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lunes, 30 de junio de 2014

NO PODEMOS SEGUIR PERMITIENDO QUE LO QUE EL MISMO SISTEMA PRODUJO CONTINÚE OCULTO



  El Bolsón-(ANPP). Entrevistamos a la docente María Angélica Rolón, Directora de la Escuela de Adultos, quien nos cuenta sobre el trabajo que están realizando para visibilizar lo invisible y para que cada estudiante recupere y revalorice sus historias, su estima y sus deseos de transformación.

-Estamos con María Angélica Rolón, directora de la única escuela de jóvenes y adultos de El Bolsón que cuenta con varios centros ubicados en distintos barrios.
-Exactamente, es la única escuela primaria de jóvenes y adultos de El Bolsón que funciona desde hace 54 años. Posee una sede donde funcionan la dirección, algunos talleres y un centro de ciclo. Y a la vez, está inserto en todos aquellos barrios donde existe la necesidad educativa de contar con un centro destinado a gente adulta que no haya finalizado la educación primaria.
-Contanos cuál es la propuesta pedagógica que ofrece la escuela.
-La educación de adultos ha transitado a lo largo de su historia por diferentes etapas. En sus inicios fue pensada y creada con objetivos que estaban muy lejos de ser aquellos que la gente realmente necesitaba. Ya que las escuelas de adultos fueron concebidas para compensar una carencia de escolarización en algunos sectores de la comunidad. Ya que se mantenía la creencia en que el sistema educativo no había podido llegar, cuando, en realidad, se estaba dejando de lado el carácter excluyente del sistema. Sistema que deja por fuera a muchos niños y jóvenes que después son adultos.
-Esos niños y jóvenes que quedan fuera de la escuela sufren esta exclusión directamente donde mas duele y mas daño se produce, en la estima. Y es justamente ahí, en la estima,  donde ustedes hacen el trabajo más importante.
-Lo primero que hay que entender es que la escuela de adultos no existe para que venga gente a adquirir su certificado de finalización de estudios primarios  y nada más. Esto es lo que solamente pretende el Estado. En realidad las personas que asisten a la escuela de adultos llegan con una carga muy fuerte de desigualdad y exclusión, que es lo que han vivenciado a lo largo de sus vidas. Y lo que aquí hacemos con eso es volver a reflotarnos como personas con derechos  y trabajamos para darnos cuenta, de manera reflexiva y autónoma, que somos todos iguales y capaces.
-Concretamente, ¿qué es lo que hacen para alcanzar este objetivo?
-Lo primero que se hace cuando un alumno llega a la escuela es conocerlo y ver que necesidades educativas tiene. De acuerdo a esa necesidad se elabora un proyecto educativo particular. Ya que no tiene la misma necesidad una persona del campo que otra que vive en el pueblo. Generalmente se trabaja a partir de talleres de acuerdo a sus intereses.
-¿Qué tipos de talleres?
-En un principio, lo que generalmente surge es el pedido de talleres que se relacionen con la alimentación, específicamente con la producción y conservación de alimentos. Y si ahí se encuentra el interés o la problemática, pues muchos tienen que hacer malabares para conseguir su alimento, es el punto de partida donde se inicia y se desarrolla la propuesta educativa. Y otros talleres, por citar ejemplos, de reciclado, donde se trabaja con los recursos naturales y con todo lo que haya a mano. Intentamos ser realistas y trabajar con lo que tenemos. De hecho, ellos son grandes maestros en sobrevivir, en criar a sus hijos casi con nada, sin sueldo, sin obras social, sin trabajo estable o digno. El trabajo nuestro se centra en visibilizar lo que ellos han hecho en sus vidas para tomar sus experiencias y comenzar a revalorizarlas. Y aquí le damos la formalidad a esas experiencias, que es un poco lo que vienen a buscar: aprender a leer, analizar que otras cosas deberían agregarle a su alimentación, redactar un texto donde puedan registrar cosas que observan en la crianza de sus hijos…Pero siempre partiendo de las dificultades que manifiestan.
-En un momento surgió la idea de hacer radio. Desde hace tres años están haciendo el programa radial “Historias no contadas” ¿sentís que la radio sumó algo al proyecto educativo?
-La escuela de adultos  es una institución que es prácticamente invisible para la sociedad. Aunque se sabe que existe se la invisibiliza. Entonces nuestra preocupación fue hacernos visibles y la radio nos permitió eso: hacernos presentes en la comunidad, hacer que se empiecen a escuchar las voces de nuestros alumnos, sus problemáticas, sus necesidades, sus historias, sus sentimientos, sus sueños. Para entendernos como sujetos con derechos y que si en algún momento algún derecho no es cumplido, en este caso el de la educación, saber que nos es por desidia o irresponsabilidad nuestra; ya que la sociedad y el mismo sistema económico, social, educativo, son responsables de que existan personas que no pudieron asistir a la escuela. No podemos seguir permitiendo que lo que el mismo sistema produjo continúe oculto, porque si sigue oculto tendemos a desaparecer. Estuvo a punto de desaparecer la educación para adultos y en realidad se quiere que desaparezca. Por eso es importante hacer cosas que no visibilicen, algo que se empieza a ver, a escuchar  y a conocer es más difícil de suprimir e “historias no contadas” tiene mucho que ver con esto.
-¿Qué pasa con los participantes de la escuela de adultos cuando pueden contar sus historias en la radio o en la escuela?
-Muchas veces nos sorprendemos en la radio porque hay personas que casi no hablan con el maestro o no se expresan con los compañeros y sin embrago en la radio dicen un montón de cosas que tenían necesidad de decirlas y que al parecer, si no fuera por la radio, no encontraban el espacio para decirlas. Evidentemente ellos saben que salir en un medio de comunicación es algo importante y esto los motiva.

  "HISTORIAS NO CONTADAS" forma parte de un  proyecto conjunto entre Radio La Negra y La Escuela de Adultos que se emite desde hace tres años.
  Esta iniciativa, intenta rescatar las voces muchas veces calladas, muchas veces ocultadas y los saberes populares como valores indispensables en el aprendizaje de la sociedad que construimos a diario. En el programa, que sale al aire todos los jueves de 19 a 20 horas, los alumnos, docentes y amigos, cuentan historias de vida, rescatan sentidos perdidos y juntos compartimos una hora de charla y música.