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jueves, 14 de junio de 2012

OPINIÓN: ANIMAL DE COSTUMBRE


  Por: Leonardo Torres

 Ese dicho popular que pregona que el hombre es un animal de costumbre, encierra dos verdades diferentes, contradictorias.
   Primero, reconocerse como “especie animal”, es un avance importantísimo en la situación que nos encontramos. Porque el hombre, siempre tan hábil e inteligente, despreció su condición animal, y al despreciar dicha condición, no se sintió más dentro de la vida natural, y lo observo todo desde su pedestal, al comprender que podía dominar la naturaleza y sus designios.
   Reconocerse parte de la naturaleza, es reconocernos como víctimas y la vez responsables. Víctimas de estar siendo exterminados por nuestra propia especie y responsables de no hacer nada frente a tal situación, de bajar los brazos, de mirar para otro lado, de acostumbrarnos.
   Los animales no se acostumbran, se adaptan; sacando provecho de alguna modificación en el medio que lo rodea. Cuándo no logra adaptarse, “desaparece”.
   Existen ciertos hombres, dominantes ellos, que como el resto de las especies, logran adaptarse a los cambios sacando el mayor provecho. Son los especuladores, terratenientes, políticos, líderes religiosos, y demás subespecies.
   Otros en cambio, no se adaptan y tampoco quieren adaptarse a toda esta basura infecta de consumismo, prepotencia, autoridad, y justificaciones para un fin. Ellos, nosotros, ustedes, somos los inadaptados, somos los locos encerrados en un manicomio, secuestrados por el estado en una cárcel, chicos en la calle, desocupados, militantes “de verdad”(no revolucionarios burgueses de café). En fin, los molestos, los que no se adaptarán jamás, y por  “ley natural”, los que “desaparecerán”, los que morirán en las calles, las cárceles y calabozos y otras tantas maneras de hacernos desaparecer.
   Pero et aquí que aparece un tercer grupo, y solo se da en nuestra especie. Los que se acostumbran.
   Se acostumbran a vivir en condiciones degradantes, a trabajar para que otros se llenen los bolsillos, a quedarse al margen de todo conflicto, a mirar como si fuera normal, como los guardianes del orden, matan, violan, reprimen, encarcelan y amenazan.
   Ellos, los que se acostumbran, sobreviven, y cada tanto a uno de ellos se les abre los ojos y se pasa de nuestro lado, a nuestro bando, a los inadaptados.
    Es por eso que la lucha no está perdida. Es por eso que buscamos todos los medios posibles para difundir nuestro mensaje. Porque cuando todos los acostumbrados decidan no adaptarse a toda esta mierda, podremos vencer a los adaptados, que como no podrán adaptarse en un mundo sin explotados ni explotadores, en mundo libre de verdad, solidario, sin gobierno ni leyes, conviviendo en apoyo mutuo, con la libre asociación de las personas por afinidad. DESAPARECERÁN.