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miércoles, 10 de octubre de 2012

COR: "DISOLUCIÓN DE LAS FUERZAS DE SEGURIDAD DEL ESTADO"


Argentina, 4 de octubre de 2012 (Corriente Obrera Revolucionaria).- Las actuales protestas de prefectura y gendarmería en contra el decreto 1307, con el apoyo de la policía federal y provincial, son completamente contrarios a los intereses de los trabajadores. No se trata de un problema salarial, por el simple hecho de que no son trabajadores, sino matones organizados para defender los intereses de los capitalistas.
Los que tiraron cuerpos al Río de la Plata en los 70s, asesinaron a Teresa Rodríguez en los 90s, a Fuentealba  y tantos otros, los que reprimieron en innumerables ocasiones las luchas obreras, para preservar “el orden”, no son nuestros compañeros ni podrán serlo nunca, mientras pertenezcan al aparato represivo del Estado que detenta el monopolio de las armas y la violencia.
Nosotros somos marxistas y consideramos que las fuerzas armadas y policiales tienen un claro carácter de clase: burgués, porque son los garantes de la propiedad privada de los medios de producción y por tanto de las ganancias que los empresarios nacionales y extranjeros logran a costa nuestra. Por eso, cualquier apoyo a sus acciones, o llamados a “sindicalizarse” constituyen una traición.

Estamos ante la consecuencia directa de la descomposición de un Estado burgués semicolonial, que se pudre desde arriba producto de la crisis económica. Cada sector busca rescatar su botín, ante el fin del “veranito” kirchnerista.
Pero los trabajadores no debemos permanecer indiferentes a estas disputas, con la idea de que son “peleas entre ellos” en las cuales no debemos intervenir. Todo lo contrario, cada vez que los sectores parásitos del Estado se enfrentan, la primera que pierde es la clase obrera.
Los represores se equivocan cuando dicen que “la fuerza unida jamás será vencida”. Podemos enfrentarlos oponiéndoles la fuerza organizada de los trabajadores.
En primer lugar, no podemos permitir que las direcciones de nuestros sindicatos apoyen estas medidas. Debemos imponer a la burocracia el rechazo contundente a cualquier acción y amotinamiento de los sectores de seguridad.
En segundo lugar, debemos empezar a prepararnos, porque cada vez que los represores exigen plata es porque saben que los empresarios y el gobierno los necesitan, es decir, se vienen momentos convulsivos ya que la crisis despertará luchas obreras y quieren cobrar más caro para derramar nuestra sangre.  La presidente ya dejó en claro de qué lado está, cuando lloraba por los gendarmes mientras los “dragones” resistían en el sur.
Por eso tenemos que organizarnos, recuperando nuestras organizaciones y enfrentando a los capitalistas y su gobierno, imponiendo la disolución de todas las fuerzas de seguridad e implantando la disciplina obrera con nuestros métodos.

Contacto: www.cor-digital.org