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domingo, 1 de mayo de 2016

EDITORIAL: EN RELACIÓN AL DÍA INTERNACIONAL DE LOS TRABAJADORES Y LAS TRABAJADORAS

El Bolsón (ANPP).-
En el día internacional de los y las trabajadores y trabajadores, vale la pena siempre, hacer un poco de historia, ¿por qué?. Porque año a año desde múltiples ámbitos: escuelas, medios de comunicación, incluso sindicatos, no se habla, se invisibiliza esta historia que deberíamos recordar siempre, porque de ella surge el germen de la lucha por la dignidad de los trabajadores.
No es lo mismo decir, “el día del trabajo”, no es menor  este vaciado de contenido que hizo el capitalismo de este día de lucha. No es un día de  “la fiesta del trabajo”, aunque los trabajadores nos encontremos a festejar y a marchar . Es un día de lucha. Alrededor del mundo, se realizan multitudinarias marchas, mitines, actos. Todos los trabajadores del mundo unidos en este día, en las calles, no sólo recordando a aquellos mártires de Chicago, sino hablando de los problemas actuales. Ese es el verdadero sentido del día del trabajador, saberse una clase o un sector de la sociedad explotado por  otro, pero también entender que uniéndonos es como podemos disputarle lo que nos es propio a los explotadores.
Corrían los últimos años del 1800, la situación de los trabajadores de fábricas en ese momento, era cercana a la esclavitud. En ese momento se trabajaban jornadas de 14 a 18 hs por salarios indignos, no había límite, no había tiempo para el descanso, para los hijos, la familia, actividades recreativas. Tampoco se vivía dignamente: familias hacinadas, escasez  de comida, pocos accedían a la salud y a la educación.
En 1886 en Chicago, EEUU, durante las revueltas obreras que se venían sucediendo por las 8 horas de trabajo suceden hechos que marcarán de por vida a los trabajadores. En Hymarket (mercado del heno), mientras se realizaba una protesta, es arrojada una bomba hacia donde estaban un grupo policías y mueren algunos de ellos.
Acusan a los obreros anarquistas de poner esta bomba. Detienen a 8 acusándolos de este hecho.
Nunca se comprobó quienes fueron los autores reales de la explosión, pero sí, después de un juicio fraudulento, condenaron a 5 de ellos a la horca. Otros dos de ellos solicitaron el perdón al gobierno de Illinois y conmutaron su pena a prisión perpetua.
Sus nombres fueron: Michael Schwab, Louis Lingg, Adolph Fischer, Samuel Fielden, Albert R. Parsons, Hessois Auguste Spies, Oscar Neebe y George Engel.
Las palabras de los condenados, nos recuerdan valores hoy en día tan vigentes para los trabajadores, y a la vez tan vapuleados y olvidados. También nos muestra por qué los mataron. Los mataron por sus ideas, por el movimiento que venían gestando.
George Engel: "¿En qué consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizadas en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la libertad, el bienestar"1
O parte del discurso de  Auguste Spies ante los jueces: “ Este veredicto lanzado contra nosotros es el anatema de las clases ricas sobre sus expoliadas víctimas, el inmenso ejército de los asalariados. Pero si creéis que ahorcándonos podéis contener el movimiento obrero, ese movimiento constante en que se agitan millones de hombres que viven en la miseria, los esclavos del salario; si esperáis salvación y lo creéis, ¡ahorcadnos ...! Aquí os halláis sobre un volcán, y allá y acullá y debajo y al lado y en todas partes fermenta la Revolución. Es un fuego subterráneo que todo lo mina. Vosotros no podéis entender esto. No créis en las artes diabólicas como nuestros antecesores, pero creéis en las conspiraciones, creéis que todo esto es la obra de los conspiradores. Os asemejáis al niño que busca su imagen detrás del espejo. Lo que veis en nuestro movimiento, lo que os asusta, es el reflejo de vuestra maligna conciencia. ¿Queréis destruir a los agitadores? Pues aniquilad a los patronos que amasan sus fortunas con el trabajo de los obreros, acabad con los terratenientes que amontonan sus tesoros con las rentas que arrancan a los miserables y escuálidos labradores, suprimid las máquinas que revolucionan la industria y la agricultura, que multiplican la producción, arruinan al productor y enriquecen a las naciones; mientras el creador de todas esas cosas ande en medio, mientras el Estado prevalezca, el hambre será el suplicio social. Suprimid el ferrocarril, el telégrafo, el teléfono, la navegación y el vapor, suprimíos vosotros mismos, porque excitáis el espíritu revolucionario ..”2
En 1889, se proclama en París, el 1° de Mayo, como el “Día Internacional de los trabajadores”, una jornada que deberá ser de lucha y recuerdo de sus compañeros, de aquellos "mártires de Chicago".
Lxs trabajadorxs hoy en Argentina:
Hoy, en Argentina 2016 este día nos encuentra ante un nuevo gobierno, que ha arremetido contra los trabajadores desde el mes de diciembre en el que asumió. Cientos  de miles de despidos en el sector público y en el privado, suspensiones, achicamientos, por falta de trabajo. Un gobierno para y por los ricos, avanzando con medidas que hacen añicos los bolsillos de los trabajadores.
Más allá de lo que nos provocan los tibios discursos, más allá de que desacordamos con muchas de los dirigentes que estuvieron en la multitudinaria movilización del Viernes 29/04 en Buenos Aires, quien estuvo en la calle es el pueblo. El pueblo trabajador, que le quiere poner un límite a los despidos, a la angustia, al desánimo de salir a la calle.
Ojalá sea el principio de poder poner un límite claro a este gobierno.
Hasta el momento, la oleada de medidas antipopulares, no había movilizado más que a ATE, quien sufrió la mayor cantidad de despidos y algún que otro gremio.
Marcharon todos y todas y eso es lo importante, y no los burócratas sindicales de siempre.
Se vislumbra una salida, un sentimiento de somos muchos más cuando esto pasa. Habrá que ver en qué desembarca. Pero siempre, apostar y aportar a que por allí está la salida. Codo a codo entre hermanos/as y compañeras/os en la calle, en la lucha.
1),2) Ricardo Mella “los mártires de Chicago”.http://www.antorcha.net/index/biblioteca.html