Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com

domingo, 3 de octubre de 2010

OPINION: LAS CASUALIDADES RATIFICAN QUE NUNCA EXISTEN

por Patricia Fortino

“Zapatero a tus zapatos, banqueros dedíquense a la cuestión financiera. Tienen hasta octubre para vender sus medios de comunicación y para vender sus empresas. O son banqueros o son industriales, periodistas, pero no pueden ser las dos cosas” Rafael Correa (Julio 2010)


¿Hasta cuándo las venas de esta América Latina seguirán abiertas?
Difícil dar una respuesta. Pero ha llegado el tiempo en que a pesar de los intentos por bajar nuestras democracias, los pueblos y los Gobiernos están unidos para evitarlo.
Los amigos de nuestros enemigos, en toda la región son los mismos. Para poner blanco sobre negro basta con observar que ante este intento gorila y desestabilizador en el hermano pueblo de Ecuador quedan descaradamente expuestos los poderosos, los dueños de casi todo hasta la llegada del compañero Correa al Gobierno.
En aquella declaración del pasado mes de julio el Presidente Correa finalizaba diciendo:
"Es un golpe histórico a los poderes fácticos de este país, así que cuidado que van a intentar que no lleguemos hasta octubre porque en octubre los bancos que eran dueños de este país y de medio mundo van a tener que vender todas sus empresas no financieras o, viceversa, van a tener que vender el banco"
Cabe analizar lo impúdico de la intentona golpista de ayer, considerando esta inteligente decisión política de aplicar (nada más ni nada menos) lo que la Constitución legisla. Limita lo obsceno que a días de la aplicación de la medida un grupo insubordinado de agentes de la Policía Nacional de Ecuador levantando consignas por “derechos caídos” se sublevan para golpear al Gobierno.
Los “poderes fácticos” a los que el Presidente Correa se refería en el discurso citado no son la “Policía Nacional de Ecuador”, esto podemos entenderlo a simple vista.
¿Quiénes están detrás de este plan golpista? ¿Quiénes son los fantasmas locales y regionales que deambulan penando por todos nuestros países haciendo gala de viejas usanzas en contra de los intereses de los pueblos?
Con los intentos fallidos sobre Venezuela, Bolivia, Paraguay y ahora Ecuador, con el golpe dado a Honduras, con la avanzada de la derecha sobre Chile y Perú, con su consolidación en Colombia ¿Quién duda en Argentina sobre el encubierto golpe que se tejió detrás de los hilos de la escabrosa 125? ¿Quién cree que tratar de cambiar leyes de la dictadura por leyes de la democracia, como lo es la Ley de Medios, es “avasallar derechos sobre la libertad de prensa”? ¿Quién puede sostener la mirada mientras acusa de “incorrectas” las declaraciones de Hebe sobre el manejo indiscrecional de algunos jueces al aplicar justicia? ¿Quién aún puede tener por buena la noticia cotidiana de inseguridad sin dejar de percibir la intencionalidad oculta?
Somos muchos los que ya no cambiamos oro por espejitos de colores, a pesar de tener aún las venas abiertas.
Nos duele Honduras, nos preocupa toda la América Grande, nos mantiene atentos nuestra vocación democrática.
Los gorilas golpistas, cipayos locales, y sus aliados en el exterior deberán entender que en estos tiempos revolucionarios los que corren peligro no somos los demócratas. Que los vulnerables no son los Gobiernos elegidos por los pueblos. En definitiva deberán entender que por fin y con el apoyo de los pueblos que legitiman el poder de los gobernantes, los acechados, de una vez por todas, son ellos.
Cada vez que tocamos los intereses de los poderosos, los pueblos sabemos a qué nos arriesgamos. Nos arriesgamos a pesar de conocer las posibles consecuencias. Y nos arriesgamos porque no estamos dispuestos a perder la alegría.
Esa alegría que solo tienen los pueblos que se sienten bien representados.