles?
Pero sigamos con las cifras, porque cuanto más investiguemos, menos se entiende la “coronaparanoia”:
EEUU
Veamos lo que ocurre en EEUU, que pasó ahora a ser el centro mundial de coronatención.
-    A la fecha (11-4-20), hay 530.394 infectados
-    De ellos, 20.513 fallecieron (3,86%)
-    Según los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades), entre el 1/10/2019 y el 4/4/2020, es decir, seis meses, entre 39 y 56 MILLONES de estadounidenses fueron infectados con el virus de la influenza – gripe común ¡¡Entre 39 y 56 MILLONES!! Pero el escándalo mundial se arma por 500 mil coronados.
-   Siempre según los CDC, de esos casos, terminaron falleciendo entre 24.000 y 62.000 ¡En 6 meses! Pero la alarma mundial es por 20 mil del COVID 19
¿Alguien puede explicar esto sin caer en el ridículo?
La cuestión europea
Mientras la epidemia inicial se sufría dentro de los límites de la exótica China, los medios prestaban alguna atención y en la conciencia de las masas aparecía como algo lejano, no sólo en cuanto a la distancia, sino lamentablemente también en lo humano: los “chinitos” no importaban tanto.
Pero cuando la epidemia se transformó en pandemia y llegó a tierras europeas, sobre todo a Italia y España, todo cambió para el resto del mundo, y comenzó a expandirse la alarma y la preocupación en la mayoría de la población mundial.
Italia pasó a ser el centro del “apocalipsis”, seguido por España. El primero tiene la mayor cantidad de fallecidos del Viejo Continente, mientras que el segundo la mayor cantidad de infectados comprobados. Los medios comenzaron su avalancha diaria de información sobre la enfermedad. El coronavirus pasó a ser el único tema, tapando todo lo demás. Claro, nadie –o casi nadie- se preocupó por informar que la vieja Europa se ha transformado desde hace décadas en una sociedad vieja, donde nacen menos personas que las que mueren. Eso se verifica fundamentalmente –y justamente- en las dos penínsulas.
Tampoco que la gripe común viene haciendo estragos desde hace años: en Italia mueren anualmente entre 8.000 y 12.000 personas por año, mientras que en España en 2018 fallecieron 15.000. Las enfermedades que atacan a los de mayor edad tienen mayor campo de acción en esos países.
Argentina
Vayamos a nuestro país
En Argentina el oficialismo no se cansa de adular las medidas que tomó el gobierno de Alberto Fernández para impedir una crisis sanitaria, a pesar de que tarde cerró las fronteras y poco controló a los potentados que, hay que recordarlo, importaron una enfermedad que no existía en estas tierras. Si la cosa es tan terrible como nos la quieren hacer ver, entonces el gobierno es el mayor responsable de que el virus coronado ahora se pasee por suelo argento.
Pero más allá de las consideraciones políticas que más adelante vayamos a hacer, los números son elocuentes sobre la realidad delirante de la cuarentena que por “cuestiones sanitarias” nos están obligado a cumplir.
-    En Argentina los infectados conocidos son 1975 (el 0,0043% de la población total)
-    De ellos, han fallecido 83 (4,20%: mayor que la de EEUU… ¿entonces?)
-    83 personas representan el 0,00018% de la población total del país.
-    En 2018 murieron 32.000 personas a causa de la gripe común, según estadísticas del Ministerio de Salud y se estima que 33.000 fallecieron en 2019 ¡¡32.000 personas muertas por la gripe en el país!! Pero nos aterrorizamos por 83 del coronavirus. Hay algo que no cuaja.
-   Según la Asociación Civil Luchemos por la Vida, en Argentina mueren 550 personas por mes en accidentes de tránsito. Significa que 6.600 mueren al año. No se nota tanta preocupación por ello, como por el COVID 19.
Los números son demasiado elocuentes como para no darse cuenta de lo que está pasando. Es gracioso que nos acusen de “insensibles” a los que decimos que se está exagerando con las medidas y la preocupación que se han generado por el coronavirus, porque según el criterio impuesto por los medios “no nos importan los muertos ni los enfermos” por la pandemia en curso. Pero es fácil rebatir tan mediocre argumentación. Nosotros podríamos decir: “A Uds. no les importan los muertos ni los enfermos por gripe o neumonía, que son por lejos muchos más”.
¿O es que los muertos por el COVID 19 importan más que los que mueren por gripe?
Toda pérdida humana es dolorosa para sus deudos. Eso no es opinable. Pero para el funcionamiento de la sociedad, la muerte es parte de la vida, es inevitable, todos vamos a morir. Si lo que se quiere rescatar es el cuidado de la vida: ¿por qué esta sobreactuación por el coronavirus (108.000 muertes) y no se hace nada o hasta se festeja por el hábito de fumar, que mata 8 MILLONES de personas por año según la OMS? ¿O será que el tabaco es un enorme negocio?
¿Alguien se acuerda del dengue? ¿O como no existe en Europa ni en USA, no interesa?
Según el Ministerio de Salud, al 2 de marzo de este año, había 1.743 casos en el país.
En la Región se registraron 3.139.335 casos en 2019, con 1538 muertes.
Brasil es el de mayor cantidad de casos por lejos: 2.226.914 de dengue. Pero parece que importan mucho más los 20.727 casos de coronavirus y sus 1.124 fallecidos (5,4%)
¿A qué se debe la diferencia de criterios ante una enfermedad y otras, sobre todo cuando es evidente que se ha armado un escándalo mundial por la que menos muertes han provocado?
¿O, como decíamos más arriba, importan sólo los afectados por el COVID y los otros no?
¿Será que el tan mentado y coronado virus ha tenido una mayor incidencia en países como Italia y España, se ha expandido por la aristocrática Europa y por los poderosos EEUU?
¿Habría tanta atención, temor, consternación y dolor si esta pandemia hubiese arrasado con los pueblos en África?
Más allá de cualquier teoría conspirativa, lo cierto, lo concreto, es que a partir del virus que empezó a expandirse en China, las clases dominantes del mundo han logrado poner en cuarentena a toda la población planetaria.
Ahora los dueños del mundo saben que pueden hacerlo, inculcando terror en cada ser humano a partir de la creación de un “monstruo” al que pueden disfrazar de apocalíptico aunque no lo sea ni por asomo.
Han probado el inmenso poder de los medios de comunicación masiva, que le han hecho creer al mundo que un virus que no afecta al 99% de la población mundial, es la Peste Negra y la Gripe Española juntas (en realidad ha afectado al 0,023% de la sociedad humana y provocado la muerte del 0,0014%).
Sin embargo, televisores y radios difunden la opinión de los nuevos profetas del  Armagedón, comunicadores que nadan en la superficie de escenarios que el poder impone, sin cuestionar ni profundizar nada, más allá de lo que la zanahoria que les han colgado delante de sus narices les permite ver.
Han logrado generar desconfianza y temor entre las personas, han roto lazos, han alejado unidades, han desmovilizado a los luchadores. Han metido una cuña en las relaciones fraternales –o la posibilidad de ellas- entre los oprimidos. Si esta crisis fue provocada o no, queda claro que las clases dominantes, dueñas del poder económico más concentrado, han sabido aprovechar las circunstancias para su provecho.
¿Alguien puede negarlo?
El virus ha atacado casi exclusivamente a los mayores del mundo, a aquellos que cobran pensiones o jubilaciones y que los organismos financieros multinacionales han dejado en claro que “cuestan caro”, tal como ha expresado hace un tiempo la tan bien conocida por los argentinos, Christine Lagarde. Es decir, para estas lacras, 100 mil jubilaciones menos implican un ahorro importante.
También han multiplicado sus ganancias los laboratorios, para variar. Y los que manejan las bolsas del mundo están comprando acciones a precio vil; acciones que en pocos meses multiplicarán por decenas su valor.
Pero además, los explotadores del mundo sin distinción, están llevando a cabo un ajuste de hecho contra los asalariados en todo el planeta, pagando sólo parte de los salarios (muchas veces menos de la mitad), o despidiendo a sus empleados.
Techint de Paolo Rocca, o el amigo del nefasto ex presidente Macri, Miki Caputo, son claros ejemplos de una oleada que empieza a multiplicarse en Argentina.
El presidente Fernández dice estar enojado con esos “miserables” como él mismo los llamó, pero en su última cadena nacional ni mencionó los despidos, ni los recortes salariales, ni los salvajes aumentos de precios. Tampoco parece hacer nada para reprimir esa miserabilidad en plena crisis, mientras judicializa y detiene a miles de trabajadores por romper a la cuarentena, para salir a ganarse el mango que necesitan para poder comer.
Para colmo de males, al ajuste en ciernes se le suma el relato al estilo canto de sirenas: apoyado en el miedo de la población a salir a la calle, promete miserables $10.000 para los que quedaron fuera del sistema (que el oficialismo contaba en unos 3,5 millones, pero terminaron anotándose 11,5 millones; un “pequeño” error de cálculo que denota que no saben muy bien dónde están parados), para fines de marzo o principios de abril… pero parece que, sacando a los beneficiarios de las AUH, al resto los patearon para adelante.
De todos modos, teniendo en cuenta que la cuarentena comenzó el 20 de marzo y terminará (aparentemente) el 26 de abril, 10 mil pesos son menos que migajas para que una familia pueda sobrevivir más de un mes, sobre todo si se tiene en cuenta que según el INDEC, un grupo familiar necesitó $41.000 en febrero para no caer en la pobreza.
Hay quienes hablan de “nuevo orden” para el mundo que viene después del desquicio planetario creado por el virus del 2 ó 3% de letalidad, uno que pueda “humanizar” al capitalismo.
Pero la realidad expresa otra cosa, cuando los pobres se controlan entre ellos y hasta se acusan ejerciendo el rol de policías ante los de su misma clase.
Es el Gran Hermano llevado al paroxismo: no sólo te controla el Estado, sino tu propio vecino.
El control social impuesto avanza en el recorte de libertades; la vigilancia de las fuerzas de represión en las rutas, las calles y los barrios; la necesidad de pedir permiso para circular y trabajar: el ojo estatal está en todos lados, omnipresente. Un experimento para evitar o socavar futuras posibles rebeliones, que les ha salido demasiado bien hasta ahora.
Si alguien está esperando que el coronavirus cambie este sistema oprobioso donde el 1% de la población posee el 90% de la riqueza del mundo, pronto se dará cuenta de la candidez de esa esperanza. No es la lucha contra el COVID 19 lo que construirá un mundo justo, sino la lucha y la destrucción del sistema capitalista.
Si algo ha demostrado –por si hacía falta hacerlo nuevamente- esta crisis sanitaria transformada en cuarentena mundial, es que ante la circunstancia extraordinaria de que la clase trabajadora se ha visto impedida de trabajar, la economía mundial se derrumbó a niveles aún más desastrosos que durante las crisis de 1930 y del 2008, dejando en claro que sólo los trabajadores generan riqueza y no el capital.
El capitalismo, la burguesía, no pueden darle solución a los permanentes problemas que crea, tanto a la humanidad como a la biósfera. La concentración de la riqueza en pocas manos aleja la posibilidad de una vida digna a las mayorías populares, y el modo de producción burgués depreda los recursos naturales a un punto que a esta altura es de casi no retorno.
La peor pandemia, entonces, no es ningún virus, sino el capitalismo.
La Humanidad debe darse cuenta antes de que sea tarde y, en términos históricos, no queda mucho tiempo para ello.
Hoy, más que nunca, la consigna de la especie debe ser Socialismo o Barbarie, o aún más urgente: Socialismo o Extinción

ABORTAR EN CUARENTENA

(https://www.elcohetealaluna.com - 19 Abril 2020)






ABORTAR EN CUARENTENA
Entrevista con Ruth Zurbriggen sobre las limitaciones de un servicio esencial


Por Agustina Paz Frontera

Nadie preguntaría qué Ruth si ocasionalmente alguien sugiere “si necesitás un aborto llamala a Ruth”. Es una de las fundadoras de Socorristas en Red (SenRed), organización compuesta por 54 colectivas de todo el país que acompañan abortos autogestionados y con medicamentos. Ruth Zurbriggen es también fundadora de La Revuelta, colectiva feminista patagónica que logró desplazar a Buenos Aires del centro y enlazar el ejercicio socorrista con profesionales de la salud. Durante la pandemia, el trabajo del socorrismo toma una nueva dimensión, aunque la Organización Mundial de la Salud y el Ministerio de Salud nacional declararon el aborto como un servicio esencial, los obstáculos que encuentran las personas que requieren un aborto en el sistema de salud siguen ahí, más firmes que nunca. Si antes de la pandemia no estaba generalizado el servicio de Interrupción Legal del Embarazo (ILE), ahora hay que sortear además a oportunistas antiderechos y un sistema de prioridades de atención antojadizo. En este contexto, las socorristas siguen acompañando abortos en cualquier lugar (como dice el cántico que identifica la posición por la autogestión: «aborto legal, en cualquier lugar») a un ritmo tan intenso como siempre: entre 2014 y 2019 acompañaron los abortos de 31.936 mujeres y personas gestantes
—Lanzaron en estos días la sistematización de acompañamientos de 2019. Según los datos, SenRed cada año acompañan más abortos y el año pasado acompañaron a 12.575 mujeres y personas gestantes. En este período especial de aislamiento, ¿están recibiendo más llamados?
—Diría como mínimo que no han disminuido en relación a cómo veníamos en las colectivas de la Red. Diría también sentimos que hubo más. Eso de sentir que hubo más está relacionado a que como toda la cotidianeidad está profundamente trastocada nos implica otro tiempo todo el sostenimiento del dispositivo de acompañamiento. Las llamadas a los teléfonos o los mensajes a las redes sociales denotan angustias extras: ¿cuántas semanas van a pasar hasta que yo pueda resolver este problema? ¿Cómo van a ayudarme con esto si no puedo salir de mi casa?  
El “siento que no tengo salida” se acrecentó con el aislamiento. Esto hace que les y las compañeras telefonistas, que hacen un trabajo inmenso, también sientan otras exigencias en ese primer contacto. Nos propusimos mantener y hasta aumentar en algunas colectivas las horas de atención de los teléfonos públicos ya que el tiempo dedicado a cada llamada se intensificó. Vuelvo a leer en el Face mensajes como “llamé y no me atienden” y sé que estamos atendiendo, sólo que quien llama necesita respuestas en ese instante preciso, y a la vez quien conectó quizás requiere de 15 a 20 minutos de conversación. Ni hablar cuando quien llama lo hace a escondidas de su familia o de las parejas violentas con quien convive…
—¿Cómo es la logística cuando reciben un llamado hoy? ¿Qué cambió?
—Está clarísimo que en tiempos de pandemia, el arte de acompañar abortos tal como lo diseñamos y producimos tiene que ser y viene siendo reconfigurado. Y en ese proceso, las articulaciones con quienes estén dispuestxs a garantizar el derecho son más claves que nunca. Más que nunca hace falta el armando de comunidad y lazo. Y que esas articulaciones sirvan también para seguir exigiendo al Estado y a los gobiernos nacional y provinciales que se arbitren las políticas concretas para hacer vivir cotidianamente las recomendaciones de OMS y guías emitidas por el propio Ministerio de Salud. Aventuro que hay que prepararse para un período largo, muy largo, además. 
Digamos que se nos acrecentaron las preocupaciones, tanto por quienes necesitan acompañamiento para realizarse un aborto como por el cuidado a les y las activistas de la Red, porque también estamos viviendo el abismo de este tiempo y hay que hacerle lugar. Vengo muy preocupada en este sentido. Cómo sostener y sostenernos.
—Antes de la cuarentena el caminito incluía el vínculo telefónico pero también la participación en un taller. Imagino que habrán tenido que reinventar la forma de acompañar.
—Lo que hubo y hay en SenRed desde el inicio de la cuarentena es una necesidad de reconfigurar los modos en que cuidamos y nos cuidamos. ¿Cuáles son las políticas que cuidado que desplegamos también para con nosotras mismas, para seguir cuidando?
Este tiempo nos quitó —entre muchas otras cosas— lo más atesorado que tiene esta Red: los encuentros cara a cara con quienes necesitan abortar. Porque allí está la presencia ineludible de los cuerpos, las cuerpas. Muchas veces hablamos de las pedagogías corpo-aborteras de SenRed, en ellas está la centralidad del encuentro presencial que nos permite poner el cuerpo, mirarnos, sentirnos, ver nuestros rostros, tonos de voz, olores, desnudarnos un poco entre desconocidas, ¿no? Supongo que, ante esa ausencia, hacemos lugar a otros artificios para que se abra mucho más nuestra capacidad de escucha.
 Apenas semanas antes de que se declarara la pandemia, el Presidente Alberto Fernández anunció en la apertura de sesiones del Congreso el envío de un proyecto de ley sobre Interrupción Voluntaria del Embarazo. La crisis sanitaria y el sentido de la oportunidad configuraron un escenario donde la contienda por la legalización del aborto perdió protagonismo. Una vez formalizado el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio, organismos nacionales y provinciales lanzaron recomendaciones y guías para que el derecho al aborto sea garantizado. Incluso el aborto fue declarado un servicio esencial, sin embargo las trabas al acceso proliferaron, rebajando a los derechos sexuales y reproductivos a derechos de segunda categoría.
—El aborto fue declarado como servicio esencial por la OMS. ¿Tienen conocimiento de que en este contexto particular haya un aumento en la obstaculización de ILEs? 
—Sí, tenemos conocimiento de obstaculizaciones para garantizar ILEs pese a lo declarado por la OMS y sostenido desde el Programa Nacional de Salud Sexual y Reproductiva (SSyR) y desde programas provinciales de SSyR. Como siempre la heterogeneidad es lo que abunda en este aspecto. Problemas: antes de la pandemia no estaba garantizado y aceitado de manera generalizada el acceso a ILEs en la Argentina. Los obstáculos: innumerables, pese a lo mucho que sí avanzamos en estos años con profesionales de la salud muy comprometidxs con garantizar el derecho y aun con mucha mucha mucha ausencia de recursos para ello. Tenemos servicios provinciales que se jactan de comprar 50 dosis de tratamientos para abortar; que se niegan a incorporar las prácticas de AMEU (aspiración manual endouterina, una técnica médica para aspirar el contenido del útero) y además que no destierran la práctica de legrado (desaconsejada por la propia OMS); hay hospitales que tienen servicios de ginecología plagados de objetores de la práctica, lo cual va claramente en contra de las leyes vigentes; servicios de ecografías que cuando leen que la indicación ecográfica dice ILE despiden a las mujeres con un folleto de grupos antiderechos para que llamen a un número que busca desalentarlas en su decisión.
Si antes de la pandemia ya teníamos ese panorama, ¿por qué en plena cuarentena cambiaría todo eso? Sabemos, por ejemplo, por un mapeo que estamos haciendo, de consultorios que estaban al servicio de garantizar ILEs y que debido a las re-estructuraciones por atención de Covid-19 han dejado de atender. 
No es una cosa o la otra, es cómo tener una política sanitaria que considere que los que se define como “esencial” realmente lo es y sea consecuente con lo que de escribe y anuncia. Se siguen muy bien las indicaciones de la OMS en términos de qué hacer ante el Covid-19, sin embargo, las indicaciones para garantizar el acceso a la salud reproductiva y (no)reproductiva pueden quedar en un segundo plano. ¿Será porque es un tema que atañe centralmente a los cuerpos feminizados?
 —¿Qué impacto puede tener que el Estado garantice menos ILEs? ¿Qué papel ocupa el socorrismo en ese contexto, cuando el sistema de salud no absorbe y satisface la demanda?
—Tiene enormes consecuencias sobre la vida de quienes necesitan abortar y va a tener altos impactos sobre el sistema de salud, porque si aumentan nuevamente las consecuencias por abortos clandestinos inseguros, es a los hospitales donde van a llegar esas mujeres. No se puede tener una política timorata en esto. Se está invirtiendo muchísimo dinero para que el sistema de salud pueda asistir las consecuencias del virus, no pasa lo mismo con salud sexual y (no) reproductiva ni con medidas vinculadas a las violencias machistas. Esperaba (vale decirlo y hacerme cargo) mucho más de parte de la gestión de gobierno actual en relación a estos dos temas.
Por nuestra parte, hemos tomado la decisión de acompañar mucho más el reclamo para que los servicios de salud den las respuestas adecuadas. Nos implica un hacer más artesanal y por momentos altamente desgastante. Yo le llamo la política de una a una, una a una, con cada una, hasta lograr que acceda al derecho. Somos 500 activistas en todo el país con la disposición a hacer cumplir leyes vigentes y recomendaciones de la OMS. Esa es nuestra fortaleza, el hacer sostenido de una Red que en el año 2019 acompañó a 12.575 mujeres en sus procesos de aborto.

Para más información sobre Socorristas en Red entrá a su web: socorristasenred.org