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domingo, 3 de agosto de 2014

LA POLICÍA DE CÓRDOBA VOLVIÓ A MATAR



  En lo que va del año hay siete casos denunciados de gatillo fácil y muertes en lugares de detención, es decir uno por mes. El último ocurrió en la madrugada del sábado 26 de julio, cuando dos policías de control persiguieron y dispararon contra dos jóvenes que iban en moto. Uno murió de un tiro en la nuca, y el otro estuvo detenido durante 48 horas, acusado de resistencia a la autoridad, un delito que es excarcelable. Además, durante el fin de semana hubo siete detenidos tras una redada en el Paseo de las Artes de la capital provincial. Por Red Eco


  (ANRed).– El sábado pasado, a la madrugada Alberto Fernando “Were” Pellico de 18 años y su primo Maximiliano Peralta, salieron en moto a comprar unas gaseosas a un kiosco, en el barrio Los Boulevares al sur de la ciudad de Córdoba. Al ver un control policial, decidieron eludirlo ya que no habían salido con los documentos; sin embargo, los dos efectivos comenzaron a perseguirlos, sin prender las sirenas correspondientes. Al no poder alcanzarlos les dispararon. Peralta sintió que una bala le rozaba la cabeza mientras se tiraba de la moto, de hecho rompió la capucha de su campera; otro de los disparos le pegó en la pierna. Como era quien manejaba, Pellico no pudo arrojarse y recibió una bala en la nuca. Murió minutos después en brazos de su primo.
  “Cuando caí al piso me di cuenta que tenía un disparo en la pierna. Pero estuve dos horas esperando la ambulancia y llegué casi desangrado al Hospital de Urgencias. Me tuvieron que hacer una transfusión y aunque pedí y pedí que me dejaran ver a mi familia, se negaron”, relataría Peralta horas más tarde.
  Luego de salir del Hospital, el joven fue detenido y trasladado a la Unidad de Contención de Aprehendidos Sur (UCA Sur), en el barrio Güemes, acusado del delito de “resistencia a la autoridad”. Allí permaneció durante 48 horas, la mayor parte del tiempo incomunicado, sin poder ver a su abogado ni a sus familiares. Afuera de la UCA se concentró un gran número de personas exigiendo no solo su libertad, sino saber cuál era su estado de salud y situación procesal. Durante el sábado y gran parte del domingo, ni la UCA Sur, ni la fiscalía de turno, brindaron información sobre Peralta.
  “Estuvimos cortando clavos durante sábado y domingo porque sabemos que muchas veces la policía de Córdoba y también las instituciones carcelarias, porque la UCA es una Unidad de Contención de Aprehendidos que depende del Servicio Penitenciario de Córdoba, suelen tapar estas cosas suicidando a los jóvenes adentro de las celdas, estábamos muy preocupados por la situación de Maxi”, contó Lucrecia Fernández, trabajadora de prensa de Zumba La Turba y Mucho Palo Noticias, en diálogo con Enredando las Mañanas, el programa de radio de la Red Nacional de Medios Alternativos.
  Recién el domingo a la tarde, representantes del Colectivo de Jóvenes por Nuestros Derechos y de la Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba junto a un abogado pudieron reunirse con una ayudante de la fiscalía de turno, Soledad Moya, quien explicó que la imputación era de resistencia a la autoridad y que aunque era un delito excarcelable, “no tenían orden de liberarlo”.
Matías Calderón forma parte de la Coordinadora Antirrepresiva y estuvo presente en el encuentro con la ayudante. En declaraciones difundidas por Enredando las Mañanas, Calderón contó que Moya les dijo en tono de burla que ella no sabía si no había sido Maximiliano el que mató a su propio primo o si fue la policía: “En un momento dijo, ‘si hay cuatro personas involucradas en el hecho, uno que está muerto y de los otros tres, dos son policías entonces en quién voy a confiar’. Ante eso nosotros nos mantuvimos tranquilos y le seguimos exigiendo y demostrando que la situación era irregular, y que se trataba de un secuestro”, agregó Calderón.
En este sentido, Fernández especificó que consideraban que Peralta estaba virtualmente secuestrado porque en un primer momento no había información acerca de qué fiscalía estaba a cargo, ni de qué estaba imputado: “no había ninguna circunstancia que nos pudiera ayudar a los familiares, a las organizaciones y a los abogados a pedir por la liberación de un joven que estaba imputado por resistencia a la autoridad que es un delito menor, excarcelable, por el cual habíamos logrado durante el sábado la liberación de seis personas, por lo que es un delito menor y excarcelable, pero Maxi estuvo casi 48 horas detenido”.
  A todo esto, comenzaba a difundirse en los medios tradicionales la versión policial de lo sucedido: “aunque no se había encontrado un arma, dijeron que había habido un intercambio de disparos, y que en esa circunstancia había fallecido un joven. Esto también se repite en cada uno de los hechos en los que los testigos dicen que no hay armas, y donde normalmente las armas no son encontradas, y si son plantadas suelen aparecer sin huellas o sin ser gatilladas”, explicó Fernández.
  A su vez, en un intento por frenar las movilizaciones que iban creciendo frente a la UCA Sur, integrantes de la División Homicidios informó a la Coordinadora Antirrepresiva que los policías involucrados, Hugo Cháves y Rubén Leyva, estaban imputados por homicidio. Esa misma información fue publicada por el diario La Voz del Interior, entro otros medios. Sin embargo, la fiscal Jorgelina Gutiez debió salir a desmentirlo y a aclarar que hasta ese momento no había tomado ninguna medida judicial ni administrativa, y que el único imputado en la causa era el sobreviviente, Maximiliano Peralta.
Finalmente, Peralta fue liberado recién el domingo 28 alrededor de las 22 horas. La fiscal Gutiez imputó al policía Cháves, que conducía el patrullero, por el delito de “homicidio agravado por la utilización de arma de fuego y lesiones leves agravadas”. Por el momento, sigue sin imputar al otro efectivo Leyva, conocido en la zona como el “Malevo”, que también participó del operativo, y de quien trascendió en las últimas horas que estaría involucrado en otro caso de gatillo fácil previo.

Detenciones en el Paseo de las Artes

  El mismo día en que la policía de Córdoba asesinó a Alberto Pellico, realizó una redada en este paseo comercial, que dejó siete detenidos, uno de ellos menor de edad, y varios heridos. “En el Paseo de las Artes hay ocho interferías funcionando, locales comerciales, se ha transformado en un lugar turístico por mucha gente que transita diariamente, muchas familias. Hay bares, restaurantes, lugares de antigüedades, infinidad de puestos de feria. Esto ocurrió en uno de los costados, que está pegado a la cañada de Córdoba, donde se suelen hacer actividades, a la tarde tocan bandas, es un lugar de esparcimiento”, describió Lucrecia Fernández a ELM.
  “Muchos de los que no viven en Córdoba se desayunan con que no se puede tomar bebida alcohólica en la vía pública –continuó Fernández– y a veces eso suele generar inconvenientes porque la gente que viene de otras provincias no lo sabe y no está acostumbrada a que te levante la policía y te lleve por eso. Ese día había dos pibes que estaban tomando un vino que tenían adentro de una mochila, vino la policía a amedrentarlos. La gente les dijo a los efectivos que ya estaba, que ya habían tirado el vino, pero se los llevaron más hacia la esquina donde hubo un forcejeo con los dos pibes, la gente se comenzó a acercar, algunos comenzaron a filmar la situación, y el policía pidió refuerzos y sacó su arma. De repente llegaron cinco móviles, guardia de Infantería y empezaron a correr a la gente que estaba filmando, intentaron sacarles las cámaras, y entraron al paseo que era un desborde de gente, golpearon a un montón de personas, tiraron puestos”.
  Los siete detenidos fueron trasladados a la comisaría décima, al lado de la UCA Sur donde estaba detenido Maximiliano Peralta. Durante el ELM se pudo escuchar el testimonio de uno de los detenidos, tras ser liberado: “vino la policía de la nada, entró a la cañada, agarró gente, empezaron a golpear a niños, mujeres. Yo iba pasando por ahí y empecé a anotar la patente de los patrulleros, un policía vino por atrás, me golpeó y me tiró al piso y me dijo que iba a ir preso por hacerme el defensor de pobres. También fuimos golpeados dentro de la seccional número 10, departamento 3, y maltratados verbalmente. En realidad nosotros empezamos a decir qué fue lo que pasó realmente y parece que a la policía eso no le gustó y se pusieron más violentos”.
  En tan solo dos días, la policía de Córdoba dio muestra de cuál es su accionar habitual. En diálogo con Enredando las Mañanas, Fernández dio más detalles: “un caso de gatillo fácil por mes, también tenemos casos de intentos de pasar como suicidios muertes en comisarías. Nosotros llevamos contabilizados siete en lo que va del año, y siempre aclaramos que contabilizamos los casos que son denunciados y salen en los medios, en realidad son muchos más a los que lamentablemente no llegamos a denunciar porque los conocemos muy por encima, en los barrios se sabe pero no hay más información”.