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jueves, 1 de enero de 2009

CHIAPAS, 15 AÑOS DESPUÉS

El Bolsón (ANPP).- Este 1 de enero se cumplen quince años del alzamiento zapatista en Chiapas coincidiendo con la entrada en vigor del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Estados Unidos, Canadá y México.
La irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) desbarató de un plumazo las pretensiones del gobierno corrupto y neoliberal de Carlos Salinas de Gortari de presentar la puesta en marcha del TLC como el ingreso definitivo de México en la “modernidad”.
El alzamiento marcó simbólicamente el inicio de un nuevo ciclo internacional de contestación al “nuevo orden mundial” proclamado por George Bush padre en 1991, surgido de la reorganización del mundo posterior a la caída del Muro de Berlin en 1989 y a la primera guerra del Golfo en 1991.
Los zapatistas fueron los primeros en codificar un discurso general de crítica al nuevo orden mundial situando su lucha particular en un marco de cuestionamiento general del mismo y de defensa de “la humanidad y contra el neoliberalismo”.
La revuelta zapatista combinaba de forma peculiar lo nuevo y lo viejo, la defensa de los derechos indígenas con el uso de las nuevas tecnologías y una hábil política de comunicación, y se dotó de un lenguaje y de un planteamiento estratégico innovador, aunque con límites y contradicciones, en un momento de crisis y desconcierto de la izquierda.
Los zapatistas fueron también pioneros en los intentos de articular la incipiente resistencia internacional contra el nuevo orden mundial con la convocatoria del I Encuentro Intercontinental por la Humanidad y contra el Neoliberalismo en la Selva Lacandona en 1996.
Dieron un impulso decisivo a la emergencia de lo que luego vendría a llamarse el nuevo “internacionalismo de las resistencias” y que tendría su mejor expresión en la abrupta entrada en escena del movimiento “antiglobalización” a partir de las protestas en Seattle durante la cumbre de la Organización Mundial del Comercio (OMC), en noviembre de 1999.
Fue el inicio de un aire nuevo de resistencia en Latinoamérica que continuó con el Foro Social Mundial a partir de 2001, el auge de las resistencias al neoliberalismo y la consolidación de las experiencias de gobiernos progresistas en Venezuela, Bolivia, Ecuador y ahora Paraguay.
El mundo actual es bastante distinto del de hace quince años. Si el capitalismo salía victorioso de la “guerra fría” y aparecía como un sistema económico sin rival y prometía prosperidad para todo el mundo, hoy se hace más evidente que nunca su carácter destructivo.
No sólo es incapaz de satisfacer las necesidades básicas de la mayoría de la humanidad, sino que amenaza a la propia supervivencia de la especie debido a la crisis ecológica global que ha provocado.

Fuente: Kaosenlared.net