Por
Mercedes Centena
La Plata (Colectivo de Interpelación Popular).- Les escribimos por razones múltiples.
La primera razón es que creemos en la exhortación del lenguaje y junto a Heiddeger creemos como él que el lenguaje es el amo del hombre y no al revés, como livianamente muchas veces se sostiene.
Otra razón o motivación motora de esta carta ,además del derecho constitucional que nos asiste al hacerlo es porque siempre tenemos como bandera presente la sangre derramada por los 30 000 compañeros y mientras tengamos aliento,recordaremos y repetiremos que no será negociada ni traicionada. Es un deber ético que tenemos todos, especialmente ustedes que hoy pueden gozar no solo de este ejercicio democrático del voto, sino también acceder al ejercicio de representación política de nada menos que del Pueblo argentino, en su caso por sus provincias respectivas.
En lo concreto y particular, no diríamos tan contigente solamente, queremos hablarles de la colonización del territorio argentino que se está ejecutando en nuestra amada Patria.
Por esta Patria dieron la vida desde Monteagudo en adelante decenas de miles de luchadores que se resistieron y se opusieron
al saqueo, la invasión y la expoliación que siempre avizoró por estas tierras cual halcón hambriento.
Fue en San Lorenzo, fue Dorrego, fue San Martin, fue en Salta, en Tucumán, con Belgrano,fue siempre en todo lugar que está patria derramó la sangre de sus mejores hijos (los que más la amaban ).
Y luego vinieron las víctimas de las dictaduras: los profesionales, los académicos, los obreros, los estudiantes, los dirigentes gremiales, las militantes políticas, las estudiantes, los curas comprometidos, los militantes sociales. Y el cáliz amargo de la sangre derramada siempre por nuestro pueblo, por amor a la libertad, por la lucha por la vida , la vida de todos en dignidad.
Luego vino la guerra de Malvinas y más de 600 soldados murieron entregaron cual rosa para una novia, de la que fueron arrancados por la fuerza, su sangre. Otra vez la sangre de los más puros, de los que más aman , de los que nos hacen mejores a todos, al precio de su vida , de su vida entregada, por todos nosotros.
Y ahora a tantos años de democracia, transitando una época de paz y de esperanza , se viene a quebrar desde el gobierno nacional, luego ratificado por el Congreso, ese contrato, ese acuerdo, ese consenso. Esa obligación, ese juramento. Se jura cumplir y hacer cumplir la Constitución.
Cuando se asume en nombre del Pueblo se jura.