Envíenos su nota, opinión o información al correo: delpueblo.prensa@gmail.com

viernes, 14 de mayo de 2010

INFORME DE LA MARCHA DE LOS PUEBLOS ORIGINARIOS

San Salvador de Jujuy- Columna NOA En camino
Marcha de los Pueblos Originarios- La ceremonia del círculo sagrado dio comienzo a horas pasado el mediodía en las inmediaciones de la calle San Martín, frente a la Casa de Gobierno, donde miles de hermanos y hermanas y representantes de la red de las organizaciones sociales jujeñas. Compañeros que se llegaron para saludar a los hermanos que participarán en la Marcha de los Pueblos Originarios.
Ayer estaban en La Quiaca. Ahora en el valle participando de los distintos rituales preparados por las comunidades y su estilo de pedirle a los dioses o a La Pachamama, porque los tenga en su ayuda. Y el ritual fue fiesta.
La misma consistió en pedir el acompañamiento de los antepasados (Tupac Amaru, Tupakj Katari, Bartolina Sisa, Micaela Bastidas) para el buen acompañamiento de la Marcha Nacional de los pueblos indígenas “Qapac Ñanta Purispa”. El circulo consiste en una ofrenda manifestada en un fuego sagrado rodeado por un circulo de personas y un humo saumador. Toda el desarrollo fue acompañado por músicos en vivo.
Los Guaranies pidieron a sus dioses: Ñanderu Guaso Tumpa y al Cailla, quienes protegerán a los marchantes durante del trayecto. Los hermanos del pueblo Coya le pidieron “permiso” al sol, la luna, el aire y la tierra. Es donde nace el respeto por la tierra, las ofrendas encierran ese símbolo de una cultura que no es la especulación capitalista, sino el de don de ser parte de la naturaleza. Entre los oradores también se recordó la Macha de los indígenas en 1946 hacia Buenos Aires y la figura emplematica de Tupac Amaru. Una historia que marcó una étipa entre los hermanos de los valles, y de la Puna. Le ceremonia conto con el apoyo de ATE y los familiares de detenidos y desaparecidos de Jujuy mediante carta de Ines Peña.
Luego todos se arrodillaron frente al humo en figura de reverencia y cantaron a coro el grito de Hurra en Quichua “Jallalla” y aymara “Yasurupay”. Al momento cuando comenzó a cantar la popular cantante jujeña Monica Pantoja.
Participaron de la ceremonia las comunidades de Maimaras, pueblo coya, perchel, llallayyachaco, hermanos unidos (guarany), arrayanal, penti caranday, flor hermosa (guarany), queñualito, entre otras.
Y ya van bajando. Cada día los hermanos van comiendo camino, van hacia ese objetivo de unidad de los pueblos originarios y sus derechos. Por eso la marcha. Y lo están logrando. Van dejando atrás la historia de la no existencia. Ahora, cada día, por cada lugar que pasen, por cada rincón de tierra donde pidan por sus dioses, eso será sembrar realidad, será que son presente y por sobre todo, son lo que vendrá.
Marcha de los Pueblos Originarios - Columna NEA- Esta marcha será luz para los hermanos
Ya marcha. Es como una fiesta o como salirle duro a la esperanza o la lucha. Todo está atado en los corazones de los hermanos y hermanas que vienen bajando desde las provincias del Nea, Formosa, Misiones, Corrientes, Chaco.
Nuestro compañero Alejandro hace de intermediario, no periodista, sino intermediario de sus voces, de sus historias. Pueblos tobas, wichís, guaraníes. Y recibe la palabra.
“Por ley teníamos – le cuenta una hermana toba del partido de Bermejo, en Chaco-, que tener cincuenta hectáreas por familia, pero como los antiguos no sabían leer ni escribir, las diecisiete familias que formábamos parte de la comunidad, terminamos quedándonos con noventa”, contó en el marco de la Marcha de los Pueblos Originarios.
Tiene veintidós años de lucha organizada y lleva sobre sus recuerdos, sobre el recuerdo tan largo de su pueblo, una de las tantas tristes historias que las comunidades intentan dejar en el olvido, con la unidad inédita que luego de cinco siglos de historia comienzan a forjar.
Habla de despojos. De hermanos que ha emigrado, que terminan desconociendo sus raíces. Pero eso es algo que dudo –dice. Siempre vuelven, auqneu sea para morir, para ver el monte por última vez. Eso cuenta. Hay preparativos para la marcha
Aquí, la madrugada fue intensa, ultimando detalles para la ceremonia que más de ochocientos compañeros originarios celebraran a las 20 horas en la Plaza 25 de Mayo. El contraste entre las expectativas y el pasado, entre el vejaciones sufridas y el proceso que los condujo hasta aquí está a flor de piel.
Osvaldo Mario Rolón, referente de la Organización Barrial Tupac Amaru en la localidad “Las Palmas” Chaco, hizo hincapié en este cambio de conciencia que hizo posible la unidad. “La historia de las tierras que la compañera contaba comenzó en 1983, entonces fue fundamental la ayuda de asociaciones civiles administrada por criollos como INCUPO (Instituto de Cultura Popular)”. Y añadió: “Hoy los hermanos originarios quieren participar directamente, ya no dejan que se ocupen los blancos. Ahora levantan el tubo y les dicen todo lo que tienen que decirles”.
En este sentido, la compañera toba añadió que lo que le parece un paso de ventaja que tienen los jóvenes tobas con respecto a los de su generación. “Esta marcha les va permitir conocer otra realidad. Encerrados en sus comunidades no tienen noción de sus derechos, ni de lo que sucede a su alrededor”, explicó. El referente toba del departamento de Bermejo en Chaco, Simeón Aureliano Fleitas, consultado para esta nota pidió hablar en su dialecto. Dijo que en sus 38 años, era la primera vez que hablaba para los medios y que sabía que eso significaba difusión. Que era un placer.
Su mensaje fue que “las comunidades locales tienen una historia no contada. Ya hace quinientos años que nuestros tatarabuelos cuidaron este lugar. Este día es el día esperado de nuestras comunidades. Es un despertar después de haber juntado fuerza en contra de la marginación”.


Marcha Pueblos Originarios- Columna sur
Huarpes


Vienen con la columna sur de la Marcha de los Pueblos Originarios. Han sido invizibilizados que ni siquiera figuran como existentes. Han bajado de tierras desiertas, se han llegado desde sus comunidades hasta Mendoza Capital y han comenzado esta odisea de la gran marcha hasta plaza de Mayo. Son los hermanos huarpes. Mendoza
El acto de inicio a las 20:30 con una ceremonia huarpe a cargo de Miguel Guaquinchay. Previamente se marcho por la ciudad de Villa Tulumaya en el departamento de Lavalle, cantando consignas y vivas a los pueblos originarios. La ceremonia fue muy emotiva con el fervor típico del inicio de una marcha de estas características. Se encendió un fuego y se agradeció a la tierra, el cielo y las estrellas, testigos de ese hecho histórico. Luego una hermana huarpe leyó el documento.
El acto solo concluye cuando el fuego se apago solo, porque una vez que se lo enciende hay que acompañarlo hasta el final. Esta mañana salimos 300 compañeros rumbo a Neuquen al encuentro de los mapuches. Todavía estamos en la ruta, caminando por la verdad hacia un estado plurinacional
Un poco de historia Contamos una aproximación a la historia del pueblo huarpe para que nos vayamos conociendo, sabiendo del hermano, de su historia, de sus dolores y luchas.
Los huarpes o warpes eran un pueblo indígena de Cuyo, en la Argentina. Algunos estudiosos suponen que en idioma huarpe esta palabra significa "arenal". Y su historia se remonta al fondo de la historia de nuestra América. Se dice que hacia el siglo XV se los encontraba en vastas zonas de las provincias argentinas de San Luis, Mendoza y San Juan e incluso en el norte de la Provincia del Neuquén. Habitaban entre el río Jáchal al norte, hasta el río Diamante al sur y entre la Cordillera de los Andes y el Valle de Conlara en San Luis.
Se dividían en cuatro grandes grupos, correspondiendo cada uno a su situación geográfica y también a diferencias en el lenguaje: huarpes allentiak (San Juan), huarpes milkayak (norte de la provincia de Mendoza), huarpes chikiyam -también llamados "algarroberos" -(en el sur de la provincia de Mendoza) y huarpes huanacache -"laguneros"- (noreste de Mendoza y San Luis), en el centro y norte de Neuquén, hasta el s XVIII eran huarpes los pueblos llamados por los mapuche: "pehuenches" aunque a mediados de ese siglo los huarpes neuquinos fueron intensamente aculturados por los mapuches, se desconoce la autodenominación que se daban los antiguos pehuenches aunque se especula que pudiera haber sido penken.
Sus viviendas podían ser de piedra o de barro y paja, según la zona donde habitaban. Eran sedentarios, dedicados a la cestería (los Huanacache o "Laguneros" llamaban la atención por sus cestas tejidas de un modo que eran impermeables y servianles así para transportar agua, además confeccionaban -se puede entender como una variante de cestería- embarcaciones con las que navegaban por las hoy casi desaparecidas Lagunas de Guanacache, esas naves eran bastante semejantes a los "caballitos de totora" que aún utilizan los uru para navegar el Titicaca. A esta peculiar cestería se añadía una buena alfarería. Eran pescadores y cazadores, cultivaban la papa ("patata") y el maíz en forma rudimentaria, aunque realizando canalizaciones como la que hiciera el jefe Guaymallén en el valle de Huentata -Mendoza- recolectaban frutos (especialmente el del alpataco una de las especies de algarrobo criollo y otros vegetales.
Creían en una divinidad central llamada Hunuc Huar, también adoraron al sol, la luna, los ríos, el rayo y los luceros. Cuando morían eran colocados decúbito dorsal y con la cabeza dirigida hacia la Cordillera, lugar donde moraba Hunuc Huar, su divinidad principal.
Exterminio durante la conquista Los huarpes puros casi desaparecieron definitivamente a mediados del siglo XVIII y esa desaparición se debió, entre otras causas, a la falta de inmunidad del organismo de los aborígenes contra las enfermedades traídas por los europeos; el sistema de encomiendas impuesto por los españoles y por el cual enviaban a los indígenas cuyanos a trabajar a Chile donde sufrían malos tratos que causaron una importante mortandad. Hacia 1640 el territorio huarpe la distribución espacial de los indígenas en la región huarpe se había alterado, muchas zonas quedaron despobladas y los que no pretendían escapar de ser enviados a trabajar habían huido a zonas de difícil acceso