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viernes, 15 de octubre de 2010

OTRO TRIUNFO DE LA LUCHA ESTUDIANTIL EN BUENOS AIRES

El Bolsón (ANPP).- Tras 45 dias de toma de la facultad de Ciencias Sociales de la UBA y la toma del Ministerio de Educación, los estudiantes lograron el compromiso del ministerio y del rector Hallú para la construcción definitiva de un edificio unico.


¿Luego de 45 días de toma de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y de la toma del Ministerio de Educación llevada a cabo el miércoles, los estudiantes obtuvieron el compromiso del ministro Sileoni y del rector Hallú de gestionar una partida extraordinaria de 20 millones de pesos para la construcción definitiva del Edificio Único.

(Red Eco) Ciudad de Buenos Aires - Fueron 45 días de toma. Pero es un reclamo que lleva más de 10 años. Los estudiantes de Ciencias Sociales cursan en 3 sedes –a lo que se suman las clases que se dan en otras dependencias de la UBA-, y las condiciones edilicias en dos de las tres sedes son francamente deplorables. El día miércoles, esta larga lucha de los estudiantes comenzó a vislumbrar un horizonte próximo.
Luego de la toma del Palacio Pizzurno, los estudiantes concretaron una reunión de negociación con las autoridades de la cartera y del Rectorado de la Universidad. Allí obtuvieron el compromiso por escrito de asignación de una partida de 20 millones de pesos, lo que equivaldría al 30% del presupuesto necesario para concluir la construcción de la tercer etapa del edificio en el barrio de Constitución. Además, se llevaron la promesa de que la licitación se iniciaría en el mes de enero.
A este gran triunfo, se suma el compromiso del decano Sergio Caletti de llevar a cabo planes de refacción de las sedes, becas de ayuda económica para estudiantes por un monto de $120.000, la construcción de un comedor estudiantil en el edificio único, la conformación de una comisión cuatripartita (gestión, estudiantes, docentes y no-docentes) de seguimiento de las obras, apertura del debate en la facultad sobre las acreditaciones en la CONEAU y la promesa del decano de gestionar y solicitar el pedido de cierre de todas las causas a estudiantes procesados.

Fueron 45 largas jornadas, durante las cuales las tres sedes en las que funciona la Facultad –en Parque Centenario, Marcelo T. de Alvear y Santiago del Estero- se mantuvieron tomadas. Hubo cientos de clases públicas, a pesar del boicot impulsado por la gestión de la Facultad, que llamó a los docentes a no concurrir a dar clases. También fueron decenas las movilizaciones, acampes, y las multitudinarias asambleas en las que se votó y refrendó una y otra vez la continuidad de la medida de fuerza.
Desde el primer día, los estudiantes votaron un pliego de reivindicaciones que incluían: Construcción del 3er. pliego del Edificio Único, Refacciones para las sedes, Comedor Estudiantil para la sede de Constitución, subsidios para becas de apuntes y comida, levantamiento de los procesamientos a estudiantes y desacreditación de los posgrados a la Coneau. También desde el primer día, el decano Caletti ninguneó los reclamos de los estudiantes, acusándolos de “grupos tomadores” y de pretender con esta medida dirimir internas en el movimiento estudiantil. La toma de la facultad fue tildada de “oportuna” y las demandas de subsidios para becas de apuntes y comidas para estudiantes fueron caracterizados como “pedidos prebendarios”. La gestión de la facultad y de la mayoría de las carreras, en vez de ponerse a la altura de sus responsabilidades y buscar salidas a la crisis, se limitaron a publicar solicitadas, difundir comunicados en foros y listas de correos, y apostaron en todo momento al desgaste de la toma y a la demonización del movimiento estudiantil.
En claro contraste, la Gremial Docente (AGD-Sociales) y la Gremial No Docente apoyaron en todo momento los reclamos y las medidas de lucha de los estudiantes, garantizando las clases públicas y apostando al diálogo.

Recién redondeando el mes de toma, y viendo que su estrategia de descalificación y desgaste fracasaba, el decano accedió a reunirse con los estudiantes que, acompañados por representantes de las gremiales docente y no docente, presentaron el mismo pliego de demandas votado desde el primer día. Varios días le llevó al decano presentar una propuesta que respondía “medianamente” a las demandas estudiantiles (que ya conocía perfectamente hacía semanas). Sin embargo, Caletti demostraba una vez más que no tenía ni la autoridad ni la legitimidad para responder por la construcción del Edificio Único.
Durante las últimas semanas, mientras el decano balbuceaba respuestas insatisfactorias, amenazaba con la pérdida del cuatrimestre e intensificaba el lock-out profesoral, los representantes de los ministerios de Educación y Planificación se pasaban la pelota. El propio Subsecretario de Obras Públicas, Abel Fatala, había informado a los estudiantes que el dinero para el último tramo -el más importante- del nuevo edificio estaba contemplado en el Proyecto de Presupuesto 2011 enviado al Congreso Nacional, y que para ello había que ir a reclamarle a la oposición su aprobación.
Fue así que el martes pasado, en una asamblea de 1000 estudiantes se decidió la toma del Ministerio, para exigir a las autoridades del gobierno nacional las respuestas que el decano no estaba en condiciones de dar. Los estudiantes fueron duramente reprimidos por la policía, que se llevó a 11 compañeros detenidos. Sin embargo, la medida de fuerza dio sus frutos, cuando desde la Casa Rosada levantaron el teléfono, e instaron al ministro Sileoni a buscar una salida al conflicto. Luego vino la negociación y el acuerdo.
Hoy jueves por la noche, en una nueva –y masiva- asamblea, en un clima de alegría y euforia desbordante, los estudiantes decidieron, por unanimidad, el levantamiento de la toma de la facultad, caracterizando la resolución del conflicto como un “triunfo histórico” del movimiento estudiantil. Además, se votó un unánime pronunciamiento contra el procesamiento a los compañeros y el inicio de una campaña para exigir el cierre de todas las causas judiciales.