Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com

sábado, 22 de octubre de 2011

MULTITUDINARIA MARCHA POR JUICIO Y CASTIGO A LOS ASESINOS DE MARIANO

Al cumplirse un año del crimen de Mariano Ferreyra, militante del Po asesinado por una patota de la Unión Ferroviaria, 40 mil personas marcharon hacia la Plaza de Mayo para reclamar por el juicio y castigo a todos los responsables; la patota sindical, la policía que liberó la zona y los empresarios que licenciaron a los trabajadores en complicidad con el Gremio. El acto de cierre estuvo atravesado también por el reclamo de justicia por la decena de militantes asesinados durante el último año.

Buenos Aires, 21 de octubre de 2011 (Red Eco).- Cuando comenzó el acto con el que culminó la movilización en ocasión del primer aniversario del asesinato de Mariano Ferreyra, pasadas las 8 de la noche, todavía varias columnas marchaban por la Avenida de Mayo y seguían ingresando a la Plaza. Como ocurrió hace un año atrás, el día posterior al asesinato de Mariano, alrededor de 40 mil personas se congregaron en Plaza Congreso y de allí movilizaron al epicentro político del país para reclamar juicio y castigo a los responsables materiales, intelectuales y políticos del crimen del militante del Partido Obrero Mariano Ferreyra, hecho ocurrido en un brutal ataque perpetrado por una patota de la Unión Ferroviaria a un grupo de despedidos y tercerizados del Ferrocarril Roca que exigían el pase a planta y a militantes de diversas organizaciones sociales que apoyaban este reclamo. En aquel ataque del 20 de octubre de 2010 también fue herida gravemente de un tiro en la cabeza Elsa Rodríguez, quien atraviesa una lenta y ardua recuperación, y los militantes Nelson Aguirre y Ariel Pinto.
La marcha la encabezaba una larga bandera que rezaba “Mariano Ferreyra presente. Juicio y Castigo a los responsables”. Detrás de ella caminaban referentes y políticos de distintas organizaciones; allí estaban Elia Espén y Nora Cortiñas de Madres Línea Fundadora; Victoria Moyano, nieta recuperada, Carlos Chile, secretario general de CTA Capital y Pablo Miceli, titular de CTA Nacional; dirigentes de los partidos que integran el Frente de Izquierda como Christian Castillo y José Montes (PTS), Jorge Altamira y Gabriel Solano (PO), José Castillo (IS); Hector Heberling del MAS, Vilma Ripoll (MST), y dirigentes ferroviarios como Rubén “Pollo” Sobrero y Edgardo Reynoso, entre otros.
Detrás se encolumnaron decenas de banderas de agrupaciones sindicales y comisiones internas, la FUBA y la FULP (La Plata), CTA Capital, Centros de estudiantes y organizaciones estudiantiles, partidos como PO, PTS, Izquierda Socialista, MST, Libres del Sur, Mas, organizaciones territoriales como el MTL, la CCC, y centenares de trabajadores y militantes “de a pie”, que volvieron a salir a la calle al cumplirse el primer año del crimen de un joven compañero que, más allá de su pertenencia partidaria, fue un duro golpe a todo el campo popular y el movimiento obrero, y sobretodo a la juventud que se organiza.
El acto en el escenario montado de espaldas a la Casa Rosada se inició con la lectura de la decena de organizaciones adherentes y de las cartas redactadas por un primo de Mariano y por Beatriz, su mamá, quien agradecía el apoyo popular y refrendaba el pedido de justicia por el crimen de su hijo. Luego se leyó el documento consensuado por las organizaciones convocantes.
“A un año del asesinato de Mariano Ferreyra y de las gravísimas heridas recibidas por Elsa Rodríguez y otros militantes, en un país donde la mayoría de los crímenes contra el pueblo quedan impunes, la inmensa movilización popular logró encarcelar a José Pedraza y a la patota que bajo sus órdenes perpetró el asesinato” arrancó la oradora que leyó el documento. En el mismo se repasaron las circunstancias del asesinato y las implicancias políticas del mismo; se señalaron también las responsabilidades de la cúpula de la Unión Ferroviaria, encarnada en José Pedraza y su segundo, Juan Carlos Fernández, pero también se exigió llegar hasta el final en la cadena de responsabilidades, se explicitaron las responsabilidades de los policías que liberaron la zona y dejaron vía libre a los atacantes para disparar y luego huir impunemente, y de la empresa UGOFE, gerenciadora del Ferrocarril, que licenció a más de 100 trabajadores para que pudieran formar parte de la patota que atacó a los tercerizados con el objetivo de defender sus intereses económicos y los negociados con la propia empresa. También se señalaron los vínculos entre la dirigencia de la UF y funcionarios del Estado nacional, como el subsecretario de transporte ferroviario Antonio Luna, hombre fuerte del gremio La Fraternidad, de íntimas relaciones políticas con Pedraza. Se denunció también que la Comisión Directiva de La Fraternidad que encubre al número 4 del gremio, acusado de pertenecer al Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea entre 1974 y 1980.
El documento recorrió también algunos acontecimientos que tuvieron lugar a lo largo de este último año, en los que cayeron bajo las balas policiales una decena de militantes populares como los hermanos QOM de la comunidad La Primavera de Formosa, asesinados por la policía del gobernador kirchnerista GIldo Insfrán; los 3 muertos en la ocupación del Parque Indoamericano, que fueron asesinados en el marco de una operación conjunta entre la Policía Federal y la Policía Metropolitana de Mauricio Macri y por último los caídos en la represión de la policía jujeña en el Ingenio Ledesma. Todos estos crímenes continúan impunes.
Por último se repudió la política de criminalización y judicialización llevada adelante por el Gobierno Nacional y la Justicia contra cientos luchadores populares, atacados por las empresas y las patotas, y procesados por cortar vías y rutas, realizar asambleas y defender derechos populares. El caso más resonante de los últimos tiempos fue la detención de Rubén “Pollo” Sobrero y un grupo de ferroviarios, acusados falazmente de la quema de vagones del Ferrocarril Sarmiento. Se reclamó por la libertad de Víctor Oñate, trabajador petrolero de Santa Cruz , Carlos Olivera, dirigente del SITRAIC, ambos detenidos por causa armadas y Karina Germano, militante de H.I.J.O.S. acusada de un acto terrorista que nunca cometió, y el desprocesamiento de todos los luchadores populares.
El acto culminó con un enérgico reclamo de juicio y castigo a todos los responsables materiales, políticos y empresariales del asesinato de Ferreyra y las graves heridas de Elsa, Pinto y Aguirre. Con la plaza colmada de banderas, con miles de rostros conmovidos y cientos de miradas visiblemente empañadas por el llanto y la emoción, los miles que se mantenían de pie en la Plaza de Mayo levantaron su puño para gritar bien fuerte que Mariano Ferreyra está y estará presente, ahora y siempre.