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viernes, 29 de abril de 2016

POLICÍAS CONDENADOS

(Red ECO).-

En los últimos días se conocieron las sentencias en los casos de Maximiliano Almonacid en Chubut e Ismael Lucena en Tucumán. En su mayoría, los integrantes de las fuerzas de seguridad enjuiciados fueron condenados, aunque algunos agentes recibieron absoluciones y penas menores a las pedidas por las fiscalías y querellas. Red Eco Alternativo.
(Red Eco) – Chubut y Tucumán – En noviembre de 2011, Ismael Lucena y Marcelo “Pipí” López fueron perseguidos por dos policías de civil. Volvían de visitar a una amiga y no entendieron qué pasaba, se asustaron y huyeron; incluso creyeron que les querían robar y llamaron a la propia policía para pedir ayuda. Al ser alcanzados por estos dos agentes, Mondino Becero y Antonio Montserrat, fueron brutalmente golpeados. Becero iba armado con su 9 mm reglamentaria y Monserrat con una escopeta tipo itaka.
Ismael, que tenía 25 años y vivía en el barrio Experimental II, murió horas más tardes en una sala de terapia intensiva del Hospital Padilla en San Miguel de Tucumán como consecuencia de los golpes recibidos, en especial en su cabeza.
Tras 4 años de lucha, las familias y amigos de los jóvenes junto con distintas organizaciones, nucleados en la Mesa de apoyo a la causa de Ismael Lucena, lograron que la causa llegara a juicio, en cuyas audiencias se probó además que otros 3 policías, Rubén Tejerina, Antonio Zelarayán y Francisco González, habían incumplido sus funciones no solo dejando ir a los responsables, sino también falsificando un acta policial y no brindando auxilio y asistencia a las víctimas. González además fue imputado por amenazas efectuadas a Marcelo López; incluso existe una grabación en la que se lo ve frente al domicilio de “Pipí”, a dos días de un careo en febrero de 2012, circunstancia en que lo amenazó diciéndole: “No te presentes porque te va a pasar lo mismo que a Lucena”.
Finalmente, en la tarde de este jueves 28 de abril, 4 horas más tarde del horario original previsto, el tribunal integrado por Alicia Freindenberg, Dante Ibañez y Néstor Rafael Macoritto dio a conocer la sentencia. Becero, quien fue el que golpeó a Lucena con su arma provocándole un politraumatismo craneal, fue condenado a prisión perpetua, y Monserrat a 7 años de prisión. En tanto, González recibió 7 años, y Tejerina y Zelarrayán 3. Los 5 policías fueron detenidos inmediatamente. Cabe remarcar que la fiscalía y la querella habían solicitado perpetua tanto para Becero como Montserrat, y penas de entre 8 y 6 años para los otros 3 policías acusados de encubrimiento.
Sin duda, uno de los testimonios más importantes durante las audiencias fue el de Marcelo López. Además de describir la persecución y agresión a la que fue sometido junto a Ismael por parte de Becero y Monserrat - que incluyó la amenaza por parte de este último de “Te voy a matar chorrito”, mientras apuntaba con la escopeta - declaró que Tejerina, Zelarayán y González se presentaron en el lugar donde fueron alcanzados por los agentes de civil, y que se los llevaron a él y a Ismael a la comisaría de Las Talitas, dejando ir a los agresores. Ya en la dependencia policial, González los obligó a firmar un acta donde manifestaban que habían sido agredidos por desconocidos. Les dijeron que si no lo hacían quedaban detenidos. Luego fueron dejados cerca del CAPS (Centro de Atención Primaria de la Salud) de El Colmenar.
Otra declaración imprescindible fue la de la médica forense Luna Orejola, quien indicó que la lesión recibida por Ismael fue provocada por un fuerte y contundente golpe con un elemento romo, golpe que comprometió de forma severa el encéfalo lo que llevó finalmente al fallecimiento de la víctima. Ante insistentes preguntas por parte de abogados defensores respecto a si se podría haber evitado la muerte con algún accionar médico, Orejola aseveró: “cuando abrimos el cráneo, nos dimos con coágulos propios del traumatismo. Era tan grande la herida que, creo, los cirujanos no podrían haber hecho nada para salvarlo”.
Obviamente, la estrategia de la defensa fue apuntar hacia la responsabilidad de las víctimas. En su alegato, Sergio Morfil, abogado de Becero, afirmó que en realidad se trató de un homicidio preterintencional ya que el policía nunca quiso matar a Lucena sino que usó el arma de manera “impropia”: “Si se quiere matar, se dispara”, dijo. Señaló que los agentes actuaron con buena intención ya que acudieron al pedido de los vecinos para “frenar la inseguridad”, y que su accionar fue producto de una “confusión”. Agregó que si las víctimas no tenían nada que ocultar se tendrían que haber quedado quietas: “si se tiraban al piso no pasaba nada”.
De todos modos, más allá de las intenciones de los defensores, el tribunal condenó a perpetua a Becero y al resto de los acusados a penas de entre 7 y 3 años. Aunque no fueron los mismos pedidos efectuados por la fiscal Estela Giffoniello ni los abogados querellantes; a partir de la tarde de este jueves se respira en Tucumán un poco de aire a justicia. La segunda fue casi la vencida
El viernes 22 de abril se conoció la sentencia en el segundo juicio por los delitos cometidos contra Maximiliano Almonacid en una comisaría de Trelew. El joven de por entonces 16 años había sido detenido en la puerta de su casa el 18 de enero de 2012, tras una denuncia telefónica que alertaba por una pelea callejera. Luego de su liberación, denunció haber sido abusado por agentes de esa dependencia.
Por fallo unánime, 3 de los 5 policías acusados, Carlos Pato, Carlos Treuquil y Aníbal Muñoz, fueron condenados por vejaciones, mientras que el último también fue encontrado responsable de torturas. En tanto, los otros 2 agentes acusados, Héctor Ortiz y Sergio Castillo, resultaron absueltos. Los jueces Marcelo Nieto Di Biasse, Fabio Monti y Ana Laura Servent darán a conocer el monto de las penas el próximo martes.
Cabe señalar que se trata del segundo proceso judicial de este caso. En el primero, realizado en 2013, los 5 policías habían sido absueltos por los jueces Ivana González, Adrián Barrios y Rubén Arguiano, mientras que otros 3 involucrados (los agentes Mario Bevacqua y Elvio Jesús Carballo y el médico policial Fernando Zaghis) habían admitido su responsabilidad en el marco de un juicio abreviado previo.
Tras la absolución y como consecuencia de una presentación efectuada por la familia de Maxi, el Superior Tribunal de Justicia de Chubut definió un recurso de impugnación extraordinaria y anuló esta decisión al considerarla arbitraria y no ajustada a derecho.
En esta segunda instancia, Maximiliano Almonacid brindó por primera vez su testimonio frente a un tribunal, ya que en el juicio anterior era menor de edad por lo que su declaración se había incorporado a través de la reproducción de la Cámara Gessell.
 “Para nosotros es un muy buen fallo (…) es importante que le creyeran a Maximiliano, que pudo dar su testimonio y fue muy sólido”, afirmó Germán Kexel, abogado querellante por la familia Almonacid.
Tras el veredicto, los familiares se mostraron cautos al reconocer que no estaban totalmente conformes con el fallo ya que dejaba a 2 policías absueltos por los cargos de vejación. En particular hicieron referencia a la absolución a Treuquil, quien estuvo presente en el cuarto mientras Maxi era violado.
A su vez, recordaron que en esta causa existen también otras 2 víctimas sin justicia. Bruno Rodríguez Monsalvez fue testigo de lo sucedido aquella noche en la comisaría de Trelew ya que también estaba detenido allí. Aseguró haber escuchado los gritos de Maxi además de comentarios de los policías involucrados. Tras hacer una declaración anticipada en Cámara Gesell y ser considerado testigo protegido para preservarlo, fue asesinado de 3 puñaladas el 26 de marzo de 2012 tras abandonar la provincia. En tanto, su sobrino, César Monsalvez se encuentra desaparecido desde el 27 de mayo de 2013. Tenía en ese momento 13 años.
Fuentes: La Izquierda Diario / Cosecha Roja / Agencia de Prensa Alternativa / Agencia Andar